Buenos pensamientos, buenas palabras, buenas acciones

Hablamos con José Francisco Aguirre, director ejecutivo de la Fundación Santo Domingo, entidad que anunció una donación de $100.000 millones para atender la emergencia por el COVID-19 en Colombia.

Redacción Economía.
12 de abril de 2020 - 02:00 a. m.
José Francisco Aguirre, director ejecutivo de la Fundación Santo Domingo. / Cortesía - Fundación Santo Domingo
José Francisco Aguirre, director ejecutivo de la Fundación Santo Domingo. / Cortesía - Fundación Santo Domingo

La Fundación Santo Domingo donará $100.000 millones para intervenciones en renglones como apoyo al sector salud ($60.000 millones), seguridad alimentaria ($30.000 millones) y bienestar y convivencia ($10.000 millones). José Francisco Aguirre, director ejecutivo de esta entidad, habla de cómo fue diseñada la iniciativa y de sus alcances.

¿Cómo se gestó la donación?

Toda esta conversación arrancó muy de la mano con lo que estaba pasando en el mundo, con la expectativa de llegada de la crisis a Colombia, cuando empezamos a ver realmente que íbamos a enfrentar una situación compleja. Y desde ese momento, desde el equipo directivo de la Fundación, empezamos a barajar los posibles escenarios y a construir una propuesta inicial en conversación con el Consejo de Familia que lidera el gobierno corporativo de la Fundación, en el que está Alejandro Santo Domingo, Andrés Santo Domingo y Beatrice Dávila, y eso ampliado a un par más de personas claves dentro del grupo. Con esa propuesta inicial que nosotros llevamos empezamos a tener una cantidad de conversaciones enfocadas en cómo podíamos aportar más en capacidad, desde qué entidad podríamos tener un mayor impacto.

Las conversaciones se fueron dando de una forma cuidadosa y organizada en las diferentes instancias, agrupando a todos los presidentes del grupo, entendiendo además que las compañías ya estaban haciendo diferentes esfuerzos. Sin duda, hay una vocación filantrópica bastante arraigada en la familia, pero eso también traducido a las acciones que hace el grupo empresarial. Hasta que llegamos a una estrategia unificada, compartida por las empresas y por nuestros directivos y dueños del grupo. Y se tomó la decisión de coordinar todo este esfuerzo a través de la Fundación, con una donación de la familia directamente a cuentas de la Fundación, desde Nueva York, sin ninguna deducción de impuestos, y que es el aporte que está haciendo la familia Santo Domingo a través de la Fundación.

¿Cómo definieron los focos de acción?

Es una pandemia. Es algo que va creciendo exponencialmente en el tiempo, que tiene unos efectos y unos impactos de corto, mediano y largo plazo. Por lo tanto, hay que verlo como algo que va a golpear estructuralmente nuestro sistema económico y social. Y, en esa medida, pues no es un terremoto. Entonces nuestro análisis, más que decir vamos a salir corriendo a hacer una manifestación de aporte, fue pensar “entendamos esto, las etapas que tiene y evaluemos desde nuestras capacidades en dónde tenemos una mayor oportunidad de impacto”. Y lo vemos en tres momentos: corto, mediano y largo plazo. En el primero pusimos acciones de tinte humanitario. En el segundo hablamos de mitigación de riesgos, contención social y reactivación económica. Y el tercero, que lo estamos viendo a partir del próximo año, es un tema de estabilización en una nueva realidad. Es buscar una estabilidad.

¿Cómo opera el corto plazo entonces?

Para nosotros abarca abril, mayo y junio. Es la etapa en donde se deben ejercer acciones rápidas y eficaces, pero que tienen un tinte principalmente humanitario y están encaminadas a cubrir las necesidades más urgentes y el riesgo de hambre, los temas de salud inmediatos.

¿Qué viene en el mediano plazo?

Lo visualizamos en el segundo semestre del año, cuando habrá unos asuntos importantes, particularmente los temas de reactivación económica. Y aquí vimos retos muy grandes y por eso dijimos que no vamos simplemente a entregar mercados: queremos trabajar en seguridad alimentaria y esto tiene que ver con temas más sistémicos y de cadena de valor.

¿Cómo ayudar en seguridad alimentaria?

