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Según el más reciente informe del DANE, el número de micronegocios en Colombia creció 8,3 % en el primer trimestre de 2025 frente al mismo periodo del año anterior. El panorama, sin embargo, no es alentador en el empleo y los ingresos.
Mientras el número de unidades económicas creció, el personal ocupado cayó 0,6 %, es decir, más negocios, pero menos gente trabajando. En muchos casos, el micronegocio no es una empresa sino una persona. Casi una estrategia de último recurso, pues lo normal es el autoempleo sin seguridad social ni ingresos estables.
Al mirar el bolsillo, es peor. Los ingresos nominales de estos micronegocios cayeron 8,5 %.
Es decir, hay más emprendedores compitiendo por un mercado más estrecho, con clientes que tienen menos dinero en el bolsillo, aunque con intención de gasto por la disminución de tasas de interés.
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Negocios que suben, otros que bajan
El informe del DANE revela que ciertas ramas tiran del carro, mientras otras se oxidan. El sector de Comercio y reparación de vehículos, por ejemplo, tuvo un crecimiento de 8,3 % en número de micronegocios, y fue responsable de casi la mitad del crecimiento total (3,9 puntos porcentuales). También creció el alojamiento y los servicios de comida (12 %) y el transporte y almacenamiento (6,2 %).
Pero el lado oscuro del dato está en los ingresos. El comercio, pese a su expansión, tuvo una caída del 13,1 % en ingresos. Y las llamadas “otras actividades de servicios” —que incluyen salud, educación informal, cultura y asistencia social— cayeron 23 %.
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Menos desempleo, pero más micronegocios
El desempleo a nivel nacional fue de 8,8 %, según cifras del DANE. Esto se traduce en una disminución de 1,8 puntos porcentuales frente al mismo mes del año pasado.
Buenas noticias para Colombia, pues esta disminución es estadísticamente significativa y, además, es la cifra de desempleo más baja para un mes de abril desde 2001.
Aunque el grueso de estas cifras son positivas, las mismas también revelan los malestares que aquejan al mercado laboral en Colombia. El más importante de todos, según los estudiosos del tema, es la informalidad.
Preocupa, por ejemplo, que de estos 711.000 puestos de trabajo que se crearon, 528.000 son de trabajadores por cuenta propia (74 %).
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La dinámica se envuelve en negocios fáciles de montar, como es la venta de productos, pero también los más frágiles, pues al requerir poca inversión, también tienen menos protección ante la alta competencia y posibles caídas de ventas.
Ingresos más golpeados:
- Otras actividades de servicios: -23 %
- Industria manufacturera: -14,4 %
- Comercio y reparación de vehículos: -13,1 %
- Actividades inmobiliarias, profesionales y comunicaciones: -12,4 %
Ingresos con desempeño positivo:
- Transporte y almacenamiento: +14,4 %
- Alojamiento y servicios de comida: +7,5 %
Así las cosas, el aumento de 8,3 % en micronegocios tiene sus matices. Con menos desempleo en Colombia, pero la mayoría en trabajadores ocupados laborando por cuenta propia, la cifra, más que un triunfo, es una alerta.
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Por Alejandro Rodríguez Torres
