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Los jóvenes que crearon una marca de snacks premium y ya venden en siete países

“Empezamos vendiendo 600 salsas en 2015 y hoy en día vendemos algo cercano a 10 millones de unidades de snacks al año”, dicen sus creadores.

24 de noviembre de 2021 - 02:42 p. m.
Nicolás Eberl Peick, director de Negocios Internacionales, junto a José Ricardo Betancur Calle, gerente general de Vector Foods.
Nicolás Eberl Peick, director de Negocios Internacionales, junto a José Ricardo Betancur Calle, gerente general de Vector Foods.
Foto: Cortesía
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“Vector Foods es una empresa de alimentos premium, gourmet y saludables. Tenemos 2 marcas (’MonteRojo’ y ‘UAU!’) de snacks en el mercado. MonteRojo tiene un portafolio de snacks tradicionales (chips de papa, plátano, yucas y nachos) con ingredientes de la más alta calidad como la sal rosada del Himalaya o la Sal Negra Volcánica de Hawái. UAU ofrece snacks horneados (crispetas, rosquillas y barquillos) con las mismas o menos calorías que una manzana verde. Aquí hacemos posible lo imposible y con solo 6 años en el mercado ya tenemos más de 3.000 puntos de venta en el país y vendemos en 7 países aparte de Colombia”.

Así es como José Ricardo Betancur Calle, uno de los emprendedores y creadores de esta compañía de alimentos, hace un resumen ejecutivo de su joven empresa. Recuerda que duró “3 años y medio con $0 de salario” y, ahora, con el escenario a su favor, habla de trascender. Lo resume así: “5% de la población laboral es discapacitada y más del 60% son mujeres, tenemos empleados que ya han podido comprar su casa propia, otros que han podido iniciar o terminar sus estudios, otros que han podido comprar su vehículo propio, y siento que detrás de todo lo inicial que obviamente nos llena de orgullo, lo que más alegría nos produce es esto otro: poder ayudar”.

Su historia es apasionante y por eso en 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos se la contamos.

1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?

Tengo 28 años, soy Ingeniero Administrador de la Universidad EIA en Medellín.

2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?

Hace 6 años soñábamos con una marca de alimentos gourmet y premium pero no teníamos muy claro por qué éramos premium o cuál tipo de productos vender. Empezamos con salsas picantes, pero terminamos migrando al mundo de los snacks por tratarse de un tamaño de mercado de mayor volumen. Lo que sí tuvimos claro desde el principio es que nuestros productos debían tener una imagen cosmopolita que permitiera que nos viéramos como una marca premium aquí en Colombia o en cualquier lugar del mundo.

3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?

Muchas trasnochadas, mucho trabajo y sobre todo muchas presentaciones comerciales y rutas comerciales. Siento que desde un principio contamos con un buen producto en el mercado en cuanto a diseño y sabor, pero inicialmente fue difícil convencer a los clientes que nuestros productos eran premium y por eso tenían un costo superior. Nos costó mucho discurso, mucho impulso, mucha degustación, lograr que los productos fueran cogiendo tracción. Todavía hoy en día no paramos de hablar y hablar por distintos medios de comunicación (redes, televisión, eventos, ferias) de la propuesta de valor de nuestras marcas y hemos podido demostrar que no solo tenemos los más deliciosos snacks, también somos la marca más cool del mercado.

Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.

4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?

Antes de emprender, trabajé en una empresa 2 años y ahorré tanto como pude, pero luego de 1 año emprendiendo ya me había gastado todo. En ese momento siento que tomé una mala decisión y fue que no me enfoqué desde un principio, sino que empecé 4 emprendimientos casi que al tiempo, al final tuve que cerrar 3 y enfocarme en Vector Foods, de lo contrario no hubiéramos llegado hasta aquí. Estuve 3 años y medio con $0 de salario porque preferíamos darle oxígeno a la empresa que tener con qué ir a cine o cómo invitar a comer a la novia. Literalmente no teníamos ni un peso para nada en nuestras vidas personales, solo para transportarnos e ir a nuestra bodega que empezó siendo un cuarto útil de una tía y luego por fin pagamos arriendo en un garaje de una casa. Luego vino el crecimiento y conseguimos algunos inversionistas y por fin pudimos tener nuestros primeros salarios y muchas más comodidades.