Este es un tema de orden naciona que hay que analizarlo bien dentro de las cadenas productivas que van a abastecer al país. Ahí trabajamos de la mano con D1, pero también somos parte de la alianza que está liderando la Presidencia de la República, a través de la primera dama, y en donde se está pensando no solamente en la asistencia de corto plazo, sino realmente cómo Colombia va a poder abastecerse. Hay unas preguntas estratégicas gruesas que nos estamos haciendo, pero que por el momento no tienen una respuesta clara y cierta. Se está trabajando para poder mitigar los riesgos.

El aporte más grande es en salud. ¿Qué se va a hacer en este campo?

Hacia el mediano plazo vimos tres temas principales. Uno es prevención, porque para poder reactivar la economía y mitigar la crisis social vamos a tener que hacer mucho testeo, muchas pruebas. Otro es protección, en el que lo principal es el personal del sector salud, a estas personas hay que protegerlas y darles seguridad. Y en este aspecto hay una oportunidad interesante, que es acompañar la transformación productiva de algunas empresas manufactureras para reconvertir sus capacidades y que sean proveedoras de insumos y productos para esa estrategia de protección. Y luego viene el capítulo de tratamiento, que tiene muchas aristas: ampliar infraestructura, los ventiladores y la adecuación de unidades de cuidado intensivo… Es una crisis dinámica, nadie sabe hacia dónde va a evolucionar. Vamos a evaluar el tema para poder seguir apoyando al sistema, fortalecer laboratorios, por ejemplo.

¿En qué consiste el eje de convivencia y bienestar?

Lo que hemos visto es que este puede ser el menos tangible, pero en el que sin duda comienzan a aflorar una cantidad de complejidades en la convivencia de las familias; hay un aumento exponencial de maltrato, abuso y acoso con las mujeres y los niños. Y ahí lo que queremos es poder entrar con innovación para ayudar a mejorar la convivencia en una alianza con Profamilia, experto en estas temáticas desde hace años y que tiene la capacidad de llegar a todo el país, y con nuestros medios aliados (Caracol TV, El Espectador, Pulzo y Blu Radio) para poder transmitirle al país unos mensajes claves en esta situación.

Con una donación de este calibre, ¿cuáles son los mecanismos de seguimiento para los recursos y proyectos?

Tienen múltiples instancias, como unas de gobierno, planeadas para el proyecto en las que participan activamente Alejandro Santo Domingo, Carlos Alejandro Pérez y Juan Pablo Mejía como comité guía. También entre el comité ejecutivo de la Fundación y el de Valorem nos reunimos al menos una vez a la semana (lo mismo hacemos con nuestro comité guía) para ir monitoreando los avances de la estrategia, pero también los cambios en el contexto y los hallazgos, ya que la referenciación internacional termina siendo una gran prioridad para tomar decisiones apropiadas en el contexto nacional.

Ahora, en términos de la ejecución de los recursos, la Fundación es una organización robusta con 60 años de trayectoria, que tiene más de 200 empleados, reconocida a escalas nacional e internacional por su desempeño, su gran aporte y la generosidad de la familia Santo Domingo. Tenemos un equipo interno de auditoría muy sólido y, adicionalmente para esta estrategia en particular, vamos a tener el acompañamiento y la supervisión en cada momento de la firma Deloitte, que es nuestro auditor permanente. Cabe resaltar que nuestro revisor fiscal es Price Waterhouse Coopers, que estará examinando las acciones y los avances de la Fundación.

Es toda una coincidencia que esta coyuntura llegue en el aniversario 60 de la Fundación Santo Domingo…

Nuestro propósito superior es poder proveer bienestar o tratar de ofrecer oportunidades para que cada vez más familias puedan alcanzar esto y tengamos un país con mayor equidad. Y ese es el gran reto que tenemos en este momento. Es en este tipo de casos en los que una organización como esta tiene que desplegar su mayor potencial. Tenemos el privilegio de poder ayudar y aportar.

¿Cómo ha enfrentado usted todo este tiempo?

Hablo desde lo personal, pero más desde mi comité directivo, que es mi equipo primario en la Fundación: creo que han sido los días más intensos en nuestra experiencia laboral. Llevamos ya por lo menos 15 días de trabajo arduo, de reuniones permanentes desde muy temprano hasta tarde en la noche, creando propuestas, analizando la situación, pero con un gran compromiso de liderar dentro del grupo, con el respaldo de la familia Santo Domingo, esta intervención que es un aporte excepcional para el país y un reto gigantesco.

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* El Espectador pertenece al grupo empresarial del que hace parte la Fundación Santo Domingo.

Por Redacción Economía.

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