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El líder Real Madrid se llevó este domingo el primer clásico español de la temporada, de alto voltaje, al imponerse al FC Barcelona por 2-1 en el Santiago Bernabéu, en la 10ª jornada de LaLiga.
El delantero francés Kylian Mbappé (22′) abrió el marcador, un tanto que contrarrestó Fermín López (38′), pero el inglés Jude Bellingham (43′) acabó por asegurar la victoria del lado blanco.
Con este triunfo, Real Madrid refuerza su liderato, con 27 puntos, ahora cinco más que el Barça (22), que sigue segundo y que la pasada temporada le había ganado cuatro clásicos, incluyendo los dos ligueros.
Un partido caliente
Con un ambiente de máxima tensión, la grada se caldeó con una ruidosa abucheada a Lamine Yamal cuando se escuchó su nombre a través de la megafonía por las recientes declaraciones del atacante culé sobre el club blanco en las que le acusaba de “robar” y recordaba sus pasadas victorias y goles ante Real Madrid.
Luego la atmósfera siguió calentándose debido a las interpretaciones del VAR, que anuló un penal sobre Vinicius (3′) y un tanto de Mbappé (12′) por fuera de juego.
En la primera de esas acciones, Yamal metió un pie que terminó siendo golpeado por el del brasileño. En la segunda, el astro galo se encontró por centímetros adelantado.
En un momento de relajación por parte de ambos equipos, el inglés Jude Bellingham encontró un espacio para filtrar un pase a la espalda de los centrales del Barça, que Mbappé ejecutó en el 22 a la perfección para hacer subir el primer tanto en el marcador.
A raíz del gol, los catalanes se mostraron más imprecisos permitiendo a los locales un mayor control de la pelota.
El equipo capitalino fue cediendo la pelota hasta que Fermín aprovechó un error del turco Arda Güler en la salida: Pedri arrebató el esférico para dárselo al inglés Marcus Rashford, quien se internó por la izquierda y conectó con el propio Fermín (38′), que empató el duelo.
En cambio, el bajón madridista duró poco. En un centro al segundo palo de Vinícius a su compatriota Eder Militao, el balón acabó en Bellingham quien se estaba solo para firmar el 2-1 en el 43.
La tangana del final
En el tramo final, Barcelona intentó sin éxito crear ocasiones, gracias a la defensa cerrada de un equipo que celebró la victoria como si hubiese ganado LaLiga.
La alta tensión desembocó en una tangana al final, primero en los banquillos, lo que obligó a los responsables de seguridad a intervenir y, luego, en el centro del campo, evidenciando que los duelos entre Real Madrid y Barça siempre sacan chispas.
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