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El emprendedor que “convierte los eventos en oportunidades reales” de negocio

“Hemos facilitado más de 210.000 conexiones exitosas, que se han traducido en más de US$ 100 millones en negocios concretos para nuestros usuarios”, dice Andrés Rico-Grisales.

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Edwin Bohórquez Aya
04 de septiembre de 2025 - 03:21 p. m.
Andrés Rico-Grisales (segundo de izquierda a derecha) junto al equipo que lidera Two To Tango.
Andrés Rico-Grisales (segundo de izquierda a derecha) junto al equipo que lidera Two To Tango.
Foto: GUSTAVO TORRIJOS
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Cuando conocí a Andrés Rico-Grisales me parecía estar volviendo a los tiempos de la pandemia, cuando logré entrevistar a varios emprendedores que, ante la realidad, buscaban soluciones para las empresas a la hora de hacer eventos virtuales. Pero lo suyo, lo de Rico-Grisales, iba, claro, más allá. En voz de él, se leería así: “Two To Tango es la plataforma que convierte los eventos en oportunidades reales”.

Y es la parte en donde los periodistas preguntamos, ¿cómo así? "Imagina que entras a un congreso enorme: hay charlas, stands y miles de personas, pero no sabes con quién hablar para que tu tiempo valga la pena. Con Two To Tango no estás perdido: la tecnología analiza quién eres, qué ofreces y qué buscas, y te conecta directamente con las personas que pueden abrirte puertas —clientes, aliados, inversionistas o futuros socios. Así, en vez de salir de un evento con solo tarjetas de presentación, sales con conexiones que pueden cambiar tu futuro".

El asunto, como dicen los marineros, iba “viento en popa”. Le pedí cifras: “Hoy Two To Tango cuenta con un equipo interdisciplinario con base en Colombia (Bogotá) y Estados Unidos (Boston), integrado por ingenieros, expertos en datos, en inteligencia artificial, en eventos y en estrategia comercial. Hemos acompañado a empresas en más de 10 países y más de 150 industrias y sectores, con presencia activa en mercados como Colombia, México, Argentina, Costa Rica y Estados Unidos, y con solicitudes desde Europa, África y Asia. A la fecha hemos facilitado más de 210.000 conexiones exitosas, que se han traducido en más de US$ 100 millones en negocios concretos para nuestros usuarios. Lo que comenzó como una idea en un congreso en Río de Janeiro hoy es una plataforma que genera empleo, abre mercados y democratiza el acceso a oportunidades de negocio en todo el mundo”.

Así que aquí está su historía, contada a través de nuestro cuestionario 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos:

1. ¿Cuántos años tengo y qué estudié?

Más que una sola edad o un solo título, Two To Tango es el reflejo de un equipo multidisciplinario que se mueve entre los 20, los 30 y los 40 años. Venimos de distintos caminos académicos: administración, finanzas, inversiones, relaciones públicas, ingeniería, maestrías en datos, seguridad y negocios internacionales.

Lo interesante no es solo lo que estudiamos, sino cómo lo hemos puesto en práctica. En nuestro equipo hay quienes han hecho dobles programas universitarios, con un fuerte enfoque en ingeniería y desarrollo de software; especialistas en datos con gran pasión por la inteligencia artificial; expertos en ciberseguridad e infraestructura tecnológica.

Y todo ese conocimiento se complementa con la experiencia práctica: proyectos reales, muchos de ellos en la industria de los eventos, que es un verdadero epicentro de oportunidades que necesitan ser conectadas. Ahí es donde vimos un vacío y decidimos actuar: poner el conocimiento, la experiencia y la tecnología al servicio de quienes asisten a eventos y buscan generar negocios reales.

2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?

La idea de Two To Tango no nació una sola vez, sino tres. Y en cada intento se hizo más fuerte.

En 2013, trabajando con misiones empresariales y en contacto constante con fondos de inversión de EE. UU., Europa y América Latina, entendí de primera mano el drama de miles de empresas: invertir en ferias y congresos internacionales sin lograr un retorno claro. Ese año, en un congreso en Río de Janeiro, conecté personalmente a diez empresas colombianas con más de tres mil asistentes, generando clientes, aliados, inversores y mentores. Ese fue el germen de lo que años después sería TTT.

En 2015 lancé la primera versión, con pocos recursos, casi de forma artesanal. En 2019, con más experiencia y aliados, llegó un relanzamiento exitoso. Pero la pandemia lo cambió todo: cero eventos, cero escenarios para conectar. Fue mi tercer cierre.

