En el marco de la sesión de instalación del XC Congreso Nacional Cafetero, el gremio asegura que durante el año cafetero (octubre de 2021 a septiembre de 2022), el valor de la cosecha alcanzó los $14,5 billones, cifra récord. Esperan que el cierre del año civil esté en $14 billones, valor que se irriga en más de 600 municipios productores.
Entre enero y septiembre, el precio promedio de compra pagado por la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) a los productores superó los $2.440.000 por carga, el más alto de la historia. Además, “se les pagaron primas de cafés especiales por $32.684 millones. La comercialización de cafés producidos bajo estándares de sostenibilidad en 223.643 fincas se tradujo en primas y reliquidaciones por $35.955 millones, cifras que confirman que la calidad y la sostenibilidad sí pagan”, añade la federación.
“Eso de por sí habla de lo que ha sido este 2022 como un año récord para la caficultura colombiana. No nos quedamos ahí, seguimos trabajando porque también ha sido un año lleno de retos. Ya vamos en 29 meses seguidos con lluvias superiores al promedio”, expresa Roberto Vélez Vallejo, gerente de la FNC.
El ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, destacó los logros importantes del sector, gracias al repunte en el precio interno registrado durante los últimos dos años soportado por aumentos en los precios internacionales del café, las buenas primas de calidad del grano en los mercados internacionales y las variaciones de la tasa de cambio.
Le puede interesar: La tierra en los 100 días de Petro: una reforma agraria en marcha con preguntas por resolver.
Café para el mundo
A octubre, las exportaciones de café alcanzaron US$3.748 millones, 36,7 % más que en el mismo periodo de 2021.
La FNC informó relaciones con 49 clientes nuevos y se abrieron 3 nuevos mercados (Kuwait, Vietnam y Malta), para un total de 41 destinos y 204 clientes a septiembre.
Esto se tradujo en la venta de 1,4 millones de sacos de 60 kg por más de US$490 millones, 34 % más que en 2021, en particular por 102 % más ventas en Colombia y centro y el resto de Sudamérica.
En una modalidad que ha resultado muy exitosa, a septiembre se exportaron en pequeñas cantidades 99.246 kg de café tostado y verde, 2 % más frente al mismo periodo de 2021, con más de 6.700 operaciones realizadas por 395 exportadores.
También aumentó la asistencia técnica, el Servicio de Extensión tuvo 1.063.496 contactos con caficultores, cifra 25% superior a los 853.190 del mismo periodo de 2021.
Y el número de créditos relacionados con el café, a septiembre, fue de 60.529 por parte de Finagro a productores por más de $1,34 billones, el mayor monto en ocho años (enero - septiembre).
Mujeres cafeteras
Este año, la FNC presentó la línea de café de mujeres al mercado internacional, que resalta los aportes de las mujeres a la cadena de valor.
A septiembre, con 5.992 sacos de 70 kg, estas ventas superaron en 77 % los 3.390 sacos de las cafeteras en 2021.
También ha crecido su participación en el gremio. En las instancias de decisión gremial pasaron del 8 % en 2014 al 22 % este año en comités departamentales, y de 16 % a 28 % en los municipales.
De otra parte, “casi 13.000 familias cafeteras se beneficiaron de acciones de empalme generacional y equidad de género. Y más de 15.800 personas se beneficiaron de mejoras en vivienda, saneamiento básico y energización, cifra que supera los más de 14.900 beneficiarios del mismo periodo de 2021″, según la federación.
Lea: Así será el desarrollo rural y la asistencia técnica en la reforma agraria.
Los desafíos del porvenir
Al ser el café un motor de desarrollo económico relevante para la economía, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, planteó la necesidad de trabajar en tres desafíos para el desarrollo de la caficultura colombiana.
Mejorar la productividad y rentabilidad del cultivo, mediante la renovación de cafetales, la optimización de los costos de producción y la administración de los riesgos que impactan el sector, es el primer reto. Con esto concuerda el gremio e insiste en la importancia de la voluntad de los caficultores para avanzar en la materia.
Esto exige un esfuerzo conjunto de un programa para la renovación de cafetales envejecidos y el establecimiento de nuevos cultivos mediante la siembra de variedades resistentes a la roya desarrolladas por Cenicafé, según el ministro.
“Ambas tareas son esenciales para mantener el parque cafetero en condiciones óptimas de producción y mejorar el nivel de ingresos de las familias cafeteras”, sostuvo Ocampo.
Muestra de ello es que en lo que va del 2022 se han renovado 48.650 hectáreas de cafetales, 5.000 hectáreas por encima de las áreas intervenidas en medio de las dificultades logísticas y de oferta de mano de obra registradas en 2020, y es 29 % menos que las del mismo período de 2021.
Es así como la meta propuesta es renovar 84.000 hectáreas, equivalentes al 10 % del área sembrada. También, desde el ministerio, está la expectativa de entregar incentivos a un poco más de 35.000 hectáreas de cafetales a renovar en 2023 a través de esta iniciativa.
Para Ocampo el segundo desafío es consolidar los propósitos contemplados en la Ley 1969 de 2019 para el Fondo de Estabilización de Precios del Café.
El tercero, es sobre mitigar los efectos que han generado los retrasos en las ventas de café a futuro sobre las finanzas del Fondo Nacional del Café y las cooperativas de caficultores y el cuarto expedir una regulación para la eventual exportación de cafés robusta producidos en el país.
La FNC está de acuerdo con este punto, puesto que considera que en las épocas de altos precios, como la actual, es crucial que los productores honren sus compromisos de entregas a futuro, pues eso garantiza la estabilidad financiera de dicho fondo, clave en la provisión de bienes y servicios públicos cafeteros.
Para el gremio también hay otros asuntos pendientes, como la reducción en la producción en años recientes por el efecto del cambio climático (en este caso intensas lluvias acentuadas) y un bajo nivel de renovación.
En materia de precios, las estimaciones de producción bianual alta en Brasil hacen prever una baja en el precio internacional y consecuentemente el precio interno, de ahí que “apostar por la calidad y la sostenibilidad, con las consecuentes primas, sean para los productores una buena oportunidad para blindarse de altibajos en los precios”, dice la FNC.
Y agrega que sigue siendo un reto que la industria global reconozca a los productores un ingreso no solo digno para garantizar la sostenibilidad de toda la cadena, sino que les permita prosperar.
💰📈💱 ¿Ya te enteraste de las últimas noticias económicas? Te invitamos a verlas en El Espectador.