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Hay partidos que rompen la rutina de la Premier y quedan instalados de inmediato en la memoria colectiva. Craven Cottage fue escenario de uno de ellos con el juego Fulham 4–5 Manchester City que tuvo tintes de montaña rusa, ráfagas ofensivas imparables y un nombre propio que volvió a apropiarse de los focos: Erling Haaland, autor del primer golpe de la noche y, sobre todo, protagonista del nuevo récord que lo pone en otra dimensión.
El noruego alcanzó los 100 goles en la Premier League en apenas 111 partidos, una cifra que desafía cualquier patrón histórico y que retrata la ferocidad con la que convive semana a semana.
El jugador de 25 años rompió el récord previo que estaba en manos del antiguo delantero del Newcastle y Blackburn, Alan Shearer, quien precisó de 124 partidos para alcanzar los 100 goles. Haaland tiene aún un largo camino por recorrer para batir el récord más importante de Shearer, ya que el excapitán de Inglaterra ostenta el récord histórico de la Premier con 260 goles.
El partido arrancó con el guion habitual del City, dueño del balón desde el pitido inicial. Y cuando el rival apenas se acomodaba, Haaland ya había mandado su primer aviso con un remate al palo en un mano a mano que dejó claro el tono de la noche. Su revancha llegó rápido. A los 17 minutos, cazó un centro de Doku y fusiló con su zurda para abrir el marcador y poner en marcha la avalancha. Poco después, la sociedad con Reijnders entregó un taconazo del noruego y definición impecable del neerlandés, el 0-2 que ampliaba la brecha.
La fiesta visitante continuó sobre el cierre del primer tiempo. Phil Foden, en una de esas noches en las que parece jugar a otra velocidad, clavó un zurdazo soberbio al minuto 43. Era un 0-3 contundente, pero Fulham encontró un sorbo de vida antes del descanso gracias a un cabezazo bombeado de Smith-Rowe, suficiente para mantener la intriga.
La segunda mitad no dio tregua. En dos minutos, Foden volvió a aparecer para estirar la ventaja y Doku, aprovechando un error en salida, marcó el quinto. 5-1 y una sensación de sentencia. Pero ahí comenzó otro partido. Fulham, empujado por el ingreso de Chukwueze, rozó lo imposible: primero con un misil de Alex Iwobi, luego con dos apariciones eléctricas del nigeriano, que convirtió un doblete y puso el duelo 4-5 a falta de diez minutos. Craven Cottage ardía mientras Guardiola sufría en silencio.
Los últimos instantes fueron un ejercicio de supervivencia para el City. Gvardiol evitó el empate bajo palos al 90’+8 y Donnarumma debió resolver con nervios de acero salidas que pudieron complicarlo todo.
Con 28 puntos, el City presiona al líder Arsenal (30), que recibe el miércoles al Brentford. En el otro partido ya disputado el martes, el exjugador del Manchester City, Jack Grealish, anotó el gol de la victoria del Everton en la cancha del Bournemouth (1-0), asistido por el argentino Charly Alcaraz.
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