En 2022 decidí dar un último chance. Me fui a Boston, en pleno invierno a -23 grados, a tocar puertas. Tras meses de preparación y presentaciones, logré entrar a una de las aceleradoras más importantes del mundo, que selecciona apenas a doce emprendedores globales en cada cohorte. Para ello tuve que constituir una empresa en EE. UU., formalizar todo el andamiaje y demostrar que Two To Tango tenía una misión clara: democratizar el acceso a clientes y aliados en los eventos de negocios.

Lo que creé es una plataforma que permite a cualquier profesional crear un perfil de negocios y hacer match con su próximo cliente, inversionista, aliado o proveedor. Una solución a un problema estructural: mientras más del 70% de las startups en el mundo mueren en sus primeros cinco años, y en América Latina hasta un 90% fracasan en el primero, TTT abre la puerta para que cada emprendedor tenga acceso real a las conexiones que necesita para sobrevivir y crecer.

Hoy, después de tres nacimientos, tres caídas y una última apuesta, Two To Tango es una plataforma que garantiza que cuando alguien va a un evento, no regrese a casa con las manos vacías.

3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?

Two To Tango no nació de un golpe de suerte ni de un cheque millonario desde el inicio. Se construyó a punta de resiliencia, creatividad y fe compartida.

Al comienzo, fueron los family and friends quienes creyeron: amigos que se sumaron como fans de la idea, una inversionista ángel, luego un family office que apostó por emprendedores tecnológicos. Pero el capital era insuficiente para el tamaño del reto. Terminé acudiendo a créditos bancarios, incluso a tarjetas de crédito, cargando con deudas que me recordaban cada día lo costoso que podía ser perseguir un sueño.

Con el tiempo entendí que esto no era un proyecto que podía hacerse realidad con poco dinero: requería millones de dólares para consolidar un producto de talla global. Encontrar el product-market fit fue otro desafío: en los eventos había necesidad, pero no siempre el cliente dispuesto a pagar era evidente. Descubrí que el organizador podía ser un cliente, pero más que eso, debía ser un aliado estratégico.

En medio de la pandemia, después de perder un contrato millonario en dólares que habría cambiado la historia de mi familia, llegaron los días más oscuros del emprendimiento. En julio de 2020, lleno de deudas, apareció una persona clave: un colega que conocí en Harvard, en un programa de negocios internacionales. Era alguien brillante, que había liderado proyectos especiales en el MIT, que decidió creer en mí y en Two To Tango. Me desafió, me enfocó, me ayudó a contar la historia de manera correcta y a sentarme frente a los inversionistas adecuados.

Ese acompañamiento transformó todo. Logré mi primer fundraising internacional en 2022, lo que permitió mantener vivo el proyecto. Con el tiempo, este mentor se convirtió en socio y hoy, cinco años después de conocernos y de trabajar juntos, sigue siendo un pilar estratégico.

Pero más allá de socios, inversionistas o mentores, debo reconocer que mi esposa ha sido la más fiel admiradora de este proyecto y de su misión. En dos momentos críticos, cuando yo consideraba tomar otros caminos, fue ella quien sostuvo el timón: me recordó el propósito, reforzó mi foco y me dio la fuerza para resistir. Su convicción me ha impedido abandonar, y gracias a eso Two To Tango sigue vivo.

La realidad es que este camino estuvo lleno de personas que vinieron y se fueron, porque no todos tienen la resistencia para pasar años y años luchando. Pero también llegaron los correctos: inversionistas de EE. UU. y México, ángeles de diferentes países, y un equipo que encajó con experiencia y ejecución.

En febrero de 2022, con la entrada de nuevos inversionistas internacionales, sentí que Two To Tango verdaderamente renacía. Hoy, gracias a ese recorrido, tenemos una plataforma que conecta miles de personas de manera exitosa, respaldada por un capital relacional, humano y financiero que parecía imposible en los primeros días.

4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?

El capital inicial de Two To Tango no vino de grandes rondas de inversión, sino de un recorrido personal lleno de aprendizajes. Entre 2013 y 2015 creé una empresa de consultoría para internacionalización. Ese proyecto, que terminé cerrando con éxito, me dio algo más valioso que dinero: me dio credibilidad frente a los bancos, un historial de resultados y la certeza de que podía construir algo más grande.

Con los recursos de esa venta, mis ahorros y créditos bancarios nació la primera versión de Two To Tango. Más adelante llegó una inversionista ángel y luego un family office colombiano que decidió apostar por la visión. Pero antes de eso, muchas veces no sabía cómo iba a pagar las deudas bancarias. La respuesta siempre fue la misma: trabajo incansable y resiliencia.

Para abrir puertas, tuve que hacer decenas de proyectos gratis. Esos trabajos sin honorarios me dieron la hoja de vida que necesitaba para mostrar resultados y ganar confianza. Y con cada proyecto que se cerraba, con cada cliente que se sumaba, lograba cubrir deudas y reinvertir en el sueño.

