
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Por estos días los fanáticos del automovilismo esperan con ansias que arranque el principal evento del deporte a motor: la Fórmula 1, la categoría reina de los monoplazas. Roberto José Guerrero y Juan Pablo Montoya fueron los primeros colombianos en correrla y Julián Leal, quien participó en la Fórmula 2 durante cinco temporadas, estuvo cerca de ser el tercero.
“Yo creo que estuve a un pasito, muy cerquita. Fue una vida de muchísimo aprendizaje. Uno hubiera querido volverse piloto de F1 y hoy en día estar allá porque hay diferentes amigos que la corrieron, como Sergio Checo Pérez, con quien viví en Italia, pero se lograron muy buenas cosas”.
En efecto, Leal fue parte de una camada de jóvenes pilotos colombianos que, a mediados de los 2000, buscaron el sueño de correr en el exterior. “Éramos un grupito que salimos todos para Europa y allá nos dividimos. Unos se fueron para Estados Unidos y otros nos quedamos”. En esa época Montoya estaba en su auge, entonces las marcas creyeron en el tema y eso permitió que jóvenes talentos pudieran probarse en las categorías formativas del automovilismo internacional.
Para el piloto santandereano fue algo complicado al principio. Se mudó a Italia sin saber el idioma y su inglés tampoco era suficiente. A pesar de que la adaptación fue complicada, mejoró con el paso del tiempo y llegó a ser campeón de la Fórmula 3.000 Italiana en 2008. Después estuvo dos temporadas en la Fórmula Renault 3.5, antes de llegar a la GP2 Series.
La categoría hace unos años era el equivalente a la que hoy llamamos Fórmula 2. Leal la corrió entre 2011 y 2015. Logró podios en pistas de renombre como Spa (Bélgica), Shakir (Baréin) y Monza (Italia), además de competir con pilotos que llegaron a la máxima categoría, como el francés Pierre Gasly y el australiano Daniel Ricciardo.
En medio de esa experiencia tuvo la oportunidad de manejar un auto de la F1. Por su buen rendimiento en GP2, en la temporada de 2014, fue invitado por la escudería Caterham a hacer un rookie test en el circuito de Silverstone, en Inglaterra, donde días antes tuvo una actuación destacada no solo en la clasificación, sino también en la carrera.
“La tensión es gigante porque tienes todos los medios encima, los ingenieros y todo el mundo esperando a ver cómo te va. La presión es grande, entonces hay que saber manejarla, pero en general me fue bien porque en esa época un auto de Fórmula 1 era muy parecido al GP2”, recuerda el santandereano. “Me impresionó mucho la potencia de esos motores 1.600”.
Leal considera que la Fórmula 2 es más trampolín hacia la gran carpa que antes. Cuando estuvo en la categoría, pilotos como el suizo Fabio Leimer y el italiano Davide Valsecchi fueron campeones, pero no ascendieron, mientras que ahora hay varios nombres que llegaron desde la categoría para 2025, como el británico Oliver Berman (Haas), el brasileño Gabriel Bortoletto (Sauber) y el australiano Jack Doohan (Alpine).
Este fin de semana debutará en la F2 el colombiano Sebastián Montoya, quien viene de correr dos temporadas en la Fórmula 3. “Yo le diría que siga trabajando como está, que se enfoque mucho en la clasificación, porque en categorías como esta lo más crucial es arrancar adelante. Si lo logra, seguramente podrá hacer un excelente campeonato”.
La carrera de Leal en GP2 terminó en 2015 por problemas de presupuesto. Un año después volvió a competir, pero en la resistencia. Tras destacarse en unas pruebas que tuvieron lugar en Baréin firmó con el equipo ruso SMP Racing para correr la European Le Mans Series en la categoría LMP2. Tras esa temporada regresó a Colombia.
“Quería volver y apoyar también a diferentes pilotos que hoy en día están yendo a competir afuera. También disfrutar a mi familia porque viví más de 10 años en Italia, entonces yo pienso que tomé una muy buena decisión, ahorita estamos haciendo cosas locas acá, trabajando duro para meterle ingeniería al país”.
Su proyecto tiene ya ocho años y ha contado con la asesoría de ingenieros que conoció al correr en Europa. Algunos de los colombianos que han trabajado con él en sus desarrollos han pegado el salto a las compañías automotrices de Europa. De momento tienen dos prototipos: el LR-01 y el LR-02.
También ha asesorado a jóvenes kartistas, quienes han probado sus prototipos para sacarles el mayor provecho. Por la Leal Academy pasó el huilense Sebastián Garzón, quien logró un doble título en el karting de los Estados Unidos en diciembre pasado y este año debutó en la USF 2.000.
🚴🏻⚽🏀 ¿Lo último en deportes?: Todo lo que debe saber del deporte mundial está en El Espectador
