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Crean programas donde la mujer tiene mayor participación en el entorno empresarial

Desarrollan actividades relacionadas con el fomento y apoyo del emprendimiento, con el fin de contribuir con el progreso tecnológico, cultural, social y empresarial del género femenino y su entorno en Colombia.

Tatiana Gómez Fuentes
22 de noviembre de 2023 - 08:00 p. m.
Diana Lucía Muñoz Daza y Juan Mauricio Prieto, los emprendedores detrás de la organización Soymujer.
Diana Lucía Muñoz Daza y Juan Mauricio Prieto, los emprendedores detrás de la organización Soymujer.
Foto: Cortesía Soymujer

“Con nuestro emprendimiento hemos beneficiado a más de 8. 600 mujeres hispanas al conectarlas mediante diversas experiencias presenciales y virtuales, para que avancen empresarialmente. Nuestras iniciativas se caracterizan por combinar, bajo una visión contemporánea, simbiótica y de cocreación, temáticas que motivan e inspiran a mujeres con iniciativas en estado de ideación, puesta en marcha y etapa temprana, incluyendo además herramientas de autoconocimiento.

También nos relacionamos con empresarias, influenciadoras y corporaciones interesadas en ser parte de la transformación de la presente y futura generación de mujeres, al fortalecer sus programas de responsabilidad social, abordando temas afines al intraemprendimiento, la educación de calidad, la igualdad de género y empoderamiento de la mujer, el trabajo decente y el crecimiento económico, mediante la elaboración de programas a medida“. Pues aquí va la historia de Soymujer historia en 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos:

1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?

Diana Lucía Muñoz Daza, 47 años, Contaduría Pública y una gerencia en Contraloría Financiera y más de cuarenta cursos afines a emprendimiento, tecnología y cultura.

Juan Mauricio Prieto, 48 años, Ingeniería de Sistemas y Telemática, especialista en Gerencia Estratégica de Sistemas de Información y Máster en Manejo de Procesos de Negocio para la Transformación Digital.

2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?

Esta respuesta tiene dos partes, antes y después de conocer a Juan Mauricio. La idea nació en el año 2012 luego de asistir a múltiples eventos de índole empresarial y cultural, encontrando que, tanto en el escenario como entre el público, la participación era principalmente masculina. Esto quedó en mi mente y fue lo que me impulsó a viajar por varias ciudades, dentro y fuera del país, para encontrar respuestas.

Inicialmente, creé una revista virtual donde entrevisté a mujeres líderes como punto de partida en la construcción de referentes femeninos, hasta llegar a ser lo que somos hoy, la organización Soymujer. Acompañamos principalmente a mujeres a crear y crecer como emprendedoras en entornos empresariales, aconsejamos a profesionales para que asciendan al interior de sus compañías e interactúanos con mujeres, líderes y corporaciones del ecosistema, para fluir en un mundo caracterizado por la diversidad.

3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?

Sospecho que el punto de inflexión fue al regresar de una danza de la luna, llegué con las ganas de realizar un evento público para mujeres. Mientras tanto, asistí a una actividad para emprendedores que me condujo a conocer a Juan Mauricio y con él, entré de lleno a conocer el mundo del emprendimiento, ya que, para ese entonces, él se desempeñaba como líder de tecnologías virtuales en una entidad estatal donde interactuaba todo el tiempo con emprendedores.

Juntos creamos el día EME (Encuentro de Mujeres Emprendedoras y Empresarias), con ello se constituyó Soymujer como entidad sin ánimo de lucro para fomentar principalmente el emprendimiento femenino con énfasis en tres líneas, la empresarial, la tecnológica y la cultural.

Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.

4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?

Principalmente de nuestros honorarios, un lobby interesante entre coworking y entidades particulares, además de acudir a contactos personales y actividades para convocar a mujeres voluntarias, quienes son las que han multiplicado nuestra la labor en otros países.

5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?

Somos una iniciativa que ha conectado directa e indirectamente, a través de experiencias presenciales, virtuales e híbridas, a más de 8600 mujeres hispanas que se desempeñan como emprendedoras en diferentes fases, con ideas de negocio, puesta en marcha y etapa temprana, mentoras, voluntarias y referentes en su campo de acción.

Con los proyectos diseñados y ejecutados estamos logrando que más mujeres entren al mercado con una visión real, holística y de largo plazo de lo que significa emprender. Paralelo a ello, también iniciamos nuestras propias empresas, siendo una experiencia que nos sensibiliza aún más con las beneficiarias de los programas porque pasamos por etapas similares.

6. ¿Soy feliz?

