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Henrikh Mkhitaryan, actual jugador del Inter de Milán, rompió el silencio sobre una de las relaciones más tensas y curiosas de su carrera: la que mantuvo con José Mourinho. En su autobiografía My Life Always at the Center, el futbolista armenio recordó los choques con el técnico portugués durante su etapa en el Manchester United, y cómo el tiempo transformó una relación de constante fricción en una de mutuo respeto cuando se reencontraron años después en la Roma.
Mkhitaryan llegó al United en 2016 procedente del Borussia Dortmund, en medio de grandes expectativas y con el aval del propio Mourinho, que había insistido en su fichaje. Sin embargo, el vínculo entre ambos se deterioró rápidamente. “Le dije que me llevaba criticando desde que llegué. Entonces él me respondió que yo era una mierda. Y yo le contesté que él era una mierda, una enorme”, relató el jugador en su libro, recordando una de las discusiones más duras que tuvo con el técnico en Old Trafford.
Aquella etapa en Inglaterra fue turbulenta: entre lesiones, críticas y una adaptación complicada, Mkhitaryan terminó saliendo del club hacia el Arsenal, con la sensación de haber quedado marcado por su paso bajo la dirección de Mourinho. No obstante, el fútbol volvió a unirlos cinco años después, cuando el portugués asumió el mando de la Roma en 2021.
Lejos de revivir viejos rencores, ambos optaron por recomenzar. “El primer día nos abrazamos”, contó el mediocampista. “Había un respeto sincero. Lo pasado quedó atrás.” Esa reconciliación fue el punto de partida de una nueva etapa, en la que Mkhitaryan se convirtió en pieza clave del equipo que conquistó la Conference League, el primer título europeo en la historia del club romano.
El armenio también reveló detalles sobre las peculiares estrategias de Mourinho para motivar a sus jugadores antes de aquella final en Tirana. “En el centro de entrenamiento de Trigoria había fotos del trofeo por todas partes, con la frase ‘WE MUST WIN’ en mayúsculas”, contó. “En el vestuario, los pasillos, las habitaciones, la cocina, incluso en el baño. Pensábamos en la victoria al vestirnos, al comer, al dormir… incluso al orinar. Era imposible no visualizar el título.”
Esa obsesión por el triunfo, que Mkhitaryan describe como una lección de mentalidad, sigue acompañándolo hoy en el Inter. A sus 36 años, el mediocampista se ha convertido en una voz experimentada dentro del vestuario nerazzurro, en una temporada en la que el equipo de Cristian Chivu busca retomar el rumbo tras un inicio irregular en la Serie A.
Del enfrentamiento al entendimiento, la historia entre Mkhitaryan y Mourinho es la de dos personalidades fuertes que chocaron por su ambición, pero que también encontraron en esa misma exigencia un punto de conexión. Como escribió el propio jugador: “A veces, para respetar a alguien, primero hay que sobrevivir a él.”
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