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Francisco Sanclemente es uno de los mejores maratonistas en silla de ruedas. Su nombre es reconocido en el circuito paralímpico mundial. A sus 37 años, el vallecaucano se ha ganado un lugar entre los más constantes de su categoría, con resultados que lo han llevado a competir en las principales carreras del planeta.
Su historia empezó lejos de las calles en las que hoy compite. Nació en Buga, Valle del Cauca, y quería jugar al fútbol. Jugaba en las divisiones menores del Once Caldas cuando, a los 18 años, un dolor repentino en la espalda lo dejó sin movilidad en las piernas. Una mielitis transversa —una inflamación severa de la médula espinal— lo obligó a replantear su vida desde cero.
Aunque su realidad cambió, el deporte siguió siendo su norte. Terminó el bachillerato, ingresó a la universidad y conoció el atletismo paralímpico. La adaptación fue dura. En sus primeras competencias quedó último. Aun así insistió en que quería competir en alto rendimiento. “Entendí que la película había cambiado, pero no el sueño”, reconoció.
El punto de inflexión llegó en 2017, cuando conoció al español Rafael Botello. Le enseñó detalles técnicos que marcaron una diferencia real en su rendimiento. Aprendió sobre la posición en la silla, el amarre y la aerodinámica. Fue una transformación decisiva. Lo demás fue constancia en un entorno adverso. “Fue ensayo-error. Muchas más veces error”. Su cuerpo, ancho y robusto, parecía más el de un pesista que el de un maratonista, pero eso tampoco lo detuvo. “No tengo el biotipo para esto, pero me convencí de que no era imposible”.
Con los años llegaron los resultados. Es dueño del récord suramericano de maratón en Duluth, tricampeón de la Maratón de Buenos Aires, bicampeón de la Media Maratón de Miami y también de la Maratón de Madrid. Fue múltiple campeón de la Maratón de Ciudad de México. Y más recientemente, tricampeón de la Maratón de Los Ángeles.
Su camino paralímpico también lo marcó. En Tokio 2020 estuvo cerca de competir, pero un ajuste en el reglamento redujo los cupos, y quedó afuera. En París 2024 corrió, pero una caída meses antes y una enfermedad durante la competencia lo dejaron en el puesto 11. Ahora se prepara para Los Ángeles 2028 y Brisbane 2032, con el objetivo de llegar en su mejor nivel técnico y físico. Su propósito final va más allá de los títulos: “Si hay uno, dos, cinco pelados que sueñen con ir a los Juegos Paralímpicos, porque vieron que yo pude, ya hice algo importante”.
Francisco Sanclemente será uno de los deportistas homenajeados en la ceremonia del Deportista del Año de El Espectador y Movistar, que se realizará el lunes 1º de diciembre en el edificio de la UCompensar, en Bogotá. Esta casa editorial premiará a los mejores atletas de la temporada, como lo ha hecho de forma ininterrumpida desde 1960, en la ceremonia más prestigiosa y tradicional del deporte colombiano.
Se homenajeará a los deportistas más destacados en las categorías mayores, juvenil y paralímpica, así como a los mejores entrenadores y dirigentes. Por primera vez se entregará la categoría “Gamer”, y también se concederá el premio al Juego Limpio Guillermo Cano, de especial significado para esta casa editorial.
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