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Carlos Giraldo fue el capitán y el gran líder en el exitoso año del Atlético Bucaramanga. El volante de 36 años logró su segundo ascenso a la máxima categoría del Fútbol Profesional Colombiano, luego de hacerlo con el Deportivo Pasto en 2011. El paisa, de corazón santandereano, fue quién guió en la cancha a este plantel y su jerarquía fue clave en los momentos adversos, como en enero, cuando no se cumplió el objetivo en los cuadrangulares de ascenso. Con profesionalismo se quedó un año en la B, pero todo valió la pena porque unos meses después todo fue alegría. En diálogo con El Espectador, Giraldo se mostró optimista con la idea de renovar su contrato y jugar en la primera categoría con el equipo leopardo.
¿Cómo se vivió en la ciudad este título de la B y el ascenso?
Fue una locura, teníamos muchas sensaciones encontradas. Después de siete malos años conseguimos lo que toda la ciudad quería. Estamos felices y orgullosos de hacer historia en el equipo.
¿Cómo define este ascenso?
Fue algo histórico. Lo que conseguimos fue muy grande por todo lo que representa este equipo para la gente de acá. Fuimos primeros casi todo el año y ganamos un cuadrangular muy parejo. Cumplimos con el objetivo y eso es un motivo de alegría. Será un diciembre muy feliz para todos.
¿Cuál fue la clave de este buen año?
Creo que este fue un plantel que tenía muy claro el objetivo. Entrenábamos muy duro para cumplirlo. La autoevaluación que hacíamos de cada partido nos permitió conocer nuestros errores y eso fue fundamental para mejorar. Fuimos responsables, evitamos los excesos y siempre tuvimos claro que había que mantener los pies sobre la tierra, porque aunque fuéramos bien a lo largo del año, de nada servía eso si no ganábamos el cupo a la A.
¿ Qué aportó el técnico José Manuel Rodríguez?
Es un tipo ganador. Te enseña a competir, no te permite relajarte y sabe cómo potenciar a cada jugador. Fue parte fundamental para lograr nuestro objetivo.
¿Cómo mantener ese buen nivel en la A?
Tienen que venir refuerzos. Esa es la lógica del fútbol. Para mantenernos en la categoría debemos tener una nómina más competitiva. Nosotros tenemos una base y una idea de juego que si la mantenemos seguro nos quedamos en la A. Por su parte, los directivos deben saber que ahora tienen un equipo en la máxima categoría y por eso deben manejar el club de la mejor forma.
¿Qué diferencias ve entre la A y la B?
La mayor diferencia pasa por la parte física. En la B los equipos son más jóvenes y los partidos son con más vértigo. Sin embargo, las diferencias son cada vez menores y los dos torneos tienen cosas parecidas. En la A, jugar con los equipos grandes es complicado de local y visitante, pero va a ser bueno porque nosotros somos uno de esos grandes.
¿ Qué le aportó usted al grupo durante este año?
Liderazgo, experiencia, me gusta ganar. Pero yo busco ser un amigo más que un líder, me gusta ser amigo de mis compañeros, no sólo dentro sino en sus asuntos personales. Puedo decir que en este plantel más que compañeros tengo hermanos y eso es clave para ser un gran líder.
¿Qué diferencias tuvo este ascenso a aquel con el Pasto en 2011?
Acá en Bucaramanga el ambiente era más pesado porque la gente no aguantaba otra decepción. En el Pasto todo fluía con naturalidad.
¿ Se ve el otro año en el equipo?
En estos días nos sentaremos con los directivos para hablar. Veremos cómo sigue este proceso. El técnico aún no ha renovado pero él quiere seguir como gran parte del plantel.