En el camino, también recibí préstamos familiares, sin intereses, que me dieron oxígeno en los momentos más duros. Y años después, cuando el emprendimiento tomó tracción, compré la participación de uno de mis primeros socios, como un acto de respeto y responsabilidad.

Así se pagó: con proyectos entregados contra todo pronóstico, con persistencia, con apoyo familiar y con la convicción de rodearme de las personas correctas. No hubo fórmulas mágicas. Fue la suma de trabajo duro, confianza ganada y un propósito que nunca abandoné.

5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?

Con Two To Tango estoy logrando lo que me propuse desde el inicio: conectar empresas con oportunidades reales de negocio. La mayoría son pequeñas y medianas compañías que, gracias a la plataforma, hoy pueden sentarse frente a clientes de gran empresa, acceder a programas de gobierno, acercarse a inversionistas, identificar aliados estratégicos y generar relaciones que transforman su futuro.

Lo que en 2013 era apenas una intuición, hoy se mide en cientos de miles de conexiones exitosas. Pero más allá de las métricas, lo que me conmueve es ver el impacto humano: empresas que después de un evento con TTT han cerrado negocios, han contratado más personas y, en consecuencia, han dinamizado la economía de su región.

Eso es lo que verdaderamente estamos cambiando: no solo generamos negocios, también generamos empleo y desarrollo económico. Two To Tango nació para democratizar el acceso a clientes y aliados, y cada conexión lograda significa que una empresa puede crecer, sobrevivir y aportar más a la sociedad.

Sin embargo, no me conformo. Los cientos de miles alcanzados hasta ahora son apenas un comienzo. La visión es que la tecnología cuente cientos de miles de nuevas conexiones cada semana y millones cada mes, en múltiples geografías, sectores y tamaños de empresa.

Ese es el cambio que persigo: que ningún emprendedor, empresario o profesional vuelva a sentirse solo frente a la falta de acceso a clientes. Que cada oportunidad tenga un camino claro para encontrarse con quien realmente la necesita.

6. ¿Soy feliz?

Responder si soy feliz no es tan sencillo. Para mí, la felicidad no es un destino al que se llega y en el que uno se queda para siempre. Es más bien algo que tocas por momentos, que aparece en instantes de plenitud y propósito.

Soy feliz cuando veo que un emprendedor o empresario me cuenta que gracias a Two To Tango cerró un cliente por millones de pesos, que encontró tres nuevos aliados o que consiguió inversionistas que transforman su negocio. Esos relatos, que parecen números, son en realidad vidas cambiadas. Y cuando los escucho, siento orgullo y sí, me siento feliz.

En mi vida personal, mi mayor motor de felicidad es mi esposa. Ella ha estado conmigo en cada paso, conoce las luces y sombras del proyecto, y ha sido ese soporte que me devuelve el enfoque cuando la carga se vuelve demasiado pesada.

Claro, no todo es una línea recta. Hay días en los que me siento pleno con lo construido, y otros en los que reconozco que aún me faltan respuestas, más experiencia, más conexiones correctas y más trabajo para poner la plataforma en manos de millones de personas. Como dice mi padre: todo en la vida es un proceso, y la felicidad también lo es.

En resumen, no veo la felicidad como un estado final. La encuentro en el impacto que generamos, en el amor que me sostiene y en la convicción de que estamos cambiando vidas una conexión a la vez.

7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?

Sí, definitivamente vendería mi empresa. Y lo digo con absoluta claridad, porque creo que parte de ser un buen fundador es reconocer que uno puede ser la persona adecuada para llevar un proyecto hasta cierto punto… pero no necesariamente para todos los capítulos de su historia.

He tenido la fortuna de ser asesorado por fundadores de unicornios a quienes admiro profundamente. Uno de ellos, muy visionario y parte de nuestro consejo asesor en Boston, me compartió una reflexión que nunca olvidé: “El fundador es la persona correcta hasta cierto punto de la empresa. Llega un momento en el que se necesitan otras energías, otros talentos y un capital mucho mayor para llevarla al siguiente nivel”.

Two To Tango está construida para ser una plataforma global, y eso implica que en algún punto podrían llegar grandes jugadores —de tecnología, de eventos o del mundo de los datos— con la capacidad de integrar nuestra solución, escalarla con una infraestructura masiva y ponerla en manos de millones de personas.

En ese escenario, vender no es renunciar, es asegurar que la misión se cumpla en mayor escala. Lo importante es que la esencia permanezca: democratizar el acceso a clientes, aliados e inversionistas. Si eso se multiplica bajo el paraguas de una compañía más grande, entonces la venta sería no solo viable, sino un paso natural en la evolución de Two To Tango.

