Jugaba River Plate ante Boca Unidos su oportunidad de mantenerse en lo alto de la clasificación del torneo de Segunda División en Argentina (B Nacional), cuando de repente el árbitro del partido mandó a Leonardo Ponzio a cambiarse una prenda por tener manchas de sangre y no se trataba de la camiseta precisamente.
El mediocampista debió cambiarse la pantaloneta de la indumentaria por una mancha de sangre que tenía en la parte trasera. Se la cambió, volvió al campo y minutos después apareció nuevamente la muestra de sangrado.
Por tercera ocasión cambió la pantaloneta y por tercera ocasión le apareció luego la mancha de sangre en la parte trasera siendo hasta entonces una incógnita para todos los allí presentes.
El propio jugador de River explicó la situación en el programa "Un buen momento", por radio La Red: "Puede pasar cuando uno tiene hemorroides y llega un momento de nerviosismo, de stress, o que come mal".
"Uno no toma café porque sabe lo que puede producir y además había comido bien toda la semana", relató. "En el segundo tiempo sentí algo caliente que era la sangre. Pensé que se iba a cortar, pero con el esfuerzo fue peor", reconoció el volante.
El jugador dijo que pese al derrame nunca pensó en el cambio y que ya antes había visto una situación similar cuando jugaba en España.
"En el momento no pensaba en salir, sentí que sangraba, pero no había perdido fuerza ni nada, sentía que me caía por el esfuerzo pero después pasaba. Algo así le había pasado a un compañero del Zaragoza. Estaba bien y después el médico me dijo que la sangre se recupera".
Al final todo quedó entre risas porque River Plate ganó y sigue con la opción de ascender a la Primera División de Argentina de forma directa.