Luis Payares, gran baja en Millonarios para las finales

El defensa barranquillero llegó al club albiazul por pedido de Jorge Luis Pinto y fue figura en el Todos contra Todos. Un golpe en la cabeza lo dejó fuera del comienzo de los cuadrangulares.

Sebastián Arenas
06 de mayo de 2019 - 02:18 a. m.
 Payares, de 29 años, llegó al club embajador procedente del Deportes Tolima. / Mauricio Alvarado
Payares, de 29 años, llegó al club embajador procedente del Deportes Tolima. / Mauricio Alvarado

“Quiero ser como tú”, le dijo Luis Miguel Payares Blanco a su hermano mayor cuando tenía cinco años y lo vio jugar fútbol. Ese fue el instante en el que se enamoró del más popular de los deportes. Desde entonces no deja de divertirse entrando a una cancha y pateando la pelota, más allá de momentos complicados, como el que vive ahora. Un fuerte golpe en la cabeza en la práctica del sábado le impedirá estar disponible durante buena parte de los cuadrangulares semifinales. Millonarios, en el que fue figura en el Todos contra Todos, sentirá su ausencia. (Los rivales de Millonarios)

Según el parte médico, el zaguero central zurdo está fuera de peligro, pero necesitará al menos 20 días de reposo antes de regresar a los entrenamientos con el equipo que dirige Jorge Luis Pinto y que busca conseguir la estrella 16.

En Cali comenzó el sueño

En 2005, con apenas 15 años, Payares salió de su natal Barranquilla y se fue a probar suerte al Deportivo Cali, con el mismo sueño que miles de niños: debutar profesionalmente.

En el club verdiblanco se formó como volante de marca. Sin embargo, por estatura (1,85 metros), un profesor en las divisiones menores lo retrasó de posición en el terreno de juego, lo cual le hizo bien para elevar su nivel de rendimiento. “Me dijo que si quería pasar a ser defensor central, y le respondí que sí. En ese lugar me he mantenido hasta la actualidad, y me ha gustado. Cada día lucho por mejorar mis cualidades, las cuales, afortunadamente, me tienen en Millonarios”, le contó Payares a El Espectador.

Con 19 años, Luis Miguel pisó una cancha del balompié profesional con la camiseta del club que lo formó. Fue feliz, pero no logró consolidarse en el primer equipo y en 2013 partió hacia el Cúcuta Deportivo, con el que encontró continuidad y disputó 30 encuentros de Liga, 28 como titular. Después de un fugaz regreso al Deportivo Cali, llegó al clásico rival del Cúcuta, el Atlético Bucaramanga, y fue partícipe del ascenso del cuadro santandereano a la máxima categoría, en 2015. Sus logros, en aumento; sus objetivos, también. Quería llegar a una institución grande de Colombia y, tras un breve paso por el Pasto, obtuvo la oportunidad de dar el paso previo a la consecución de ese anhelo. (Felipe Jaramillo, el jugador de Millonarios que escapó de las balas)

En 2018 se fue al Deportes Tolima, donde el director técnico Alberto Gamero lo hizo fundamental en su sistema defensivo y consiguió una inolvidable estrella luego de vencer al poderoso Atlético Nacional en la final del primer semestre. En aquel año jugó 34 partidos del campeonato colombiano y anotó dos goles. Las celebraciones para un defensor no son recurrentes. Pero él es feliz evitando que las tengan los rivales, ordenando el equipo, haciendo relevos y aportando para que los éxitos colectivos aparezcan.

“Siempre me ha gustado el fútbol así, y así va a ser hasta que Dios permita”, agregó Payares, un futbolista que no brilla por sus lujos, pero que rinde, que cumple con sus funciones y con lo que le piden los entrenadores. Por eso, Jorge Luis Pinto destacó su “potencia, rapidez y disciplina”, y lo pidió para Millonarios. Y en Bogotá no defraudó. Se convirtió en pieza clave en la defensa albiazul. Ha jugado 1.340 minutos en la presente Liga Águila y, aunque no podrá estar en el arranque de los cuadrangulares, espera estar disponible muy pronto.

“Todos estamos comprometidos con el objetivo, que es salir campeones, así que hay que prepararnos de la mejor manera para lo que viene”, manifestó. Él, además, aspira “llegar a la selección de Colombia”. (Roberto Ovelar, un hombre del campo)

Su ídolo es uno de los mejores defensores que ha tenido el país. Un capitán que lideró el retorno a una Copa del Mundo: Mario Alberto Yepes. “Siempre me ha gustado por su liderazgo y por su manejo de grupo. Nunca he dejado de admirarlo e intento imitarlo para cumplir mi sueño de ponerme la camiseta amarilla del combinado nacional”, admite emocionado Payares.

La pretemporada con Millonarios fue dura, con el propósito de lograr asimilar la filosofía de Pinto y de asimilar la idea de juego: “Poner la pelota al piso y hacerle constante la presión al rival”. Y es que cuando Luis arribó al conjunto bogotano no dudó en expresar sus deseos de gloria, de no ser uno más, de dejar un legado. “Sin duda alguna vine con la mejor disposición a aportar lo que sé y a estar a la altura del club”.

El defensor barranquillero desea quedarse mucho tiempo en la capital de la República, aunque en vacaciones viajará a su natal Barranquilla a escuchar música cristiana y a comer pescado y arroz con coco, los manjares que ama desde pequeño. Con esas actividades se visualiza celebrando el título de la Liga, en junio. Le hablaron de Millonarios, y ahora sabe lo que es. “Es imposible no aspirar a cosas grandes”.

A pesar de su ausencia, confía en sus compañeros y en el éxito de este proyecto. “Hay que creer en este grupo en las finales que vienen, en estos jugadores que cada día se esmeran por dar lo mejor por esta hinchada tan grande, que siempre nos ha acompañado”.

@SebasArenas10 (sarenas@elespectador.com)

Por Sebastián Arenas

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