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Barcelona derrotó 3-0 a Sevilla en el partido de vuelta de las semifinales de la Copa del Rey, después de perder el encuentro de ida por 2-0, y se clasificó a la final del torneo español.
Los catalanes, que fueron superiores en el desarrollo del juego, anotaron el primer gol a los 12 minutos a través de Ousmane Dembélé, el segundo, en la última jugada de los 90 reglamentarios, gracias a Gerard Piqué, y el tercero, que le dio la victoria definitiva, en la prórroga del encuentro, en un tanto que anotó Martin Braithwaite.
Los culés supieron mantener la calma en los momentos más angustiantes del partido y superaron en todos los aspectos a Sevilla, que decidió resignar todas sus opciones ofensivas para defender el resultado que le favorecía.
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Barcelona fue mejor en la primera parte. Los azulgranas nunca se desesperaron por abrir el marcador y a través de un buen juego por las bandas y el dominio de la pelota crearon múltiples acciones de gol que tuvieron su recompensa con un golazo de Ousmane Dembélé
El tanto del francés, eso sí, llegó temprano, en el minuto 12, después de una serie de pases errados entre el exjugador de Borussia Dortmund y Lionel Andrés Messi, que le dejaron la pelota a Dembélé en el borde del área desde donde disparó un remate a la escuadra izquierda del arco de Sevilla.
Barcelona tuvo excelente rendimiento en los primeros 45 minutos, pero necesitaba otro gol para poder forzar la prórroga del partido.
En la segunda parte los catalanes continuaron el ritmo de la mitad inicial y, a pesar de que no contaron con muchas opciones de gol, sí tuvieron la pelota y el control del juego.
No obstante, en un contragolpe, a falta de 20 minutos para que se acabara el encuentro, Sevilla logró conseguir un penalti después de una falta que Óscar Mingueza le cometió al argentino Lucas Ocampos.
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Afortunadamente, para los catalanes, Marc André Ter Stegen atajó el cobro desde los doce pasos. Jugada fundamental para la clasificación de Barcelona, ya que si Sevilla anotaba ese gol, los locales estaban obligados a ganar 4-1.
Cuando ya parecía que Barcelona se enfrentaba a otro fracaso, con una nueva eliminación de la Copa del Rey, Gerard Piqué se metió en el área rival en el último minuto del partido y cabeceó un centro que envió Antoine Griezmann para poner el 2-0 agónico que forzó la prórroga del partido.
En el alargue, Sevilla, que tenía uno menos por la expulsión Fernando Reges en el minuto 92 del partido, siguió sin poder tener el dominio del partido contra Barcelona que continúo atacando.
El gol que terminó definiendo la serie llegó relativamente rápido, a los 95 minutos del tiempo extra, gracias a una gran jugada colectiva que culminó con un gol de Martin Braithwaite, que empujó la pelota prácticamente debajo del arco para establecer el 3-0 final.
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A partir de ahí, los visitantes, por primera vez en todo el partido, se animaron a atacar a Barcelona, pero ya era demasiado tarde.
Los catalanes supieron manejar su diferencia a favor y no sufrieron mayores preocupaciones en los últimos instantes del compromiso.
Ahora, gracias a esta victoria, Barcelona se ilusiona con remontarle a PSG en la vuelta de la Champions League, después de su desastrosa presentación en la ida de la llave, en la que perdieron 4-1 en casa.
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En la otra serie de la semifinal, que definirá el finalista restante de la Copa, estarán Levante y Athletic Club de Bilbao. En la ida de este duelo el partido terminó 1-1 en territorio Vasco. La vuelta será en Valencia y se jugará el próximo jueves para decidir el rival de Barcelona en la final.