El cambio de sede y de nombre del antiguo Alianza Petrolera, que antes jugaba en Barrancabermeja, causó mucha polémica en el fútbol colombiano a principios de 2024. La llegada del equipo a Valledupar, y su cambio de nombre (Alianza F.C.), fue muy criticada por varios sectores del balompié local, quienes señalaron el acto por la aparente manipulación de las hinchadas y como un ataque a la tradición en el torneo.
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Este martes, las críticas al equipo volvieron a aflorar después de que la Conmebol no le aprobó a los vallenatos la utilización del estadio Armando Maestre como sede del partido que el ahora club del César jugará de local contra América de Cali en la Copa Sudamericana.
El máximo ente del fútbol sudamericano, que había publicado hace un mes los horarios y fechas de los encuentros, informó que el partido entre los dos equipos sí se jugará el seis de marzo, a las nueve de la noche, pero en el Estadio Metropolitano de Barranquilla.
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Las críticas al Alianza señalaron el hecho de que el partido se juegue en Barranquilla, pues una de las promesas con las que se trajo al nuevo equipo a la capital del César era devolver las competencias nacionales e internacionales a Valledupar. Sin embargo, las condiciones del estadio de la ciudad llevaron a la Conmebol a cambiar la sede del partido.
La gobernadora apócrifa del Cesar @elviamilenasd debería de salir a decirle a los Vallenatos, que el Clan Gnecco al que ella obedece se abudinearon la plata de la construcción del estadio y que por ello este no cumple con la infraestructura para una competición internacional. pic.twitter.com/WaWWd2S6aa
— José M Vega. (@JoseVegaOS) February 13, 2024
El fraude fiscal del Estadio de Valledupar
Desde hace años, la remodelación del Estadio Armando Maestre ha sido centro de debate en Valledupar. La renovación incompleta del escenario deportivo, incluso, ha llevado a graves denuncias por corrupción y malversación de fondos por parte de la Contraloría de la República.
En 2013, la adjudicación del contrato se firmó por una remodelación que costaba $33.345 millones y a la que se agregaron $16.671, para un total $50.016 millones.
La obra empezó en 2014 y debía ser entregada en 18 meses. Sin embargo, como lo denunció el medio El Pilón, el plazo nunca se cumplió. En 2018 se cambió de contratista por el incumplimiento de lo pactado. A día de hoy, la obra nunca fue terminada al 100% y según la Contraloría, como lo registra la prensa local, generó un déficit fiscal a Valledupar de $97.975 millones, con posibles pérdidas de más de más de $600 millones, que todavía se investigan.
El escenario, no obstante, recibió aprobación de la Dimayor para la realización de partidos del fútbol profesional colombiano esta temporada. Ese fue el primer paso para que el Alianza llegara a Valledupar. Sin embargo, como lo constató la Conmebol, el estadio no está en condiciones de recibir eventos deportivos de primer nivel.
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