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Cuatro años después revivirá la Ruta del Sol

El próximo año se estarían adjudicando dos nuevos contratos para culminar el tramo que va de Santander a Cesar, de la Troncal del Magdalena. Así fue el proceso que destrabó la obra.

Paula Delgado Gómez
11 de agosto de 2021 - 02:00 a. m.
Desde 2017, las obras en curso y el recaudo del peaje corren por cuenta del Invías. / Nelson Sierra - El Espectador
Desde 2017, las obras en curso y el recaudo del peaje corren por cuenta del Invías. / Nelson Sierra - El Espectador
Foto: El Espectador - Nelson Sierra

Hace más de una década el gobierno de turno le prometió al país una autopista en doble calzada de alta velocidad que conectaría el centro del país con la Costa Caribe. Las obras se vieron interrumpidas hace cuatro años cuando estalló el escándalo de corrupción de Odebrecht, y desde entonces solo fue un problema tras otro.

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Esta administración asumió el compromiso de retomar la obra que promete reducir en más de tres horas el tiempo de viaje de Bogotá a Santa Marta, al incluirla en la lista de proyectos de quinta generación (5G) con el nombre de Troncal del Magdalena. Sin embargo, la estructuración del nuevo proyecto tomó más de un año entre la elaboración del documento por parte de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y la revisión que corresponde al Departamento Nacional de Planeación (DNP) y al Ministerio de Hacienda.

“La estructuración toma un tiempo, porque se da una discusión muy fuerte en el interior del gobierno de revisión y chequeos que hace que los contratos sean más robustos, es una revisión financiera amarrada a temas técnicos y jurídicos. El esquema es adecuado, porque son proyectos muy grandes, estamos hablando de $3,7 billones, así salen más maduros y bastante mejor estructurados, lo que permite reducir la incertidumbre y hacer una transferencia más eficiente de riesgos”, explicó el presidente de la ANI, Manuel Gutiérrez.

Apenas hace dos semanas se anunció el comienzo del proceso de licitación que esta vez se dividirá en dos contratos, uno de Puerto Salgar (Boyacá) a Barrancabermeja (Santander) por $2,07 billones y otro de Sabana de Torres (Santander) a Curumaní (Cesar) por $1,70 billones, para intervenir 531 kilómetros de vía entre rehabilitación, mejoramiento y construcción de la segunda calzada donde no esté terminada, además de una decena de variantes. El contrato se adjudicaría en marzo de 2022 y las obras deberán estar en servicio a finales de 2026, de acuerdo con el cronograma del proyecto.

Esta nueva Troncal del Magdalena es lo que en su momento se conoció como Ruta del Sol sector 2, uno de los proyectos de la tercera ola de concesiones viales (3G), adjudicado en 2010 a la concesión conformada por Odebrecht, Episol (del Grupo Aval) y CSS Constructores (del Grupo Solarte). Las obras se suspendieron a mediados de 2017, con el 52 % de avance cuando quedó en evidencia que Odebrecht pagó sobornos por todo Latinoamérica para quedarse con obras de infraestructura. La ANI terminó el contrato anticipadamente ese año y en 2019 un tribunal declaró su nulidad.

Para esta ocasión el tramo a intervenir se dividió en dos contratos, por tratarse de un monto muy alto para financiarlo en una sola transacción. “Adquirir un crédito tan grande para un solo concesionario puede ser muy dispendioso y las garantías que se pueden llegar a pedir pueden ser muy grandes. La financiación de este tipo de proyectos tiene sus complejidades y unos límites que consideramos que son prudenciales, por esa razón lo hicimos así”, contó Gutiérrez.

Lo que sí quedó por fuera, respecto al contrato de Ruta del Sol 2, fue la transversal entre los municipios de Río de Oro (Cesar), Aguaclara (Norte de Santander) y Gamarra (Cesar), una variable de 82 kilómetros que se adicionó al contrato en marzo de 2014, que también quedó a medio hacer.

Actualmente la vía sigue en manos del Instituto Nacional de Vías (Invías), que la asumió en octubre de 2017, y está en un estado crítico: el 75 % se hallaba en muy mal estado y el 25 % restante en condiciones apenas transitables que aumentaron los niveles de accidentabilidad, “todo ello daba como resultado un incremento notable en costos de operación que ahogaban a los transportadores”, dijo la entidad.

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El Instituto creó además una gerencia especializada con la que se implementó un plan de trabajo, se determinaron las obras más apremiantes en cada tramo y se puso en marcha un cronograma de ejecución para restablecer la movilidad. Gracias a esto ha sido posible construir 78 kilómetros de doble calzada y seis puentes, sin mencionar los intercambiadores, aún en proceso.