8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?

Emprender ha sido un proceso profundamente exigente. Después de trabajar en multinacionales, en el sector gobierno y en diferentes países de América Latina, Estados Unidos, Europa y Asia, llegué a la conclusión de que quería hacer algo mucho más grande. Descubrí que una de mis mayores fortalezas era lo que yo llamo mi “superpoder”: la capacidad de relacionarme con personas influyentes, empresarios y agentes de cambio, y conectar oportunidades reales. Y pensé que ese talento debía transformarse en tecnología.

Lo que no imaginaba era lo difícil que sería crear una empresa de base tecnológica. Ya había tenido éxito en otros negocios: fui socio de una compañía de productos industriales que importaba de Europa, luego fundé una consultora de internacionalización que me dio capital y credibilidad. Con esos recursos decidí lanzarme a mi tercera empresa, esta vez de tecnología. Subestimé la complejidad. Crear una startup no fue difícil en la decisión, pero sí infinitamente difícil en la ejecución.

Emprender en tecnología te lleva a lugares muy oscuros en lo personal: incertidumbre constante, sacrificios financieros, decisiones de vida que te ponen a prueba como profesional y como ser humano. Recuerdo la cara de preocupación de mi padre cuando le dije que iba a emprender. Tenía un buen trabajo y él, con sabiduría, me advirtió que lo estaba arriesgando todo. Hoy entiendo esa preocupación, y no sé que empleo me habría permitido impactar a cientos de miles o incluso millones de personas, como lo estamos logrando con Two To Tango.

En resumen: sí, ha sido muy duro emprender. Durísimo.

9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?

No, aún no he cumplido mi sueño. Lo que he logrado hasta ahora es apenas el inicio de una travesía mucho más grande. Mi verdadero sueño es impactar la vida de cientos de miles, incluso millones de personas y empresas en el mundo, y todavía estoy lejos de esa meta.

Hoy comenzamos a ver señales de lo que puede ser un crecimiento exponencial: tableros en tiempo real que muestran oportunidades por sector, por producto, por servicio, por geografía. Minuto a minuto se actualizan las reuniones generadas, y esto nos da una visión clara de cómo podemos transformar la forma en que las empresas acceden a clientes y aliados.

Pero lo que sueño va más allá: quiero que Two To Tango se convierta en el primer laboratorio de inteligencia artificial dedicado al desarrollo económico, un espacio donde la data y la tecnología no solo conecten personas en eventos de negocios, sino que también creen un nuevo “piso de corredores de bolsa”. Imagino pantallas de Two To Tango en diferentes países, identificando oportunidades en tiempo real, con “traders de relaciones” —jóvenes capacitados— que faciliten millones de conexiones para millones de empresas.

Ese es el norte. Lo que tenemos hoy es apenas una semilla de lo que puede venir. No he cumplido mi sueño, pero estoy convencido de que estamos construyendo los cimientos de algo mucho más grande, algo que sí cambiará la manera en que se hacen negocios en el mundo.

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10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?

Ahora lo que sigue es dar un salto aún más ambicioso. Estamos lanzando el laboratorio de inteligencia artificial de Two To Tango, donde nuestros tableros y pantallas ya comienzan a mostrar en tiempo real los mapas de desarrollo económico: número de negocios, volumen de reuniones posibles, prospectos, impacto generado y, lo más importante, el monto de los negocios que ayudamos a cerrar. Hoy, esa cifra ya supera los 100 millones de dólares para nuestros usuarios.

Pero este es apenas el inicio. Lo que viene es:

  1. Consolidar aún más al equipo, atrayendo talento que potencie nuestra capacidad de ejecución.
  2. Impactar eventos más grandes, no solo en Colombia sino en diferentes regiones del mundo, llevando la plataforma a congresos de talla global.
  3. Crear comunidades de negocio que trasciendan el evento mismo, conectando gremios y asociaciones durante todo el año, y no solo en una fecha puntual.
  4. Afianzar nuestro algoritmo de matchmaking con inteligencia artificial para que evolucione hacia un verdadero compañero de negocio, un partner digital: alguien que entienda las necesidades de cada empresa, identifique oportunidades y sugiera contactos estratégicos de manera predictiva.

En resumen: lo que sigue es trabajo, mucho trabajo. Pero también la convicción de que estamos construyendo la próxima generación de plataformas de networking, donde la inteligencia artificial y la data se convierten en motores reales de desarrollo económico.

11. ¿Mi emprendimiento es escalable?

