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Durante las madrugadas húmedas de abril, los camiones cargados de frutas y verduras y los repletos de carne trajeron productos más baratos para los colombianos. Un regateo a la baja en los ritos entre comerciante y comprador. Donde antes una piña costaba $3.000, ahora se ofrecía a casi la mitad; la carne de cerdo había bajado en cortes clave y el mango volvió a precios asequibles, según el informe de la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (UPRA).
El doble filo, sin embargo, venía de algunas frutas que caían de precio como si se tratara de temporada baja, mientras otras como el aguacate o el limón Tahití subían con fuerza.
“Las fluctuaciones de precios en los mercados mayoristas reflejan tanto las condiciones estacionales como las variaciones en la oferta de productos”, dijo Dora Inés Rey, directora (e) de la UPRA.
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De acuerdo con el informe del DANE, la inflación de abril se ubicó en 5,16 %, una baja frente al resultado de abril del año pasado, momento en el que se registró una inflación anual de 7,16 %.
El rubro de alimentos y bebidas no alcohólicas subió 4,61 %; sin embargo, la división de restaurantes y hoteles fue la que más subió: 7,71 %, impulsada por el alza en alimentación servida en comedores (10,41 %) y servicios a la mesa y autoservicio (8,10 %).
En las hortalizas, la fotografía capturó precios 10 % más altos en la zanahoria, el tomate, la cebolla cabezona blanca y la arveja verde, por culpa de lluvias en Boyacá, Nariño y Cundinamarca.
La radiografía de los precios en abril es todo menos alivio, sino un reacomodo de precios por abundancia y escasez por asuntos climáticos y rutas de transporte.
Según el más reciente boletín de la UPRA, los precios bajaron en frutas como el mango común, la papaya, las naranjas y las piñas. En tubérculos, descendieron los precios de la arracacha (amarilla y blanca), el plátano comino y el guineo. Y en las carnes, varios cortes de cerdo se abarataron tras meses de estabilidad.
En cambio, el aguacate hass, las mandarinas y el limón Tahití subieron con incrementos de dos cifras; lo mismo pasó con la carne de res, el pollo y los quesos artesanales, todos con alza leve.
La papa criolla y la yuca también incrementaron su precio.
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Pero el contraste entre el campo que exporta y el que abastece a los colombianos es brutal.
Mientras en el mercado interno las familias celebraban discretas rebajas, en las cuentas externas el agro colombiano vivía un abril dorado. O más bien, un marzo estelar: el país exportó productos agropecuarios y agroindustriales por US$1.395 millones, el mejor registro para ese mes desde 1995. Un incremento de 51,3 % frente al mismo mes del año anterior.
El café —eterno símbolo y músculo del campo colombiano— lideró el auge. Sus ventas externas aumentaron 131,3 %, alcanzando US$311,5 millones.
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Le siguieron el cacao (+144,2 %) y las flores (+23,8 %). Y en volumen, las cifras también sorprendieron: solo en marzo, se exportaron más de 510.000 toneladas, con alzas notables en aguacate (+94,5 %), café (+42,2 %), azúcar (+26,8 %) y aceite de soya (+373,2 %).
Viñeta de resultados clave (enero-marzo 2025):
- Exportaciones totales: US$3.682 millones (máximo histórico desde 1995).
- Volumen total exportado: 1.446.100 toneladas.
- Crecimiento en valor: +37 % frente a enero-marzo de 2024.
- Productos destacados: Café (+100,8 %), cacao (+127,3 %), flores (+9 %).
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