Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Hace dos años, por esta misma época, el presidente Iván Duque se posesionó y prometió para el sector transporte una serie de reformas relacionadas con el énfasis en las medidas regulatorias para el transporte, el impulso a la infraestructura y el aprovechamiento del multimodalismo.
Lea también: Autorizan servicio de transporte terrestre en municipios no COVID-19
Respecto al primer punto, el Ministerio de Transporte viene trabajando en darle más facultades a la Agencia Nacional de Seguridad Vial para impulsar el transporte seguro y reducir los siniestros viales, en otorgarle más dientes a la Superintendencia de Transporte para hacer control preventivo y proteger a los usuarios, en especializar a las instituciones adscritas o vinculadas, en organizar los roles de cada entidad y mejorar sus procesos, y en implementar programas de aceleren la renovación del parque automotor de tracto camiones y vehículos de servicio público. También se implementaron mejoras en los procesos de contratación de obras públicas y en participación ciudadana, especialmente en el caso de las concesiones.
Sin embargo aún están pendientes la implementación de sistemas inteligentes para las vías, como los peajes electrónicos, la mejora en el Registro Único Nacional de Tránsito (RUNT) y la regulación de las plataformas de transporte colaborativo como Uber, Cabify, Didi y demás.
En infraestructura, se han gestionado inversiones importantes en todos los modos de transporte. Las cifras dejan ver que el gobierno logró mejoras en sectores como el aeroportuario, donde creció especialmente el número de nuevas rutas autorizadas para conectar al país entre sí y con el resto del mundo, o como el férreo, donde se viene recuperando la infraestructura y logrando su activación comercial.
Respecto al multimodalismo, se tienen algunos avances en conexiones fluviales y férreas, pero no se ha llevado al nivel prometido. Aún así, la carga tanto en puertos marítimos como por río viene en caída, lo que se ha atribuido a una dinámica mundial. Aquí vale la pena destacar los esfuerzos por mejorar la navegabilidad por el principal afluente del país, el río Magdalena, mediante dragados continuos y el estudio de una concesión exclusiva para su gestión.
Finalmente, este gobierno logró reactivar la mayoría de las concesiones viales de cuarta generación que estaban suspendidas por problemas contractuales y de financiamiento. Si bien aún faltan por reactivarse cinco proyectos y hay 10 sin cierre financiero, ya se puso al servicio la primera concesión (Girardot-Honda-Puerto Salgar) y ya se está estructurando la próxima ola de concesiones: 5G.