El deporte mexicano renace de las cenizas

Dos años después del sinsabor que dejó su participación en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, la delegación mexicana domina a placer los Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018 y comienza con paso firme un ciclo que tiene como objetivo Tokio 2020.

Jesús Miguel de la Hoz - enviado especial - Barranquilla
30 de julio de 2018 - 12:00 p. m.
La delegación mexicana es la que más ha celebrado en los Juegos de Barranquilla 2018. / Efe
La delegación mexicana es la que más ha celebrado en los Juegos de Barranquilla 2018. / Efe
Foto: EFE - Ernesto Guzman Jr.

Trabajar y trabajar. Esa es la mejor forma de ponerles buena cara a las adversidades, de mantenerse en pie cuando todo parece venirse abajo y de encarar los vientos en contra. El caminar aplastante de México por los Juegos Centroamericanos y del Caribe hace pensar que todo gira sobre ruedas dentro del país azteca, pero no. Las cosas son más complicadas de lo que se ven por fuera.

El Estado decidió recortar el presupuesto al deporte: de 7.000 millones de pesos mexicanos (un poco más de un billón de pesos colombianos) en 2013 pasó a 2.400 millones de pesos mexicanos ($370.000 millones colombianos) en 2018. A lo cual se le suma la constante crítica al presidente saliente, Enrique Peña Nieto, y a la Conade (Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte) por mandarlo al olvido.

México tocó fondo en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Tuvo problemas con algunos uniformes de sus deportistas, como el del pesista Bredni Roque, quien tuvo que competir con una indumentaria parchada, y posteriormente finalizó las justas en la posición 61 en la tabla general de medallería, con cinco preseas, ninguna de oro. Fueron superados por delegaciones como las de Etiopía, Fiji y Georgia. Y, a nivel de Latinoamérica, terminaron por debajo de Brasil, Cuba, Colombia y Argentina.

Ese año se acusó a la falta de planeación. Han pasado casi dos años desde esos Juegos y las cosas, en el papel, no han mejorado. Alfredo Castillo, director de la Conade, sigue siendo criticado por no darle la relevancia necesaria al deporte. Incluso, para estos Centroamericanos y del Caribe en Barranquilla llegó a recomendar que se viajara sólo con los atletas que garantizaran ocupar un puesto entre las cinco mejores posiciones de cada prueba. Palabras que generaron malestar general.

Por esta razón, María José Alcalá, jefa de misión de la delegación azteca, no duda en elogiar la entrega de los deportistas. “Nunca se desenfocan del objetivo, están concentrados, están haciendo lo que les toca a ellos. La verdad, creo que este equipo de México es una gran generación y están concentrados en dar lo mejor para lograr los mejores resultados”, le dijo a El Espectador.

En la tabla de medallería de las justas avanzan con un paso aplastante, sin importar el recorte de presupuesto. “Tenemos 2.400 millones de pesos mexicanos para todo el deporte en el país. No sé cuánto es específicamente para el de alto rendimiento; lo que sí puedo decir es que no hay dinero que alcance. Este año fue complicado, pero logramos superar las expectativas. Es un gran logro de los atletas, por ese empeño que le meten constantemente a su trabajo y el esfuerzo que hacen con sus entrenadores”, agregó Alcalá.

Ese recorte presupuestal ha hecho que el camino sea difícil, lleno de obstáculos, porque en muchas federaciones tuvieron que reducir filas, campamentos con los deportistas, sin embargo, los atletas no perdieron la visión de trabajar por sus logros. Ante las adversidades, las federaciones en México se encargaron de centrarse en promover y tratar de desarrollar el deporte. “Nuestro país ha tenido que pasar por problemas económicos, políticos y sociales, pero esto no ha distraído el trabajo de los deportistas. Siempre se requiere de más dinero, pero también se tiene que trabajar con estrategia, y ésta recae en cada federación. Ellos trabajan con los atletas y son los que van buscando cómo lograr los resultados sin tener que sacrificar alguna categoría o situación. Sin embargo, aún tenemos que mejorar mucho en los deportes de conjunto”.

La delegación mexicana, a pesar de la realidad que estaba afrontando, llegó con una sola ilusión: sumar más de 109 medallas de oro para pelear con Cuba y coronarse campeona de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, algo que no logran en su competencia con los deportistas de la isla desde las justas que se llevaron a cabo en San Juan (Puerto Rico), en 1966. México también se coronó en Mayagüez 2010 y San Salvador 2002, pero en ambos torneos no participó Cuba. “La diferencia en la tabla de medallería es que en deportes en los que pensábamos que íbamos a ganar cinco o seis preseas logramos sumar 10 o más, y eso nos está ayudando a fortalecer nuestro resultado. Tenemos claras nuestras posibilidades, sin embargo, no estamos confiados. Vamos paso a paso y a hacer lo que nos toca”, resaltó Alcalá.

México se levanta y se recupera de los escombros que dejaron las constantes confrontaciones y discusiones que hubo en el gobierno de Peña Nieto. Esta generación, que cuenta con deportistas de experiencia y otros jóvenes con grandes proyecciones, se encamina a coronarse en los Juegos Centroamericanos y del Caribe con anticipación y da un primer paso contundente en esa escalera larga y difícil que tiene como gran objetivo los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

A cinco jornadas del final de Barranquilla 2018, la delegación manita suma 229 preseas, 92 de ellas doradas, y tiene prácticamente asegurada la corona.

Colombia, que mantiene su progreso constante en eventos del ciclo olímpico en las dos últimas décadas, pelea cabeza a cabeza con Cuba por el segundo lugar de las justas, mientras que la alicaída Venezuela y República Dominicana luchan por la cuarta casilla.

Por Jesús Miguel de la Hoz - enviado especial - Barranquilla

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