El resurgimiento del transporte férreo para fines comerciales

Con una inversión de $420.298 millones, el gobierno nacional, a través de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), reactivó 876 kilómetros en dos corredores férreos para uso comercial, con lo que espera conectar nuevos puntos en el país y darle un impulso al transporte multimodal.

Paula Delgado Gómez/ @PaulaDelG.
08 de mayo de 2018 - 11:04 p. m.
Estación La Caro del corredor férreo Bogotá-Belencito. / Cortesía - ANI
Estación La Caro del corredor férreo Bogotá-Belencito. / Cortesía - ANI

Con una inversión de $420.298 millones, el gobierno nacional, a través de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), reactivó 876 kilómetros en dos corredores férreos para uso comercial, con lo que espera conectar nuevos puntos en el país y darle un impulso al transporte multimodal.

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En los corredores de La Dorada-Chiriguaná y Bogotá-Belencito se hicieron obras de rehabilitación y mantenimiento en 57 tramos, así como labores de control de tráfico de la mano con el Consorcio Ibines Férreo, encargado de la administración, reparación, mejoramiento y vigilancia desde junio de 2017. El objetivo es que las empresas retomen sus operaciones de transporte de carga por tren.

Cada tren tiene capacidad para reemplazar 13 tractomulas de 39 toneladas y se desplaza a velocidades promedio que van de los 22 a los 32 kilómetros por hora, por lo que se calcula un ahorro promedio de 30 % en los costos, además de otras ventajas como un menor impacto medioambiental, lo que se traduce en competitividad.

Para el caso del corredor Bogotá-Belencito (Boyacá), que quedó inactivo para carga desde 2010 por las afectaciones de la ola invernal, se estima que podrá mover cerca de 1,5 millones de toneladas al año. La línea tiene ahora una extensión de 318,3 kilómetros desde Facatativá (incluyendo el ramal La Caro-Zipaquirá) y cruza 22 municipios entre los que se encuentran Madrid, Mosquera, Chía, Cajicá, Tocancipá, Suesca, Duitama, Paipa y Sogamoso.

Uno de los ejemplos de la eficiencia que se logra con este modo de transporte es el de la cementera Argos que inició con 400 toneladas mensuales, pero tiene proyectado llegar a un promedio de 3.000 toneladas al mes en 13 trenes al finalizar el año. Juan Guillermo Vanegas, gerente de planificación de la cadena de suministros de Argos, recordó que la empresa operó el tren desde 2008 y estuvo a punto de llegar a 80.000 toneladas movilizadas al año.

Por su parte, el corredor La Dorada-Chiriguaná será estratégico para la movilización de carga desde el centro del país hacia los puertos marítimos del norte de Colombia partiendo de Caldas y hasta Cesar, aunque con conexión a los puertos del Río Magdalena y a la vía férrea de Fenoco que llegará a Santa Marta. Se calcula que tiene una capacidad de 5,5 millones de toneladas movilizadas al año.

En este caso la empresa Ismocol tendrá una operación regular para transportar tubería utilizada por Ecopetrol.

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En total 21 empresas entre las que se encuentran Bavaria, Quala, Postobón, Gerdau Diaco y McCain han manifestado su interés por concretar una operación permanente dadas las ventajas del transporte férreo en términos de efectividad, costo, tiempos y volúmenes movilizados.

El presidente de la ANI, Dimitri Zaninovich, aseguró que con la reactivación de la operación comercial de estos corredores “los trenes empiezan a ser parte de la conectividad que necesitábamos tener. Se consolida una operación que se articula de forma eficiente con los otros modos de transporte como el carretero, el fluvial y el portuario. La infraestructura en la actualidad debe ser moderna y apostarle a la intermodalidad”.

El compromiso del gobierno es poner a trabajar las demás líneas férreas activas con las que cuenta el país y que suman 1.619,6 kilómetros.

En los últimos años se han realizado cerca de 13 trenes de prueba (recorridos) que han evaluado la operación de los corredores con productos como acero, cemento, palanquilla de acero, contenedores y bebidas, entre otros. Específicamente en los cuatro recorridos de abril se movieron más de 2.000 toneladas en la sabana de Bogotá y desde Barranquilla para calcular variables como la operación logística, los costos y el impacto sobre la carga.

El representante legal del Consorcio Ibines Férreo, Francisco José Utrilla, explicó que han trabajado paralelamente en la socialización del ferrocarril y su operación comercial ahora que se tiene la infraestructura.

“El ferrocarril había quedado como ese vecino que se marchó unos años, se habían olvidado de él; pero realmente siempre ha estado, se ha mantenido y ahora vuelve, es una realidad. Tenemos que presentarlo a las empresas y comunidades convencerlas de que es un medio seguro y fiable”, dijo.

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Cabe recordar que actualmente desde Bogotá (Gran Estación) hacia Zipaquirá operan tres trenes entre semana con destino a las universidades, que movilizan más de 2.000 estudiantes al día, y otros tres trenes de turistas los fines de semana (operado por Turistren). En suma, los viajes mueven más de 456.000 pasajeros al año, demostrando la efectividad de este modo de transporte también como alternativa para las personas.

Por Paula Delgado Gómez/ @PaulaDelG.

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