Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Comenzar un negocio o proyecto propio puede ser una fuente importante de satisfacción y bienestar. La clave para lograr la felicidad al llevar a cabo una idea radica en la manera de afrontar los retos y desafíos que surgen a lo largo del proceso, así como en cómo se maneja el equilibrio entre la vida personal y profesional. Muchos emprendedores experimentan una gran satisfacción al ver cómo su esfuerzo se transforma en algo tangible. La libertad de ser dueño de su propio proyecto genera una sensación de logro y control sobre el futuro. Además, la pasión por lo que se hace y la oportunidad de aportar algo nuevo al mundo son factores fundamentales que incrementan el sentido de satisfacción personal.
Sylvia Ramírez, abogada con un máster en derecho administrativo, profesora de posgrado en áreas como felicidad, liderazgo, marca personal y psicología del consumidor, y quien además ha participado en el World Business Forum (WOBI), expresó en una de sus conferencias que “la felicidad se reduce a un asunto topográfico: en la vida lo crucial es entender dónde se ha parado, cómo y con quién, y, en la medida de lo posible, adecuarse a lo mejor”. Esta reflexión recuerda que en la práctica del emprendimiento no todo será fácil ni perfecto y que todo depende de la mirada que se le dé a su evolución.
Emprender implica enfrentar incertidumbre, asumir riesgos financieros y, en muchas ocasiones, lidiar con fracasos. Este estrés puede afectar el bienestar emocional si no se maneja de manera adecuada. La clave para equilibrar las emociones negativas y positivas es encontrar formas de disfrutar, mantener una mentalidad resiliente y celebrar los pequeños logros, de manera que el emprendimiento no solo sea viable, sino también placentero.
Para Joaquín Serrano, CEO y cofundador de Sumer, “una plataforma colombiana que le permite a los emprendimientos, mipymes y comercios tradicionales crear su propia tienda digital en cuestión de segundos con la ayuda de inteligencia artificial (AI), la felicidad está asociada a lo que lo hace sentir más completo en la vida. “Ver desde cero un proyecto, que empezó como un pensamiento solamente, que hoy me involucra de tiempo completo, y que además ha logrado comprometer a un equipo de más de 50 personas muy talentosas en crear el mejor producto para las pymes, me hace muy feliz.”
Esto, sumado el apoyo emocional de amigos, familia o incluso una comunidad emprendedora puede ser crucial para mantener una actitud positiva y sentirse respaldado en los momentos difíciles. Esteban y Sofía Varela, los hermanos detrás VAST, una marca de chocolates que redefine el sabor del cacao en Colombia, donde honran el proceso de elaboración de sus productos desde el grano, los bosques donde crece, hasta las personas que lo cultivan, aseguran que son muy felices con su emprendimiento. “Cuando tu trabajo nace de una pasión, de algo en lo que realmente crees, es una chispa mágica que lo cambia todo. Claro que hay retos, días malos, pero poniéndolo en una balanza la felicidad de trabajar en un producto y una marca en la que uno cree, en el sector que además le llamó la atención e impactó, hace toda la diferencia”.
El caso de Gerardo Vecino Carreño, uno de los emprendedores detrás de Qrarte Pets, la herramienta tecnológica que permite cuidar a las mascotas en caso de pérdida, tampoco está aislado del concepto de la felicidad. Desde hace 14 años, junto a su hermano Yair Carreño, han venido desarrollando opciones de emprendimientos tecnológicos para ponerlos al servicio de muchas cosas, no obstante, por diferente razones, quedaban suspendidos. “Qrarte Pets logró consolidarse como un producto completo que en la medida en la que identificamos las necesidades de los clientes, podemos ir mejorándolo, así como también aumentando sus funciones, además, esto nos ha permitido consolidarnos como empresa y nos ha llevado a participar en diferentes escenarios en donde somos referentes en la creación de un producto innovador, así que sí, somos felices”.
Lo importante no es solo alcanzar la meta, sino disfrutar cada paso del camino, aprender de los obstáculos y saber que lo que está creando tiene un verdadero propósito, así que sí, la felicidad sí es posible al momento de emprender. No aparece de un día para otro, pero si se cultivas con pasión, paciencia y esfuerzo, se convierte en una parte esencial de su recorrido, al final del día será una elección basada en sus propios ideales.
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻💻 🤓📚