Somos felices. La sociedad en general necesita de mujeres con una visión emprendedora empresarial para darle una proyección diferente a un mundo que tiene un nuevo orden. Soymujer está haciendo que las mujeres se sientan respaldadas en sus intenciones de generar ingresos para ellas y sus familias, buscando entregar al mercado propuestas de valor que impacten desde una perspectiva femenina.

7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?

Apenas estamos empezando. Con Soymujer sembramos una semillita de filantropía de nuestro paso por el mundo, con la que esperamos contar con más apoyo para seguir invirtiendo en la educación y formación en áreas clave como ciencia, tecnología e innovación, así como en emprendimiento y liderazgo, hasta llegar al financiamiento.

Seguramente en las empresas propias, habrá probabilidades de vender, ya que tenemos un listado de ideas, es decir, nuevas empresas para hacer realidad.

8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?

Fue muy fácil. Fluimos con facilidad, ya que nos ha caracterizado una personalidad independiente, persistente y global, en nuestro ADN siempre estuvo la inquietud por hacer cosas diferentes, de ir más allá de lo establecido y el ecosistema emprendedor nos lo permite.

9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?

Lo cumplimos 1000 %, consideramos que la vida se trata además de recibir, de dar. En la medida que vamos creciendo como personas y como empresarios natos, el compartir, se arraiga de manera transversal. Nos hace falta seguir mejorando en nuestras versiones como empresarios, llevar la filosofía de Soymujer a otras latitudes para que más seres humanos también cumplan sus sueños y vivan día a día con sentido.

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10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?

En el corto plazo, estamos haciendo actividades clave que antes no, por ejemplo, acercándonos a los medios para dar a conocer todo lo que hemos realizado por alrededor de una década, es vital que esta oportunidad pueda llegar a un número mayor de mujeres que seguramente en este momento se enfrentan con miedo al reto de emprender y una propuesta integral como la nuestra es una alternativa efectiva para ellas.

De otro lado, estamos a punto de publicar nuestro primer proyecto literario, tanto impreso como digital. Lo concebimos como una obra de lectura que promueve el disfrute y pretende fungir como libro de consulta, divulgación y referencia para el ecosistema de la región, a través de narraciones cortas de ficción que, recrean algunas vivencias bajo la dinámica emprendedora actual y testimonios reales.

A largo plazo, tenemos nuestra apuesta en la creación formal de la entidad en un segundo país que está más desarrollado que Colombia, y ofrece, en teoría, mejores condiciones para aumentar nuestro alcance corporativo.

11. ¿Mi emprendimiento es escalable?

El modelo de negocio, tal como se está ejecutando hoy, no es escalable. Precisamente es uno de los propósitos que esperamos lograr en el largo plazo.

12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?

Dado el modelo que manejamos actualmente, no podríamos pensar en inversión, quizá en una siguiente etapa donde seamos empresa B, por ejemplo, plantearíamos el escenario, no nos negamos a esa posibilidad, en caso de que ocurra cuidaríamos en lo posible, seguir teniendo equilibrio entre la vida personal y los negocios, ya que al contar con nuevos socios, altera por lo general las reglas de juego.

13. ¿Qué no volvería a hacer?

Volver a participar en actividades del gobierno que representen demasiado tiempo y que al final el resultado ofrecido no sea significativo o no encaje en la etapa que nos encontremos. Y en otras situaciones se ha podido percibir que solo buscan una publicidad falsa de apoyo al emprendimiento femenino, también evitamos ser partícipes en esos episodios. Ahora somos más cuidadosos al momento de decidir en dónde invertir nuestro tiempo.

14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?

Nos han inspirado los empresarios que desde el anonimato siempre han aportado a mejorar las condiciones de vida de la humanidad de manera auténtica. Nosotros empezamos al revés, y queremos seguir los pasos de quienes optan por aportar entre los que están dispuestos a ayudarse primero a sí mismos y luego a los demás.

15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?

Fracasamos, sí. Nunca pensamos en tirar la toalla. Precisamente al conocer las fuerzas que dominan el ecosistema, para nosotros es claro que fracasar hace parte de ello y además resulta necesario. Es uno de los mensajes que damos a conocer entre las emprendedoras, es más, creamos un evento que se llama “Tras Bambalinas: Conversaciones femeninas confidenciales”, donde invitamos a mujeres empresarias o líderes en tecnología y cultura para que hablen abiertamente de sus experiencias consideradas tradicionalmente como “fracasos”.

La idea nació en 2019 luego de consolidar la información que teníamos sobre el top cinco de los principales temores para decidirse a emprender: el miedo a fracasar se llevó el primer lugar entre las mujeres encuestadas.

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16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?

Somos parte de otras redes y comunidades que también promueven el verdadero significado de emprender y están en sintonía con el liderazgo femenino. Sin embargo, tratamos siempre tener presente que gran parte de lo que sucede depende principalmente de nuestras decisiones.