Solo el primer año el Invías firmó cinco contratos por $368.767 millones para construir los tramos faltantes y mantener los existentes. Adicionalmente, se destinaron $6.672 millones del presupuesto de la entidad para la implementación de otros servicios como ambulancia o carro taller y se adjudicaron dos contratos por más por $33.000 millones. Así, se tiene que los recursos invertidos por el Gobierno en la Troncal del Magdalena ascienden a $441.997 millones.

Por tratarse de un proyecto ya iniciado, cuenta con diseños a fase 2 y tiene adelantada la adquisición de predios y el licenciamiento ambiental. Según un balance de la ANI, de los 2.101 predios requeridos se compraron un poco más de la mitad (57,16 %). Con respecto a las licencias ambientales, ya se habían emitido siete por parte de la autoridad ambiental entre 2011 y 2015.

“Hay predios que quedaron comprados y gestión predial que no se hizo y es necesario hacer, los que ya se adquirieron forman parte del proyecto y será una labor del concesionario adquirir los que faltan”, aseguró Gutiérrez.

A pesar de que la ANI ha socializado el proyecto en diversos espacios los últimos meses, durante el proceso de contratación, que comenzó con la publicación de los prepliegos y otra información técnica, se divulgarán los requisitos habilitantes, se recibirán observaciones y se resolverán inquietudes técnicas, financieras y legales de los posibles interesados.

El presidente de la entidad a cargo de las vías concesionadas del país se mostró optimista por el resultado de la licitación: “El mercado está bastante movido e interesado en estos proyectos, hay mucho apetito. La liquidez que existe ahorita en el mercado internacional es muy alta, si hay un sector que va avanzando bastante bien es el de infraestructura, sobre todo de concesiones; de hecho, está llegando bastante compañía internacional interesada en la compra de concesiones existentes y en presentarse a proyectos nuevos”.

La Troncal del Magdalena es el corredor de carga más importante de Colombia, por él circulan más de 9.000 vehículos al año (en condiciones normales, prepandemia), unos 5.000 de ellos son de carga, y para la década siguiente se espera que el tránsito crezca al menos 1,9 %, de acuerdo con el estudio de tráfico y demanda divulgado por la ANI.

El alcance de las obras es difícil de calcular, pues beneficiará a los departamentos de Santander, Antioquia, Bolívar, Cesar, Cundinamarca, Caldas y Boyacá.

Uno de los mayores beneficios será su contribución a la reactivación económica de la región con la generación de más de 100.000 empleos (directos, indirectos e inducidos) y la demanda de servicios que implicará. En 2015, cuando Odebrecht comenzó intervenciones en Santander y Cesar, trajo riqueza a los municipios conexos, pues muchas personas y empresas le prestaban servicios a la concesión y tuvieron grandes pérdidas con la interrupción anticipada del proyecto, y aún están a la expectativa de que se retome.

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“Para Santander es un proyecto muy importante, muy esperado, indispensable; su reactivación fue una de las primeras solicitudes que le hicimos al presidente, porque prácticamente fuimos el departamento más perjudicado con lo que pasó, los tramos de Santander fueron los que quedaron sin ejecución”, aseveró Jaime Rodríguez, secretario de Infraestructura de Santander. Además, la nueva Troncal del Magdalena se conectará con el proyecto 4G Bucaramanga-Barrancabermeja-Yondó, conocido como Ruta del Cacao.

Una vez lista la vía, Santander podrá posicionarse como un centro logístico operativo con conexión multimodal, pues también tiene acceso a la línea férrea de La Dorada a Chiriguaná y a la navegabilidad por el río Magdalena, “lo que convierte a Santander en el eje de la producción del centro del país hacia la Costa Caribe y los puertos marítimos de Colombia”, destacó el funcionario.

Por tratarse de una vía concesionada, las empresas que se queden con los contratos deberán garantizar la operación y el mantenimiento de la vía a largo plazo, pues tendrán a cargo la vía por 25 años.

El tramo pendiente

Actualmente no hay doble calzada entre Bogotá y Santa Marta, pero está prácticamente toda contratada, excepto por el tramo entre Villeta y Guaduas. Es importante que se amplíe dicho tramo de 34 kilómetros, porque cruzarlo puede tomar más de una hora dada la alta afluencia de vehículos de carga.

