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Con cerca de 15 años de operación, Pei hizo oficial su incursión en el segmento de hotelería. Con una inversión de más de $120.000 millones, adquirió el 60 % del Sofitel Barú Calablanca Beach Resort, que será operado por la cadena francesa Accor, bajo la marca Sofitel.
Ubicado en la Isla de Barú, a pocos kilómetros de Cartagena, fue construido por Arquitectura & Concreto, en terrenos aportados por el Grupo Argos, que también es socios propietario del hotel.
Considerado como el primer hotel de lujo y entretenimiento de playa del país, Calablanca cuenta con 10 torres de alojamiento con 187 habitaciones, todas con vista al mar; incluidas 23 suites, 8.000 metros cuadrados de área de playa, cinco piscinas, spa y un centro de convenciones para más de 450 personas.
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“Uno de los mayores atributos en un portafolio de inversión es la diversificación y por eso decidimos participar en un proyecto del sector hotelero que será operado por un grupo como Accor, con amplia experiencia en la categoría de hoteles de lujo. Pei Asset Management estructuró la participación de Pei en el activo con una cobertura flujo preferente por un periodo de cinco años, durante los cuales se proyecta alcanzar la estabilización del activo”, detalló Jairo Corrales, presidente de Pei Asset Management.
Sofitel Barú Calablanca Beach Resort está gestionando la Certificación LEED, sello internacional del Consejo de Edificación Sustentable de Estados Unidos (U.S. Green Building Council), que reconoce las propiedades construidas con prácticas sostenibles y diseño ambiental.
La adquisición incluye un entorno natural, diseñado para el cuidado del ecosistema minimizando el consumo de agua potable y energía, a través del uso de paneles solares. Así mismo, el proyecto ha trabajado de la mano de la comunidad local con el objetivo de fortalecer el desarrollo económico, incluyendo la construcción de parques infantiles y espacios para promover productos locales.
En la construcción del complejo participaron más de 560 trabajadores y durante la entrada en operación se generarán más de 295 nuevos empleos, el 20 % pertenece a la comunidad de influencia en la Isla de Barú.
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