17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?

Estamos convencidos. Al entregar este tipo de herramientas con enfoque práctico e integral, estamos contribuyendo a romper barreras y a fomentar la igualdad de oportunidades. Además, interactuar con diferentes partes del ecosistema empresarial, crea conexiones y colaboraciones que pueden tener un impacto a largo plazo.

El impacto de nuestra labor puede manifestarse de diversas maneras, desde el crecimiento de empresas lideradas por mujeres hasta el cambio cultural en entornos corporativos para hacerlos más inclusivos y diversos. Además, al ofrecer orientación y apoyo a profesionales y no profesionales, estamos influenciando directamente en el desarrollo individual de las personas, el impacto en sus familias y referentes de liderazgo.

Tenemos presente que la transformación social lleva tiempo, y que con cada paso que damos contribuimos a crear un futuro más equitativo y diverso.

18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?

Estamos aprendiendo a llevar la vida de a poco. A grandes rasgos, en los siguientes diez años nos vemos ejecutando los programas con un mayor componente de tecnología y ejecutándolos en países de habla no hispana también. En cuando a nuestros propios negocios, nos vemos operando en otros continentes.

19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?

Desde el principio han sido un rol fundamental, para avanzar o sentirse bien en ocasiones, se necesita el apoyo y comprensión de la familia. Han sido respetuosos en cuanto a nuestra forma de ver y vivir la vida. También suelen ser comprensivas cuando hemos tenido que ausentarnos para fechas especiales o en el manejo de los gastos, ya que se justifica la labor que hacemos.

Y como pareja que somos, en nuestro hogar, desde hace un buen tiempo decidimos respetar la forma de liderazgo y ejecución en cada una de las iniciativas que tenemos, cuando hemos tenido diferencias, afortunadamente, las hemos sorteado de tal manera que, la relación se fortalezca.

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20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?

Ayudar es nuestra razón de ser, ponemos a disposición nuestra experiencia y gestionamos recursos para que esta propuesta pueda llegar a la mayor cantidad de emprendedoras para que también alcancen sus metas.

21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?

Con el tiempo hemos fortalecido esta parte tan importante, hemos vinculado al equipo a facilitadoras que ejecutan los programas y que cumplen con uno de los requisitos más importantes para ser parte de Soymujer (tener experiencia en el ecosistema emprendedor), también se ha unido una comunicadora, una casa editorial encargada del proyecto literario y una asistente con estudios y experiencia en proyectos.

Desde el principio, las voluntarias, mujeres con sentido de filantropía y de liderazgo profesionales o con experiencia en negocios, nos acompañan de manera presencial y virtual, apoyando a las emprendedoras beneficiarias de los programas. Y cuando la magnitud del proyecto lo ha permitido, han pasado de voluntarias a ser contratadas en los programas y así le damos paso a vincular a nuevas voluntarias que, por lo general, se encuentran en lista de espera, por fortuna.

22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?

Ver la vida desde una perspectiva divergente hace que materialicemos esa visión en cada experiencia que creamos. Además de prepararnos académicamente, somos autodidactas, nos gusta interactuar con emprendedores y con agentes del ecosistema ubicados en otras partes del globo, logrando con ello, que nuestros programas tengan proyección y reflejen nuestro estilo personal.

Por ejemplo, es usual que hablemos sin tapujos y con respeto de bienestar íntimo, de forma holística, y al minuto siguiente, abordemos temas de modelos de negocio en un mismo espacio, así lo hemos hecho desde el principio, teniendo presente que el ser humano es integral, claro, enfocándonos en derribar cualquier barrera que esté evitando el avance personal de las emprendedoras acudiendo a algunas terapias o protocolos considerados de pseudociencia, porque creemos en su efectividad.

23. ¿Qué he aprendido de todo esto?

Emprender se convierte en un estilo de vida con características específicas, te da la oportunidad de vivir experiencias maravillosas, mejorar tu calidad de vida, encontrar mayor sentido a la profundidad de la existencia, viajar, conocer e interactuar con personas que también buscan formas diferentes de ser y de estar en este mundo. Hasta encontrar el amor, como nos sucedió a nosotros, que conformamos un hogar desde hace siete años.

También está el otro lado, en este proceso hemos visto que hay muchas mujeres que creen que emprender es fácil, suelen confundir esta actividad con entornos de autoempleo o rebusque, y cuando se encuentran ante escenarios retadores, terminan desistiendo porque entienden que no nacieron para ello. Algunas se niegan a aceptar que emprender es vender y que uno, si no es el principal actor que puede asegurar la sostenibilidad de la empresa, es el cliente.

Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻‍💻 🤓📚

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