5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?

La empresa ha pivoteado mucho. Desde diseño de nuestros empaques, categoría de productos (primero salsas y luego snacks), pero siempre conservamos el enfoque de ser marcas premium. Hemos logrado muchos hitos clave como empresa: hoy en día somos la segunda marca de snacks más vendida en Carulla, tenemos más de 3.000 puntos de venta en el país, exportamos a 7 países, somos referentes del mercado para otras marcas de alimentos y para muchos emprendimientos. Pero aparte de esos “éxitos comerciales” pudimos también tener implementada una política de inclusión en nuestros empleados en dónde el 5% de la población laboral es discapacitada y más del 60% son mujeres, tenemos empleados que ya han podido comprar su casa propia, otros que han podido iniciar o terminar sus estudios, otros que han podido comprar su vehículo propio, y siento que detrás de todo lo inicial que obviamente nos llena de orgullo, lo que más alegría nos produce es esto otro: poder ayudar.

6. ¿Soy feliz?

¡Mucho! Demasiado feliz y agradecido con Dios y la vida. Con los socios que he tenido y los clientes que nos han apoyado. Nada hubiera sido posible sin ellos. Obviamente estamos llenos de sueños por cumplir y retos por lograr, pero el camino que hemos trazado ha sido más que gratificante.

7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?

Es una pregunta muy difícil porque nunca se le debe decir nunca a las cosas, pero es un tema que hemos discutido entre los demás accionistas y hemos concluido que debemos tener una apertura a esto porque lo que más queremos es que ‘MonteRojo’ y ‘UAU!’ no paren de crecer. Es posible que llegue un momento en el que una compañía más grande sea mejor dueño para unas marcas con este crecimiento que nosotros mismos. Creemos en que cada momento puede traer consigo un mejor dueño.

8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?

No es un camino fácil, hay muchos retos, dolores de cabeza y sobre todo sacrificios y renuncias. En mi caso personal yo quería emprender y sabía que era más fácil mientras más joven fuera y menos responsabilidades tuviera. Fue muy difícil dejar de tener salario y tener que empezar a decidir todo por mi propia cuenta, sin tener a alguien qué te diga cómo hacer las cosas y sobre todo qué hacer para no equivocarte. En el emprendimiento hay que hacer y estar dispuesto a equivocarse, siempre va a pasar y hay que aprender de esos errores. No soy de los que creen que todos deberían emprender sino más bien creo que hay personas que pueden ser muy exitosas siendo empleados y otras que pueden llegar a serlo siendo emprendedores. Me gusta pensar que yo soy de los que será exitoso siendo emprendedor.

9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?

He cumplido muchos: primer empleado, primeros 50 empleados, primera sede en Bogotá, primera exportación, primera valla puesta, primer comercial de TV, primeros 1.000 millones en un año, primeros 1.000 millones en un mes... Pero me faltan aún más. El reto cada día es más grande, pero por lo mismo es que los sueños son más y más grandes. El camino que queda es mucho aún.

10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?

Vienen muchos retos y focos de trabajo: debemos consolidar a MonteRojo como la marca de snacks premium más vendida en todo Colombia, no solo en uno o un par de formatos de supermercados, sino en todos. Queremos colonizar México y Estados Unidos con MonteRojo y ahí sí que se vienen trasnochadas, restos y sobre todo aprendizajes. Tenemos un número en nuestra mente y es que queremos llegar a 35.000 millones de pesos en ventas en 2024, hoy en día vamos en 12.000 así que el reto es grande.

11. ¿Mi emprendimiento es escalable?

Evidentemente es escalable: cada nuevo cliente, cada nuevo país que abrimos trae consigo más y más ventas y la estructura operativa de la empresa prácticamente se conserva y se puede administrar desde el mismo lugar. Empezamos vendiendo 600 salsas en 2015 y hoy en día vendemos algo cercano a 10 millones de unidades de snacks al año. Vamos por 100.

12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?

De un desconocido jamás. Hemos recibido inversión y diluido nuestra participación, pero siempre antes de recibirla nos hemos conocido mutuamente. Es clave que haya más que dinero en la ecuación: contactos, alianzas, sinergias. Solo dinero no agrega valor.

