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Antes del 30 de diciembre, Colombia conocerá la noticia de cuánto subirá el salario mínimo en 2026. Tras las infructuosas conversaciones entre gremios y centrales obreras, se espera que sea el presidente Gustavo Petro quien defina el incremento.
Más allá del impacto directo sobre los 2,4 millones de trabajadores que en Colombia ganan un salario mínimo (cerca del 10 % de los ocupados), los efectos de este ingreso se extienden a una parte significativa de la población, debido a que muchos cobros y valores aumentan como consecuencia de su ajuste.
La buena noticia es que en los últimos años se ha reducido de forma significativa la lista de cobros que suben con el salario mínimo, gracias a la desindexación de más de 200 rubros. Esta medida responde a la preocupación recurrente de que un alza del salario mínimo termine presionando los precios y encareciendo el costo de vida, un efecto que resulta contraproducente porque, a largo plazo, termina restándole poder adquisitivo a los trabajadores.
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No obstante, hay rubros que siguen atados al salario mínimo y que generan preocupación. Ese es el caso de las Viviendas de Interés Social (VIS) e Interés Prioritario (VIP), cuyo valor se establece con base en el salario mínimo).
Según lo detallado por el Ministerio de Vivienda, las VIS son aquellas que no superan los 150 salarios mínimos que, para 2025, son COP 213.525.000.
Aunque en la práctica las constructoras pueden comercializar viviendas VIS por debajo del tope de 150 salarios mínimos, es habitual que en los contratos el precio final quede atado a ese límite. En lugar de fijar un valor desde el inicio, se establece que el inmueble costará lo que, a la fecha de entrega, equivalga a 150 salarios mínimos.
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Eso puede llegar a ser problemático, ya que expone a las familias a enfrentar incrementos abruptos del inmueble, así como incertidumbre sobre el valor final que tendrá la vivienda.
A la fecha en la que se escribe este artículo no se sabe en cuánto quedará el salario mínimo, pero se cree que este podría ser de un 13 %. Si eventualmente es ese el incremento, una vivienda VIS pasará de costar la cantidad anteriormente mencionada a COP 241.283.250. En otras palabras, con el cambio del año subiría COP 27.758.250.
También hay que tener en cuenta que el subsidio que reciben los hogares se calcula en salarios mínimos, por lo que también aumentan con el cambio de año.
El que otorgan las cajas de compensación son de 30 salarios mínimos si los ingresos del hogar son inferiores a dos salarios mínimos; o de 20 salarios mínimos si los ingresos son de más de dos salarios mínimos y menos de cuatro salarios mínimos.
Si se mantiene el supuesto de un incremento del 13 %, en el primer escenario el subsidio aumentaría en COP 5.551.650. Este mayor apoyo ayudaría a mitigar el alza de más de COP 27 millones en el precio de la vivienda derivada del aumento del salario mínimo; sin embargo, el impacto sigue siendo significativo, pues el comprador tendría que asumir un incremento superior a COP 22 millones.
El ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, es consciente de este problema y por ello ha señalado que buscará que el valor de las viviendas deje de calcularse en salarios mínimos, una medida que podría materializarse en 2026.
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