Definitivamente sí. Two To Tango es una empresa diseñada para escalar globalmente. La razón es simple: los congresos y eventos de negocios suceden en todo el planeta, todos los días. Solo en Estados Unidos, se realizan más de medio millón de eventos tipo congreso al año. Cada uno de ellos concentra a miles de personas que buscan lo mismo: generar conexiones y hablar de negocios.

Aunque nuestro foco principal ha sido Colombia, de manera orgánica ya hemos recibido solicitudes de diferentes partes del mundo. Hemos apoyado eventos en México, misiones empresariales de Brasil, encuentros en Argentina, Costa Rica, Miami y Nueva York. También hemos recibido invitaciones para conectar empresarios en escenarios tan diversos como Timor —el país más joven del mundo al sur de Indonesia—, Egipto en el norte de África, Albania con su comercio exterior, o Irlanda con sus foros sectoriales.

Esa diversidad muestra que la necesidad es universal. Más allá de actualizarse o aprender, la razón principal por la que la gente asiste a un congreso es para conectar con clientes y aliados. Y esa es exactamente la misión de Two To Tango.

La tecnología hace que podamos replicar el modelo en cualquier geografía, mientras mantenemos la esencia: combinar lo humano con lo digital para que nadie vuelva de un evento con las manos vacías. Por eso digo con certeza: Two To Tango no es solo un emprendimiento, es un negocio completamente escalable.

12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?

Sí, recibiría inversión de un desconocido. De hecho, ese es el día a día en el mundo del Venture Capital: llegas con tu historia, tienes unos minutos para contarla y, si hay interés, comienza un proceso de conocerse. Es curioso, porque justo como en un evento de negocios, todo inicia con ese primer paso de acercarse a alguien que nunca habías visto.

En esos encuentros, lo que define la relación no es la cercanía previa, sino la confianza que se genera alrededor de la visión, el impacto y la oportunidad de crecimiento. Si un inversionista cree en mí, en Two To Tango y en el potencial de multiplicar valor, entonces es natural que le ceda una parte de la empresa. Así funciona el ecosistema global y así crecen las startups.

Por supuesto, hay que tomar precauciones: revisar la procedencia del capital, asegurarse de que sean fuentes honestas, evaluar si el monto ofrecido justifica la cesión de acciones. Hay inversiones pequeñas que pueden no ser estratégicas, mientras que hay otras que realmente cambian la vida de una compañía. Y más allá del dinero, lo más valioso es cuando ese inversionista abre puertas, trae conocimiento o redes que potencian el proyecto.

En lo personal, creo mucho en la serendipia: esos momentos en los que la vida pone a dos desconocidos en el mismo camino y ocurre algo transformador. En cierta forma, eso es exactamente lo que hace Two To Tango: conecta desconocidos para que sucedan cosas maravillosas.

13. ¿Qué no volvería a hacer?

Hay varias cosas que no volvería a repetir en este camino, pero destaco tres que me han dejado lecciones muy claras:

  1. Regalar mi trabajo. Durante mucho tiempo acepté hacer eventos sin cobrar, bajo la promesa de “visibilidad” o de que el logo de la empresa estaría en un material. La realidad es que esa visibilidad rara vez se traduce en valor real. Mientras tanto, yo asumía los costos de servidores, equipo, viajes y tiquetes. El trabajo tiene un precio, y nunca más lo regalaría.
  2. Tolerar un mal empleado. Aprendí que un mal perfil en un equipo puede frenar el crecimiento, contaminar la cultura y afectar la motivación de todos. En inglés hay una frase sabia: “hire slow, fire fast”. Tomarse el tiempo para contratar bien y, si no funciona, dejar ir rápidamente. Esa disciplina es vital.
  3. Asociarme a la ligera. Los socios o empleados clave no pueden elegirse solo por buenas intenciones o palabras bonitas. Las acciones y los resultados deben ser la medida para asociarse o no. Hoy creo en los acuerdos con vesting, donde la participación se gana con hechos, con ejecución y con resultados.

En resumen: no regalaría el trabajo, no mantendría a personas que no encajan en el equipo y no entregaría acciones por discursos bonitos. El emprendimiento exige realismo y disciplina: se avanza con resultados, no con intenciones.

14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?

Una de las personas que más me inspiró fue Erwin Kaufmann, un empresario que, viniendo de una familia muy humilde, construyó cosas gigantes. Lo que más admiro de él es cómo convirtió la adversidad en disciplina y resiliencia. Con apenas unos miles de dólares fundó una empresa que luego vendió en millones, pero su legado va mucho más allá del éxito económico.

Fue pionero en la innovación corporativa: implementó esquemas de participación accionaria y reparto de utilidades para sus empleados en una época (mediados del siglo XX) en la que nadie hablaba de esto. Creía firmemente que tratar bien a la gente siempre se devolvía en lealtad, motivación y resultados.