La vía está en manos del consorcio vial Helios desde 2009, pues es parte del contrato Ruta del Sol sector 1. La firma, además, le propuso a la ANI adecuar los primeros cinco kilómetros del nuevo trazado, tres de vía a cielo abierto y dos a través de túneles, los cuales deben entregarse este año.

El tramo faltante serían los 18 kilómetros de doble calzada, siete túneles y 24 puentes de la iniciativa privada de la Concesión Sabana de Occidente, que forma parte de la quinta ola de concesiones (5G) y cuya estructuración está en curso hace cuatro meses; “una vez concluida vendrán los procesos de aprobación y la licitación”, contó Gutiérrez.

Cuando se culminen todas las obras en curso y las que están por venir habrá una autopista continua que conectará seis departamentos (Cundinamarca, Boyacá, Santander, Norte de Santander, Cesar y Magdalena) desde la capital del país hasta una intersección frente al mar Caribe, a pocos kilómetros de Santa Marta.

Las obras de los últimos años

Tramo 1: Puerto Salgar- Puerto Araújo (161 km)

Los trabajos en los que se invierten un total de $43.030 millones (obra e interventoría) abarcan la terminación de 29 kilómetros de segunda calzada (que ya fue puesta en servicio), la construcción de uno tramo de segunda calzada en 8,9 kilómetros nuevos, la rehabilitación de 1,95 kilómetros de vía, el mantenimiento rutinario y periódico de todo el corredor, así como señalización vertical y la demarcación horizontal y obras de drenaje en 14,3 kilómetros. Actualmente se adelantan trabajos de construcción del Intercambiador de Puerto Boyacá (de 280 metros de longitud con un avance físico del 82 %) y la construcción Caseta peaje Zambito (96 % de avance). El avance de las obras en este tramo es del 94,7 %.

Tramo 2: Puerto Araújo – San Alberto (179 km)

Con las actividades de construcción, terminación de la construcción, señalización y obras complementarias se recuperaron y habilitaron 32 kilómetros de segunda calzada, se repavimentaron 47 kilómetros de la calzada existente. Actualmente se adelantan actividades de terminación de segunda calzada en el kilómetro 63 de la Ruta 4513 y se continua con actividades de mantenimiento periódico y rutinario en el corredor. En este tramo se invierten $164.348 millones (obra e interventoría). El avance de las obras en este tramo es del 93,17 %.

Tramo 3: San Alberto – San Roque (189 km)

A lo largo del corredor vial entre San Alberto y San Roque de 189 kilómetros de longitud, el Instituto Nacional de Vías ha realizado inversiones por más de $85.567 millones con los cuales ha llevado a cabo labores de mantenimiento periódico, rutinario y de señalización, mejorando así el nivel de servicio y la seguridad vial para los usuarios. Igualmente a través de esta inversión, se han construido y puesto al servicio 17,3 kilómetros de doble calzada y rehabilitado en este corredor vial el paso urbano San Martín de 1,7 kilómetros. Además terminó la construcción del peaje Pailitas.

Tramo 4: Aguaclara – Gamarra (16,5 km)

Se realizó mantenimiento periódico 12 kilómetros, rehabilitación 0,8 kilómetros, mejoramiento 2,5 metros, sobrecarpeta asfáltica (refuerzo) 3,0 kilómetros, señalización horizontal y vertical, mantenimiento rutinario a lo largo del corredor de 16,5 kilómetros. En este tramo el Gobierno nacional invirtió un total de $14.548 millones.

Tramo 5. Aguaclara – Ocaña (54,5 km)

Terminación de la construcción de 3 puentes vehiculares, kilómetro 26+600 con una longitud de 61,3 metros, kilómetro 28+230, longitud 65,4 metros y kilómetro 34+320, longitud 25,1 metros. Construcción de un puente peatonal en el kilómetros 43+320, de 24 metros de longitud, en el municipio de Río de Oro, Cesar. Mantenimiento periódico en los sectores más críticos, rehabilitación de algunos sectores, señalización vertical y horizontal y mantenimiento rutinario a lo largo del corredor de 54,7 kilómetros. Estos trabajos alcanzaron inversiones por $34.500 millones.

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Andrés(23473)11 de agosto de 2021 - 06:56 p. m.
La riqueza que se menciona es ironía o un error “…En 2015, cuando Odebrecht comenzó intervenciones en Santander y Cesar, trajo riqueza a los municipios conexos, pues muchas personas y empresas le prestaban servicios a la concesión y tuvieron grandes pérdidas con la interrupción anticipada del proyecto…”
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