El marco fue la plaza de la Aduana. Una cancha de cristal fue el escenario donde se realizó el Taeq Squash Colombia Open y en el que los mejores jugadores del mundo deleitaron a los cartageneros. Los ojos del squash mundial estuvieron puestos allí y la ciudad respondió de la mejor menara, acompañando y alentando a cada uno de los deportistas, que se sintieron como en casa.
Este deporte, que no es muy conocido en el país, se va abriendo espacio entre los aficionados, y quien lleva la bandera es el bogotano Miguel Ángel Rodríguez, ídolo de los niños. “Quiero ser como Miguel Ángel. Es el mejor de todos”, dice Jesús, de 12 años, que hace parte de la fundación Squash Urbano, la cual se concentra en ayudar a los niños de bajos recursos de la ciudad a través del deporte. Esteban Espinal, su fundador, quien viene trabajando en este proyecto desde hace año y medio en el país y estuvo en el Bronx de Nueva York trabajando con jóvenes de bajos recursos, se radicó en la ciudad costeña, junto con su fundación.
Esteban y su grupo de ayudantes trabajan con niños entre 9 y 18 años. Lo primero que deben tener para hacer parte de este programa son buenas notas en el colegio: “Trabajamos de manera directa con las instituciones, estamos pendientes de los resultados académicos de los niños. Es esencial que no descuiden su estudio por estar pensando en el squash”.
Pero su único objetivo no es el deporte. El inglés es otro de los factores que diferencian a esta organización, pues enseña a hablar el idioma, que “les permite abrir sus mentes y conocer otro lado de la vida, la cual es muy importante para ellos. Este no es un programa solamente deportivo, sino también educativo y cultural”.
El trabajo con niños de las zonas periféricas de la ciudad requiere de un proceso lento, pues el cambio no puede ser tan brusco. La intención es hacer una labor lenta pero segura. Reciben a chicos de 9 años y tienen como meta que se gradúen del colegio y luego de la universidad. “Cambiar su mentalidad me motiva para estar metido en el proyecto. Es difícil, pero sé que se va por un buena camino”, explica.
Las dificultades de liderar un proyecto como este son pan de cada día: “Es un proyecto muy largo, hay que tener paciencia. Trabajamos gracias a las donaciones de las personas. Ha sido muy difícil conseguir los recursos, pero estamos motivados a seguir adelante. Queremos llegar a muchos lugares del país, pero para eso se necesita tiempo y mucho trabajo”.
Pero el deporte es la parte esencial de este torneo y con él los niños han cumplidos sueños que estaban lejos de sus posibilidades. “Conocí Nueva York el año pasado. Fue muy chévere estar allá, viajar en avión para hacer lo que más me gusta. No lo podía creer. Estuve muy feliz”, dice con los ojos iluminados Jesús, beneficiario de esta fundación que disputó su primer torneo suramericano sub-13 y que sueña con convertirse en profesional como Miguel Ángel, su ídolo.
“La fundación me lo ha dado todo. Juego squash y también aprendo inglés. Antes jugaba fútbol, pero ahora me gusta mucho este deporte. Esta semana he conocido a todos mis ídolos. Nunca había visto un torneo como este”.
Éxito rotundo
El primer Taeq Squash Colombia Open ha sido el mejor torneo realizado en Suramérica. Con los mejores jugadores del ranquin mundial, encabezados por los egipcios Mohamed Elshorbagy, Omar Mossad y Tarek Momen y el colombiano Miguel Ángel Rodríguez, el espectáculo estuvo asegurado.
“Estoy seguro de que todos los jugadores tuvieron una experiencia maravillosa. Me lo han dicho y estoy feliz de que así sea. Queremos seguir haciendo este tipo de torneos en la mayor cantidad de ciudades del país. El sueño de ser anfitrión se me cumplió”, dijo Miguel Ángel Rodríguez.
El campeón del torneo, Mohamed Elshorbagy, número uno del mundo, dijo luego de ganar el título ante su compatriota, Omar Mossad: “Ha sido el mejor torneo de mi vida. Muy feliz de estar acá y con el cariño de la gente de Colombia. Espero volver el año que viene para volver a tener una semana fantástica como esta que he tenido”.