Su fundación, que lleva su nombre, hoy es una de las más influyentes en emprendimiento y educación en Estados Unidos. Defendía la idea de que el verdadero éxito empresarial no se mide solo en cifras, sino en la capacidad de devolver valor a la sociedad. Fue pionero en promover ecosistemas de apoyo estructurados para emprendedores: mentoría, financiamiento, formación y comunidad. Su visión trascendió la empresa individual para pensar en el impacto colectivo.

Además de Kaufmann, también me inspiran líderes como Jeff Bezos, por su disciplina y visión para escalar un negocio global, y Warren Buffett, por su sabiduría financiera y su insistencia en la independencia y tranquilidad que da un manejo responsable del dinero.

Son referentes distintos, pero todos tienen algo en común: la convicción de que los grandes proyectos se construyen con disciplina, visión de largo plazo y una profunda conciencia de impacto.

15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?

Sí, he fracasado más de una vez. Mi camino no ha sido una línea recta de aciertos, sino una combinación de logros, errores y aprendizajes duros. He intentado consolidar sociedades que no funcionaron porque había visiones distintas, momentos de vida diferentes o porque simplemente el emprendimiento, con toda su presión, puso a prueba relaciones que no resistieron.

También tuve que cerrar la empresa dos veces en el camino. Quebrar, asumir deudas, ver cómo un proyecto en el que creías profundamente se desmorona frente a tus ojos, es una de las experiencias más duras que un emprendedor puede vivir. Hubo días en los que me pregunté si valía la pena seguir y sí, pensé en tirar la toalla.

Pero cada fracaso fue también una fuente de claridad. A través de la prueba y el error descubrí cosas que no habría aprendido de otra manera. Algunas lecciones llegaron de forma dura y cruel; otras me regalaron insights valiosos que iluminaron el camino y me mostraron la dirección correcta.

En resumen: sí, fracasé, y sí, pensé en renunciar. Pero cada caída se convirtió en un cimiento para levantarme más fuerte. Hoy sé que sin esos fracasos, Two To Tango no sería lo que es.

16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?

Por fortuna sí. Soy parte de Techstars, una de las comunidades globales más influyentes de líderes y emprendedores en tecnología. Techstars tiene presencia en más de 150 ciudades y un proceso de selección sumamente riguroso. Formé parte de la cohorte de Techstars Boston, ubicada cerca de la milla innovadora de Cambridge, rodeada por Harvard y MIT, lo que la convierte en un epicentro de talento, ciencia, data y estrategia de negocios.

El programa dura tres meses y exige estar 100% enfocado en la empresa. Allí descubrí de primera mano el poder de la comunidad. No era solo sobre construir un negocio, sino sobre ver la compañía desde un ángulo de 360 grados y trabajar cada detalle con el acompañamiento de mentores de talla mundial.

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Una de las experiencias más enriquecedoras eran los almuerzos semanales con fundadores de unicornios y empresarios visionarios. No llegaban a contar lo fantástico que era ser ellos, sino a compartir cómo enfrentaron sus mayores miedos y superaron sus errores. Escuchar de primera mano esas historias humanas, en un entorno tan cercano, marcó profundamente mi perspectiva como emprendedor.

Además, en Colombia también he creado y participado en comunidades locales de inversión y apoyo a emprendedores. En su momento, junto a otros colegas, invertimos en siete startups nacionales, convencidos de que apoyar a otros fundadores también fortalece el ecosistema.

Hoy puedo decir con orgullo que hago parte de una red de personas generosas, a quienes puedo acudir en busca de consejo o con quienes puedo explorar sinergias. La comunidad es una de las claves para resistir en el camino del emprendimiento y para multiplicar el impacto.

17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?

Sin duda alguna, sí. Cuando logras crear empleo, el impacto trasciende de inmediato a una, dos o incluso tres generaciones. Cuando conectas empresas con clientes, proveedores con aliados e inversionistas con emprendedores, generas un efecto multiplicador que transforma sociedades. Ese es el corazón de lo que hace Two To Tango: crear beneficios reales para personas y empresas.

Estoy convencido de que este trabajo impactará nuevas generaciones. La tecnología está siendo adoptada de manera natural por los más jóvenes, y en mi equipo ya tengo personas recién egresadas que están dejando huella desde sus primeros pasos profesionales. El impacto no es solo hacia afuera; también lo vemos en casa, en la forma en que los miembros de Two To Tango crecen, aprenden y construyen futuro dentro del proyecto.

Además, hemos dado apoyo a voluntarios y embajadores en diferentes ciudades, incluso donde no tenemos presencia física directa. En muchos casos son estudiantes que encuentran en TTT una oportunidad de empleo, aprendizaje y participación en la construcción de una red global de negocios.

