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Palmeiras, que había caído 3-0 en Quito, protagonizó una remontada histórica al vencer 4-0 a Liga Deportiva Universitaria y sellar su clasificación a la final de la Copa Libertadores. Con un fútbol agresivo, paciente y una fe inquebrantable, el equipo de Abel Ferreira escribió una de las páginas más memorables en la historia del torneo continental.
El técnico portugués había prometido una “noche mágica” y cumplió con creces. Desde el primer minuto, el “Verdão” mostró una convicción arrolladora, dispuesto a revertir lo que muchos consideraban una misión imposible. Con el Allianz Parque colmado, la presión fue total y el dominio absoluto. LDU, que en la ida había golpeado con contundencia, se encerró atrás, priorizando defender su ventaja, pero terminó siendo devorada por la intensidad y la precisión de un Palmeiras decidido a no quedarse corto.
A los 19 minutos llegó el primer golpe de esperanza: Ramón Sosa conectó un cabezazo letal que dejó sin reacción a Alexander Domínguez. El estadio explotó. Ese gol encendió la ilusión y le dio al conjunto paulista el impulso anímico que necesitaba para seguir creyendo. Antes del descanso, en el quinto minuto añadido, Bruno Fuchs aprovechó una jugada ensayada de pelota quieta y puso el 2-0. La mitad del trabajo estaba hecho.
En la segunda parte, LDU se mostró sin reacción. El equipo de Tiago Nunes, que había sorprendido en la altura de Quito, no encontró respuestas ante el asedio brasileño. Defendió cada vez más atrás, perdió claridad y terminó entregado a su suerte. Palmeiras, en cambio, nunca bajó la intensidad.
El tercer gol, obra de Raphael Veiga, fue una joya colectiva. Recién ingresado, el mediocampista recibió una asistencia de Vitor Roque, eludió a Domínguez y empujó la pelota al arco vacío. Era el 3-0, el empate global, y el delirio en las tribunas. Pero faltaba el golpe final.
A los 82 minutos, una falta de Carlos Gruezo sobre Allan dentro del área le dio a Palmeiras el penal de la clasificación. Vitor Roque iba a ejecutar, pero cedió el balón a Veiga, que con frialdad remató al centro del arco y selló la hazaña. Cuatro goles, remontada completada y un boleto directo a la final de Lima, sin necesidad de los penales.
Vea los goles de la remontada de Palmeiras en Copa Libertadores
Al término del partido, Abel Ferreira cayó de rodillas sobre el césped y rompió en lágrimas. No era para menos: el técnico cumplía cinco años al frente del club justo en el día en que alcanzaba su tercera final de Libertadores con Palmeiras. El Allianz Parque, teñido de verde, fue una fiesta. Los hinchas, conscientes de haber sido testigos de una gesta inédita, corearon hasta el último minuto el nombre de su equipo.
El dato no es menor: nunca antes, en las 66 ediciones del torneo, un equipo había logrado remontar una desventaja de tres goles en semifinales y avanzar a la final. Palmeiras lo hizo, y con autoridad.
Con este triunfo, el “Verdão” disputará su séptima final de Copa Libertadores (tras 1961, 1968, 1999, 2000, 2020 y 2021) y buscará su cuarto título continental, después de los conseguidos en 1999, 2020 y 2021.
Una final con acento brasileño
El rival será Flamengo, que un día antes aseguró su lugar en la gran final al empatar sin goles en Avellaneda ante Racing Club, resultado suficiente tras haber ganado 1-0 en la ida. El conjunto de Filipe Luís mostró oficio y madurez para resistir la presión argentina y mantener el marcador en cero.
Será, además, la séptima final entre equipos brasileños en la historia de la Libertadores. Desde aquella primera en 2005 entre São Paulo y Atlético Paranaense (5-1 global para los paulistas), el fútbol de Brasil ha monopolizado el protagonismo continental. Internacional se impuso al propio São Paulo en 2006, y más recientemente, Palmeiras y Flamengo se repartieron títulos: el “Verdão” ganó la edición de 2021 en Guayaquil, mientras que el “Mengão” se tomó revancha en 2022 frente al Atlético Paranaense.
El torneo pasado, en 2024, Botafogo levantó su primera Libertadores tras vencer a Atlético Mineiro, consolidando una era de dominio brasileño que parece no tener fin.
Caminos distintos, mismo destino
Flamengo llegó a Lima tras una campaña irregular en la fase de grupos, donde terminó segundo del Grupo C por detrás de LDU, pero logró recomponerse en las fases de eliminación. Eliminó a Internacional en octavos, a Estudiantes de La Plata en cuartos y a Racing en semifinales.
Palmeiras, por su parte, fue un rodillo desde el inicio: terminó primero del Grupo G con 18 puntos, superando a Cerro Porteño, Bolívar y Sporting Cristal. Luego eliminó a Universitario de Deportes en octavos y a River Plate en cuartos. La derrota 3-0 en Quito parecía sentenciarlo, pero el equipo de Abel Ferreira demostró que su espíritu competitivo no conoce fronteras ni imposibles.
El 29 de noviembre, en el estadio Monumental de Lima, se escribirá un nuevo capítulo en la rivalidad entre Palmeiras y Flamengo, dos gigantes que han marcado la última década del fútbol sudamericano. Uno buscará su cuarto título, el otro su cuarta estrella también. Será una final entre la historia y la revancha, entre la constancia y el orgullo.
Y, sobre todo, entre dos equipos que, de distintas formas, ya dejaron claro que en la Copa Libertadores, el dominio sigue siendo brasileño.
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