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Meses después de discusiones, la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) acaba de dar el siguiente paso en la reforma del sistema sancionatorio aduanero: la versión final del proyecto de ley que está disponible para comentarios del público antes de presentarse en el Congreso.
El documento, más que técnico, es de alto calado, ya que está en juego el futuro de la seguridad jurídica de las operaciones de comercio exterior del país. También de pesos y contrapesos en los castigos y resistencias frente a errores menores que puedan generar pérdidas multimillonarias para los usuarios aduaneros.
Desde el 17 al 22 de junio cualquier ciudadano, gremio o empresa podrá enviar observaciones al correo dispuesto por la DIAN (pgomezg@dian.gov.co).
Este documento recoge las ideas de los meses de diálogo con los líderes de los gremios como la ANDI, Analdex, Alaico, académicos y operadores logísticos.
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Los ejes del nuevo régimen
- Principios garantistas: por primera vez se incluyen formalmente criterios de justicia material en el proceso sancionatorio aduanero.
- Clasificación clara de infracciones: se reestructura el catálogo de faltas y se ajustan sus sanciones según la gravedad del incumplimiento.
- Decomiso como última opción: ya no será automático perder la mercancía. En su lugar, se priorizan multas y mecanismos de subsanación.
- Gradualidad: si el usuario admite el error, podrá obtener rebajas en las sanciones.
- Exoneraciones: se crean nuevas causales para evitar sanciones en casos donde el incumplimiento no sea atribuible directamente al usuario o exista prueba suficiente que justifique la irregularidad.
Una vez se reciban los comentarios, la DIAN ajustará el texto final antes de enviarlo a los ministerios de Hacienda y de Comercio para su revisión y posterior trámite en el Congreso.
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Impuestos y comercio exterior
El recaudo hasta abril alcanzó $94,62 billones, un 9,7 % más que el año pasado durante este periodo. Pero el ritmo no ha sido suficiente para llegar al rango meta de $298,8 billones trazada en el Presupuesto General durante el año.
La estructura del recaudo también mostró variaciones. La retención en la fuente sobre la renta, uno de los pilares del sistema, perdió tres puntos porcentuales de participación respecto al año anterior. En contraste, los ingresos por aduanas aumentaron, una mayor actividad del comercio exterior.
El comercio interno sigue siendo el gran motor fiscal, aunque pierde terreno. En lo corrido del año, aportó $78,87 billones, equivalentes a 83,35 % del total. En 2024, su participación era de 86,1 %.
El comercio exterior, por su parte, elevó su cuota, de 13,9 % a 16,65 %, con un recaudo de $15,75 billones.
Solo en abril, el recaudo alcanzó los $22,38 billones, frente a los $18,71 billones del mismo mes del año pasado.
Este repunte cercano a 20 % se explica, principalmente, por el mejor desempeño del comercio exterior, con $4,12 billones en el mes, mientras el comercio interno contribuyó con $18,25 billones. En términos de participación, se invirtió la tendencia del año pasado: el sector externo ganó terreno y el interno lo perdió.
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¿Por qué importa esta reforma?
El sistema actual está desactualizado y es, en muchas ocasiones, injusto. El régimen vigente permite decomisos automáticos por simples fallos administrativos o documentales, lo que genera costos desproporcionados para el comercio formal y abre espacios para la discrecionalidad.
La propuesta, por el contrario, elimina algunas causales de aprehensión y prioriza las sanciones económicas frente a la pérdida de la mercancía. Además, introduce mecanismos de reducción para quienes reconozcan errores tempranamente o se allanen al procedimiento.
Pero el cambio más relevante es el paso de un sistema punitivo a uno correctivo. El proyecto agrega principios como proporcionalidad, diligencia y justicia, para evitar abusos administrativos.
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