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Jorge Enrique Vélez salió de la presidencia de la Dimayor con una indemnización de $600 millones, producto de una gestión impopular que dejó un malestar generalizado en la cúpula del fútbol colombiano. Su proyecto bandera, los derechos internacionales de televisión, terminó en humo y les dio cero utilidades a los equipos, que hoy, en el marco de uno de los tiempos de mayor división en la dirigencia, deberán elegir por intermedio de sus presidentes al nuevo líder del ente rector del fútbol nacional.
Luis Fernando Jaramillo aterriza a la asamblea extraordinaria como el máximo favorito a ocupar la silla vacía de Vélez. En su hoja de vida figura su cargo como exvicepresidente de Bavaria, empresa que ha patrocinado a la Liga colombiana y a la selección. También es exdirectivo de Millonarios y llega con el espaldarazo de los clubes grandes.
Según ha manifestado Jaramillo, su prioridad es buscar la manera de obtener más recursos para el balompié nacional y rescatar el negocio de los derechos internacionales de televisión, además de fortalecer la Liga Femenina. Pero, sobre todo, ha hecho énfasis en promover la unión dirigencial, como lo han hecho el resto de candidatos. En el transcurso de esta semana se comunicó con los presidentes de los equipos para exponer sus ideas. De los dirigentes consultados por este diario, tanto de clubes grandes como pequeños todos manifestaron que van a votar por él.
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En el llavero de candidatos también figura Gabriel Sánchez, quien cuenta con experiencia en la presidencia de la Federación Colombiana de Tenis, fue gerente de Planeación del Ministerio de Minas y Energía, y trabajó en la Empresa de Energía de Bogotá. Asegura que se debe resolver pronto la reanudación de los campeonatos y monetizar los derechos internacionales de televisión.
El tercer nombre que se escucha con fuerza es el de José Castaño, quien ha llamado a presidentes de clubes para exponer los contactos que ha conseguido en los 30 años que se desempeñó como representante de futbolistas. Es ingeniero mecánico de la Universidad del Valle, tiene un máster en mercadeo y administración, y afirma que tendría una excelente relación con el Gobierno Nacional. Al igual que Sánchez y Jaramillo, dice que hay que promover la unión en el entorno del fútbol colombiano.
Los otros dos aspirantes que levantaron la mano en los últimos días son Luis Humberto Montejo y Julio Villate.
El primero es preparador físico: ha trabajado en Millonarios, Unión Magdalena, Deportivo Pereira, Júnior y Real Cartagena. Al igual que Vélez, tiene su historial en política, aunque no muy positivo: fue gobernador de Boyacá, pero fue destituido en 2001 e inhabilitado por tres años para ocupar cargos públicos. Es presidente de la fundación Ética y Nación, y fue dirigente de Patriotas.
Y Villate ha sido directivo de Atlético Nacional, Envigado, Medellín y Real Cartagena. Además fue asesor deportivo de Valledupar FC y asesor presidencial de Santa Fe y Atlético Bucaramanga. También ha ejercido como agente internacional FIFA y ha realizado labores en Conmebol.
La política, también en el fútbol, es dinámica. Y con el transcurso de los últimos días unos se bajaron del bus y otros se montaron. Lo único cierto es que quien ocupe el asiento de la Dimayor tendrá que lidiar con la disputa de los huevos de oro y la manzana de la discordia: la repartición del dinero de los derechos de televisión.