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En medio del puente festivo por la celebración de la Independencia de Cartagena, la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) hizo un llamado a los conductores para que eviten tomar el volante "enguayabados". Según la autoridad no debería conducir un vehículo por lo menos durante 24 horas después de la ingesta de alcohol.
"Las implicaciones fisiológicas del licor se prolongan más allá de la percepción equivocada que tienen algunas personas sobre el comúnmente denominado “guayabo”", indicó la ANSV.
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De acuerdo con la Agencia, "se calcula que los reflejos de un conductor con resaca pueden disminuir un 20% en comparación con un conductor sobrio, obviamente por la falta de sueño, el bajo nivel de azúcar, el cansancio y la deshidratación que implica la embriaguez. De hecho, medicamente se habla de la “curva de la alcoholemia”, que dependiendo de múltiples factores como el sexo, la edad, la contextura física, la temperatura, la rapidez con la que se ingiere licor y el tipo de bebida, hace que el tiempo de eliminación del alcohol en el cuerpo tarde entre 19 y 24 horas aproximadamente".
Según el Observatorio Nacional de Seguridad Vial, el domingo es un día de alta proclividad para siniestros por embriaguez. Entre enero y septiembre del 2019 se han presentado 466 siniestros en días domingo, "que infortunadamente le ocasionaron la muerte a 40 personas y lesiones graves a 267 más", informó la ANSV.
De acuerdo con cifras de esa entidad, las autoridades de control en la vía "han logrado detectar y sancionar este año a 13.707 conductores en estado de embriaguez. De hecho, estos controles, sumados a las campañas educativas han permitido que las muertes por esta causa se hayan reducido un 20.2 % (202 vs. 161, es decir 41 vidas salvadas en el año). En lo que va corrido del puente festivo, los controles policiales han logrado sancionar a 113 conductores por conducir en estado de embriaguez".
La Agencia concluyó: "Es fundamental recordar que estadísticamente un conductor en estado de embriaguez tiene 140 más posibilidades de accidentarte que un conductor sobrio. A nivel psicomotor, la capacidad del conductor se ve afectada aumentando el tiempo de decisión y de reacción. Se afecta la capacidad para juzgar la distancia, velocidad o precisión para seguir la trayectoria. El alcohol produce apatía y somnolencia en los conductores, reduciendo la percepción del riesgo. A nivel físico, la vista del conductor sufrirá una reducción de su capacidad para seguir objetos, perdiendo campo de visión y vista periférica".