Nuestra visión también incluye formar nuevo talento: ingenieros, analistas, profesionales de datos y futuros emprendedores que, gracias a la plataforma y a nuestra apuesta por la inteligencia artificial, ayudarán a miles de empresas a encontrar clientes y oportunidades.

Definitivamente, sí creo que lo que estamos construyendo trasciende. Porque más allá de la tecnología, lo que hacemos es abrir caminos para que nuevas generaciones tengan acceso a empleo, conocimiento y redes de oportunidad que antes estaban reservadas solo para unos pocos.

18. ¿Cómo me veo en 10 años? ¿Cómo veo mi empresa?

Hablar de 10 años siempre es un reto. Incluso prever qué ocurrirá en 10 meses ya es complejo, porque la vida y la tecnología avanzan a una velocidad gigantesca.

Lo que sí tengo claro es el lugar que queremos ocupar: que cuando alguien piense en conectarse con otra persona en un evento o en una comunidad, lo primero que se le venga a la mente sea Two To Tango. Que la plataforma sea ese “placeholder natural”, el punto de referencia inevitable para generar conexiones de negocio.

En el camino, seguramente llegarán conversaciones con grandes compañías tecnológicas o gigantes de la industria de los eventos y los datos. De ellos aprenderemos mucho y, llegado el momento, podrían ser quienes escalen la plataforma a un nivel global, impactando a millones de personas.

Si me aventuro a imaginarme en 10 años, me veo como alguien que ya habrá vendido la empresa y estará dedicado a invertir en nuevos emprendedores y compañías. Veo a Two To Tango como una unidad estratégica dentro de un gran jugador global, transformando el mundo de los negocios a escala masiva.

El futuro de TTT no se trata solo de crecer como empresa, sino de construir un legado: demostrar que desde Latinoamérica también se puede crear tecnología con impacto global, capaz de cambiar cómo se generan oportunidades de negocio en el planeta.

19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?

Mi familia ha sido un pilar fundamental en este camino. Han estado presentes en cada paso, apoyándome en todas las iniciativas, celebrando conmigo en los buenos momentos y preocupándose en los más difíciles. Más allá de acompañarme, han vivido a través de mí lo que significa ser emprendedor tecnológico: las largas jornadas, la incertidumbre, los riesgos y también las pequeñas victorias que saben a gigantes.

En especial, mi esposa ha sido un motor decisivo. En momentos críticos, cuando yo pensaba en mirar otros caminos, fue ella quien me devolvió el foco y me recordó el propósito. Su fe inquebrantable ha sido, sin duda, una de las razones principales por las que el proyecto sigue vivo y creciendo.

Mis amigos también han jugado un papel clave. Algunos han trabajado conmigo, otros han invertido en la empresa en los momentos más duros, cuando pocos habrían apostado. De hecho, el renacer de Two To Tango en 2022 se dio gracias a que uno de mis amigos más cercanos creyó en el proyecto y decidió invertir. Ese gesto abrió la puerta a nuevos fondos de inversión y marcó un punto de inflexión en nuestra historia.

En resumen, familia y amigos no han sido solo espectadores, han sido parte activa de esta travesía. Son el grupo de apoyo silencioso pero invaluable, ese círculo íntimo que sostiene al emprendedor cuando las fuerzas parecen agotarse.

20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?

Sin duda, sí. Y de hecho ya lo he hecho. Hace ocho años creé un vehículo de inversión junto con una comunidad de más de 50 emprendedores en Colombia. A través de este espacio apoyamos a siete startups: algunas no sobrevivieron, pero otras hoy están creciendo con fuerza y se están convirtiendo en verdaderos ejemplos de país. Esa experiencia me confirmó lo valioso que es creer en otros fundadores.

Mi visión post TTT es seguir haciéndolo de manera más estructurada. Me gustaría construir un modelo híbrido entre Venture Capital y Private Equity: no solo aportar capital, sino también trabajar de la mano con algunos CEOs, involucrarme activamente en buscar soluciones a sus retos, compartir aprendizajes y ayudarles a llevar a la realidad las ideas brillantes que tienen en la cabeza.

Creo firmemente que en Colombia y en mundo hay personas valiosas con ideas extraordinarias, que muchas veces mueren por falta de acceso a capital, redes o acompañamiento.

21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?

El equipo ha jugado un papel absolutamente fundamental. Two To Tango no sería posible sin el talento y la entrega de cada uno de sus miembros.

