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“Cuando decidimos ejecutar la idea de Tierra Learning Center, confiamos en nuestra experiencia, sumamos planos, ideas y años de conversación con familias. Nos lanzamos con un préstamo y conformamos un equipo comprometido con algo más que un edificio, una cultura educativa distinta, rompiendo la idea de que educar es delegar”.
Así llegó la historia de este negocio a nuestra sección de23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos. Hablamos con sus emprendedoras María Camila y Laura Portela y esto fue lo que nos contaron.
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
Somos María Camila y Laura Portela, fundadoras del Jardín Infantil Bilingüe El Bosque, el Gimnasio El Bosque y Tierra Learning Center.
Laura tiene 37 años. Es licenciada en Pedagogía Infantil, con una especialización en Gerencia y Proyección Social de la Educación, una maestría en Docencia de la Educación Superior y un doctorado en Ciencias de la Educación.
María Camila tiene 35 años. Es trabajadora social, especialista en Gerencia de Proyectos y se ha formado en Conscious Discipline, el Modelo VESS y metodologías derivadas del Proyecto Cero de la Universidad de Harvard.
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?
Durante el proceso de liderar el Jardín Infantil Bilingüe El Bosque y el Gimnasio El Bosque en Bogotá, comprendimos que el sistema educativo necesitaba transformarse. Así nació Tierra Learning Center en Cajicá: un espacio para niños de 0 a 11 años, donde el aprendizaje fluye sin prisas, sin tareas ni castigos, y con familias que pueden acompañar de cerca los procesos, en un entorno lleno de naturaleza y con un espacio de coworking.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
Confiamos en nuestra experiencia, sumamos planos, ideas y años de conversación con familias. Nos lanzamos con un préstamo y conformamos un equipo comprometido con algo más que un edificio, una cultura educativa distinta.
Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.
4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
Solicitamos un préstamo, respaldado con propósito, experiencia y visión a futuro. Fue un salto de fe calculado, dos mujeres invirtiendo en una idea en la que creen profundamente.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando?
Estamos rompiendo la idea de que educar es delegar. En Tierra, las familias pueden estar cerca, lactar, acompañar, observar. Creamos un modelo donde escuela y hogar caminan juntos, y donde los niños viven su presente con sentido y libertad.
6. ¿Soy feliz?
Mucho. Las instituciones que hemos construido son comunidad, propósito y alegría. Ver a los niños tranquilos, a las familias conectadas y al equipo creciendo nos llena todos los días.
7. ¿Vendería mi emprendimiento?
No lo descartamos si se trata de una alianza estratégica alineada con nuestro propósito. Somos muy cuidadosas: El Bosque y Tierra no son solo una marca, son comunidades con alma, y eso no se negocia.
8. ¿Qué tan duro fue emprender?
Muy difícil. Emprender implica soltar certezas, asumir riesgos y aprender de todo. También es una experiencia profundamente transformadora. Lo valioso supera lo duro, sobre todo cuando se construye con propósito y buena compañía.
9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
Sí, y lo seguimos cumpliendo cada día. Lo que empezó como un jardín infantil hoy es una red de instituciones vivas, que sueñan y evolucionan. Cada nuevo espacio que se ha desprendido de nuestra idea inicial, nos impulsa a imaginar más.
10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
Tierra ya es un jardín infantil, pero vamos por más. Estamos consolidando nuestro modelo de microschool para primaria y bachillerato en el Gimnasio El Bosque, con una propuesta flexible, humana y conectada con la vida real. El futuro nos emociona, pero también nos compromete: queremos seguir transformando la educación, paso a paso.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Sí, y ya está sucediendo. Otros colegios están adaptando nuestro modelo y somos parte de una red internacional que comparte esta visión. La transformación educativa no solo es posible, también es replicable.
12. ¿Recibiría inversión de un desconocido?
Solo si comparte nuestra visión. No buscamos capital por capital, queremos alianzas con propósito, que respeten el ritmo y la esencia del proyecto.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
Cada error ha sido parte del aprendizaje. Todo, incluso lo difícil, nos ha traído hasta aquí.
14. ¿Quién me inspira? ¿A quién me gustaría seguir?
Nuestra abuela, con su idea inicial. Nuestra mamá, con su fuerza. Y muchas mujeres que han transformado la educación desde el amor y la valentía.
15. ¿Fracasé? ¿Pensé en rendirme?
Hubo momentos duros, como la pandemia. Pero de ahí mismo surgieron ideas y transformaciones. Nunca pensamos en rendirnos: la misión siempre ha sido más grande.
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16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
Mompreneurs Colombia ha sido una red de inspiración, herramientas y respaldo. Un espacio de crecimiento colectivo entre mujeres.
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
Sí. La educación transforma vidas, familias y comunidades. Lo que sembramos hoy tendrá eco por generaciones.
18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
Consolidando nuestras instituciones en Colombia, generando empleo, acompañando familias y disfrutando el camino.
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
Fundamental. Nos formaron, creyeron en nosotras, y nos han acompañado en cada paso. Sin ellos, esto no existiría.
20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
Sí, nos encanta hacerlo. Acompañamos especialmente a mujeres a creer en su idea, estructurarla y lanzarse. Nos mueve ver a otras florecer.
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
Todo, la experticia de cada una ha hecho posible que estemos en donde estamos ahora mismo.
22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
Sí, nos encanta hacerlo. Acompañamos especialmente a mujeres a creer en su idea, estructurarla y lanzarse. Nos mueve ver a otras florecer.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
A confiar en la intuición, a aprender siempre, a buscar equilibrio entre lo profesional y lo personal.
Tierra y El Bosque no son solo proyectos educativos, son una apuesta por una forma distinta de vivir la infancia y de entender la educación. Lo que empezó como un sueño familiar hoy es una comunidad que demuestra que sí se puede educar con respeto, libertad y propósito.
Sabemos que queda mucho camino por recorrer, pero también que cada paso que damos confirma algo esencial: transformar la educación es posible, necesario y profundamente esperanzador.
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻💻 🤓📚
