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El británico Cameron Norrie, segundo sembrado y decimotercero del ránking mundial, ganó el torneo ATP 500 de Rio de Janeiro al vencer este domingo al campeón defensor y número dos del mundo, el español Carlos Alcaraz, por 5-7, 6-4 y 7-5.
El zurdo, de 27 años, sorprendió al gran favorito y alzó su primer trofeo del año, tras las derrotas en las finales de Auckland y Buenos Aires. En el certamen argentino, disputado la semana pasada, el ibérico fue su verdugo.
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Norrie conquistó su quinto título, en el que sobresale el Masters de Indian Wells de 2021, al aprovechar los numerosos errores del prodigio español, de 19 años, que no supo administrar las ventajas que tuvo a lo largo del juego, de dos horas y 41 minutos de duración sobre la tierra batida del Jockey Club.
Y que, además, terminó cojeando de la pierna derecha, por una aparente dolencia muscular que lo afectó desde el meridiano del segundo set.
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El desquite tiene un doble sabor para el británico: además de tomar revancha por la derrota en Argentina, priva a Alcaraz de empatar al serbio Novak Djokovic en la cima del escalafón mundial.
“Enfrentar a Carlos siempre es muy difícil”, dijo Norrie a la transmisión de televisión. “Me estaba cansando mucho y me dije que tenía que disfrutarlo, y conseguí la victoria”.
Tras ganar por primera vez el principal torneo de tenis de Sudamérica, Norrie participará en el Abierto Mexicano de tenis, que se disputará desde el lunes en el balneario de Acapulco.
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Alcaraz, que al conquistar el Abierto de Rio de 2022 se convirtió en el tenista más joven en obtener un torneo ATP 500, también está programado para la competición mexicana, aunque la forma en que terminó el juego prende las alarmas sobre su presencia.
El ibérico, que buscaba el inédito bicampeonato del certamen carioca, volvió a competir en Buenos Aires después de superar una lesión abdominal que lo hizo retirarse del Masters de París en noviembre y de una molestia muscular en la pierna derecha -la misma que se afectó en Rio- que lo privó del Abierto de Australia en enero.
Djokovic venció en suelo australiano y lo desplazó del primer puesto del escalafón, que ocupó durante veinte semanas como la raqueta más joven en alcanzar la cima de la clasificación ATP.
El desquite de Norrie
A diferencia de Buenos Aires (6-3 y 7-5), las cargas en el Jockey Club estuvieron más equilibradas.
El español se fue adelante al romper el servicio del británico en el último game del primer set, en el que tuvo muchos más errores no forzados (20) que su rival (9).
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Norrie resistió a dos ‘break points’ (3/4, 4/5) de su adversario, pero sucumbió en el tercero antes de conseguir forzar el ‘tie break’.
En la segunda manga, antes de empezar a sentir incomodidades en la pierna derecha, Alcaraz amagó con sentenciar la contienda muy rápido al ganar los tres primeros games en medio de vítores de los espectadores que colmaron la cancha principal, la Guga Kuerten, con capacidad para 6.200 personas.
Pero el zurdo le devolvió la mano al embolsillarse cuatro consecutivos, aprovechando varias pifias del juvenil, y luego emparejar el marcador con un ace en el punto definitivo.
En la última entrada, el español volvió a deslucirse en la administración de la ventaja. Después de empezar adelante 2-0, Norrie le quebró el servicio dos veces seguidas para ponerse al frente (2-3).
La perla, sin embargo, se recuperó y remontó a base de pelotas cortas, una fórmula que tornó repetitiva y que al final el británico supo neutralizar y que capitalizó al quebrarle tres veces el servicio.
“Es muy especial ganar este juego, especialmente después de haber perdido un par de finales”, afirmó. “Tuve que luchar contra muchos demonios, pero logré jugar bien en los grandes momentos y por eso gané”.
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