En gran medida somos un equipo de ingenieros. Entre ellos, un ingeniero de sistemas con maestría en Ingeniería y Datos que ha sido clave para evolucionar el producto, atender emergencias críticas de clientes y mantener la plataforma en constante mejora. Otro miembro lidera el desarrollo de la segunda versión —la más reciente— de nuestra aplicación, un avance que nos tiene muy motivados porque refleja todo lo que hemos aprendido en el camino. Se suman también ingenieros especializados en calidad y en asegurar que cada detalle funcione con precisión.

A la parte técnica se agregan perfiles estratégicos. Contamos con un profesional con experiencia de casi una década en la operación de eventos, que luego trabajó en una empresa Event Tech durante cuatro años y que hoy aporta su visión práctica y académica al corazón de nuestro negocio. Tenemos además líderes con trayectoria en marketing, relaciones internacionales y ventas que enriquecen el proyecto con su mirada global.

En Boston contamos con una persona brillante: gran comunicador, estratega y vendedor, con una red de contactos invaluable y un enfoque impecable. Su aporte es determinante para abrir puertas en mercados internacionales y trazar la estrategia de expansión.

En mi caso, aporto la experiencia de haber trabajado con fondos de inversión, liderado misiones internacionales y creado dos empresas antes de Two To Tango, con todo lo que eso implicó en aprendizajes, capital y resiliencia.

Lo que más valoro es cómo se complementan: diferentes habilidades, trayectorias y pasiones, todas alineadas en torno a una misión común. El equipo no solo ejecuta, el equipo inspira. Y es ese capital humano el que convierte a Two To Tango en mucho más que una plataforma: en una comunidad de talento trabajando por el mismo sueño.

22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?

Mi sello personal es la capacidad de conectar personas y oportunidades. No solo lo hago para mi empresa, sino también para otros: conectar compañías entre sí, aliados con clientes, emprendedores con inversionistas. Esa ha sido mi vocación y hoy es mi misión.

A lo largo de mi trayectoria tuve la oportunidad de apoyar fondos de inversión, trabajar con empresas que buscaban expandirse y ayudar a otras a internacionalizarse. Eso me permitió desarrollar una mirada afinada: identificar con rapidez qué oportunidades existen y cómo conectarlas con los actores correctos. Lo hice de manera artesanal durante años, y después comprendí que lo que necesitaba era escalarlo a cientos de miles o millones de empresas.

Lo que me diferencia del resto es la especialización radical en el arte de conectar. Mientras a muchas startups les piden convertirse en mil cosas diferentes, yo he mantenido el foco: Two To Tango existe para conectar. Nuestra obsesión ha sido evolucionar una tecnología que, en menos de 90 segundos, permita a cualquier empresa crear su perfil y hacer match inmediato con clientes o aliados potenciales, todo respaldado por inteligencia artificial.

No construimos solo una tecnología para eventos: estamos construyendo una tecnología de business match, que democratiza el acceso a clientes y aliados y que tiene el potencial de convertirse en una empresa gigante, con impacto directo en la economía global.

23. ¿Qué he aprendido de todo esto?

He aprendido todos los días durante muchos años, pero si tuviera que resumirlo en tres lecciones, serían estas:

  1. La diferencia entre rapidez y velocidad. Ir muy rápido no siempre significa avanzar; a veces significa correr en círculos. Lo importante es moverse a una velocidad constante, hacer los ajustes necesarios y avanzar paso a paso hacia la meta. Esa diferencia es la que hoy implementamos como equipo: no se trata de correr por correr, sino de avanzar con dirección.
  2. La tecnología nunca está terminada. Por más avanzada que sea, siempre habrá espacio para mejorar. Lo que sí debe tener un equipo es un producto estable, sólido, que funcione a la perfección y entregue valor real al mercado. Construir sobre esa base permite generar impacto, escalar y crecer. La estabilidad es el cimiento de la innovación.
  3. El foco sobre el ruido. He aprendido a trabajar con la metodología de signal vs noise ratio: identificar cuáles son las tres cosas más importantes que debo cumplir en el día y dedicar la mayor parte de mi energía a lograrlas. El resto, aunque necesario, no puede distraer de lo esencial. Enfocarse en lo importante genera momentum, disciplina y motivación dentro del equipo, y eso se traduce en logros concretos.

En resumen, he aprendido que la disciplina, el foco y la claridad de propósito son lo que convierten un sueño en una empresa real. Y que, si logras mantenerte firme en medio del ruido, terminas construyendo algo que impacta mucho más allá de ti mismo.

Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻‍💻 🤓📚

Edwin Bohórquez Aya

Por Edwin Bohórquez Aya

Comunicador social-periodista. MBA Inalde Business School. Premio Iberoamericano de Periodismo Económico IE Business School, Madrid (España). Premio a Mejor trabajo periodístico de Analdex, categoría prensa@EBohorquez_EyLebohorquez@elespectador.com
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