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Sentido común

Hernán Peláez Restrepo
11 de abril de 2021 - 03:10 a. m.

Siempre recuerdo a un gran compañero en eventos radiales como lo fue Gustavo Torres Rueda: “El sentido común es el menos común de los sentidos”. Y estoy por creer en esa descripción.

No se entiende cómo después de tanto tiempo y con reclamos bien sustentados la Dimayor sigue creyendo en ese esperpento del promedio para el ascenso y descenso de los equipos, fórmula, por lo demás copiada, cuando no, del fútbol argentino, en el que ese invento solo buscaba proteger a los equipos grandes de la caída a segunda división, aunque River, San Lorenzo y otro más se fueron del nivel superior.

El equipo que suba ahora en mitad del año en Colombia dispondrá apenas de seis meses para intentar sostenerse en la categoría, porque iniciará su andadura con un lastre de puntos que deberá recuperar sobre la marcha y ganar muchos más para sobrevivir.

Por subir a la primera división no recibe premio alguno en metálico, ni reajuste por servicio de televisión, porque la cuotas y participaciones fueron hace tiempo determinadas, en cambio después de pagar premio a jugadores y cuerpo técnico por el logro, se planteará una duda, si desea seguir y no regresar a la categoría B. Se hará necesaria una inversión para reforzar el plantel, con jugadores supuestamente más costosos. Poca cara de buen negocio ofrece esa perspectiva.

De ahí que son varios los equipos que sin estímulo emocional y económico desechan la oferta, mientras no se extirpe el tal promedio, los equipos que suban tendrán muchas más opciones de descender, como puede ser el caso de Boyacá Chicó, que al igual que otros parecen equipos ascensor, subir y bajar es su destino.

Por eso el sentido común debe aplicarse en el torneo de 2022. Suben los dos primeros de la B y bajan los dos últimos de la A. Sin tanto perendengue, nada de promedios, ni números que enredan. Y no debe haber disculpa válida para este ejercicio. Si la Dimayor dejó por fuera a la ciudad de Cúcuta y a su equipo por malos manejos de un personaje funesto, ¿por qué no intentar dar más aliciente a quienes suban y más exigencia a los que corren riesgo de descender?

 

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