13. ¿Qué no volvería a hacer?

Elegir mis socios sin haber tenido alineados los intereses y expectativas. En este camino de emprender he tenido que cambiar de socios en varios momentos y esos cambios cuestan dinero, tiempo y canas. Es muy clave tener alineados los intereses y saber qué va a hacer cada quien desde el principio pero que no que por haberse reunido dos veces contigo al principio tenga las mismas acciones que tú. Para esto ya existen muchos mecanismos de asignación de acciones que son utilizados en todo el mundo, pero no los usé al principio.

14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?

Me inspiró mucho la historia de mi abuelo: salió de su pueblo a los 13 años, montó una venta de paja y se le quemó el negocio. Quebrado se fue para otro municipio y empezó a vender de todo, pero a un centavo menos. De ahí, los viejos del pueblo lo reconocían a él por su apodo “centavo menos”. No tuve la oportunidad de conocerlo porque lo mataron por robarle, pero escuchar esa historia fue demasiado inspiradora para mi y siempre ha sido un ejemplo que seguir.

15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?

Fracasé muchas veces: ya les conté que tuve que cerrar 3 emprendimientos y en los 3 perdí dinero y tiempo. Es parte de lo que tiene que pasar y así aprendes a tolerar el fracaso. Todo emprendedor debe ser muy resiliente porque la realidad es que el camino no siempre será de colores bonitos y lleno de flores como en un cuento. Como a todos, también me pasa que tengo días en los que quiero mandar todo a la basura, son estados anímicos y curvas de emociones por las que todos pasamos también. Mirar hacia atrás y ver todo lo que hemos logrado me ayuda mucho a querer seguir y estar motivado.

16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?

Soy una persona muy espiritual, creo en Dios, y más que una comunidad, creo que tener paz en este aspecto de la vida ayuda montones. Aparte de eso, nada más.

17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?

¡Claro que si! Puse ejemplos de los empleados en situación de discapacidad o que han crecido mucho a nivel profesional y económico, desde ahí hay trascendencia. Y obviamente también nuestros hijos y quizás nietos van a ser consumidores habituales de ‘MonteRojo’ y ‘UAU!’.

18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?

‘MonteRojo’ y ‘UAU!’ serán marcas reconocidas en sus respectivos nichos de mercado en Colombia y en varios países más del mundo, que servirán de referente de innovación, diseño y sabor para muchas otras marcas. Yo en 10 años me veo aún emprendiendo, espero que ya con dos hijos a bordo y ojalá no mucho pelo de menos.

19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?

La familia, los amigos y la pareja son pilares claves para los emprendedores. Muchas veces han sido los que me han dado ánimos y motivos para seguir en los momentos más difíciles, los que han mostrado orgullo y alegría por pequeños logros que hemos conseguido, incluso me han brindado apoyo económico porque en esos primeros años en los que no tenía ingresos, ellos me dieron el techo y la comida y nunca tuve que preocuparme por eso. He sido muy afortunado en la vida y muchas veces cometemos el error de dar por sentadas las cosas pero no nos damos cuenta de todo lo que hay detrás.

20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?

Claro que si, no solo total disposición sino interés en esto. Ayudar es lo que más me inspira.

21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?

Tengo 3 socios cofundadores: Alejandro Agudelo, Ricardo Ramírez y Nicolás Eberl. Hemos dormido en el piso en las ferias, hemos comido en la calle, nos hemos trasnochado juntos, hemos peleado y nos hemos estallado de la risa juntos. Sin ellos simplemente no hubiera sido posible esto, son amigos de la vida.

22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?

Mi sello personal es que hago posible lo imposible, me considero un gran ejecutor y eso es lo que intento transmitir en el día a día a los empleados. Decir es un verbo, hacer es otro muy distinto.

23. ¿Qué he aprendido de todo esto?

Infinidad de cosas y de muchísimos temas. La lista es tan larga que no me atrevo a empezarla, pero tengo muy claro que lo que falta por aprender es aún más entonces siempre parto de la humildad y del interés por seguir aprendiendo y formándome cada día mejor.

Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com).

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