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El pasado 25 de mayo, la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC), órgano regulador del transporte aéreo en Brasil, le ordenó a Avianca Brasil suspender todos los vuelos hasta que pueda comprobar que tiene la capacidad de operar bajo condiciones seguras, dada la crisis económica que atraviesa.
Esta decisión terminó por afectar a miles de viajeros que llegan al país vecino por estos días para asistir a la Copa América y que han tenido o tendrán dificultades para movilizarse entre ciudades, es decir, con los vuelos locales.
La ANAC aseguró que, de cualquier forma, la firma está obligada a reembolsar el valor de los billetes afectados o a buscarle a sus clientes otro asiento en un vuelo diferente. Sin embargo, El Espectador conoció el testimonio de varios viajeros procedentes de diferentes países que se encuentran en Brasil y que no pudieron llegar a Salvador de Bahía para el partido de este sábado a través de Avianca Brasil, por lo que tuvieron que adquirir tiquetes nuevos por US$600 cada uno.
“Éramos por lo menos 25 personas provenientes de Colombia las que estábamos reclamando. Nos dijeron que los vuelos estaban cancelados, que no iban a responder por nada y que no nos iban a devolver la plata; no hubo forma de que le solucionaran a la gente. También sabemos de muchas personas que aún no han viajado y ya están buscando que les hagan reintegro”.
A través de un comunicado Avianca Holdings reiteró que OceanAir no hace parte del grupo de aerolíneas integradas bajo el grupo y aseguró que en su caso no están expuestos ni reportan afectaciones en los trayectos internacionales desde y hacia Brasil.
Nissim Jabiles, director general de Avianca Holdings para Brasil, Ecuador y Perú, le dijo a El Espectador que el grupo le responderá únicamente a los pasajeros que compraron el tiquete a través de Avianca Holdings y que tengan conexiones o algunos tramos domésticos operados por Avianca Brasil (código compartido), por el hecho de haber hecho la transacción con la compañía. De los demás es responsable Avianca Brasil directamente, por lo que deben comunicarse con la aerolínea.
“Hemos hecho reacomodaciones para que estas personas lleguen a su destino con otras aerolíneas con las que tenemos acuerdo. Quienes compraron con Avianca Holdings y se puedan ver afectados han sido protegidos y no tendrán algún tipo de afectación porque terminan siendo pasajeros nuestros”, aseguró.
La compañía OceanAir Linhas Aéreas S. A., que tiene el derecho de usar comercialmente el nombre de Avianca tras tramitar una licencia, canceló más de 1.000 vuelos en Semana Santa después de declararse en banca rota y verse obligada a devolver varias de sus aeronaves. Sumado a esto, varios de sus trabajadores (pilotos, copilotos y auxiliares de vuelo) se declararon en huelga indefinida dado el atraso en el pago de salarios y beneficios laborales.
Sin embargo, este acuerdo, según Jabiles no implica que la antigua OceanAir deba consultar o coordinar las decisiones relacionadas con su operación, los itinerarios o el negocio con Avianca Holdings, “son compañías totalmente independientes, también lo es su manejo, sus finanzas, sus figuras corporativas, sus equipos gerenciales y comerciales”.
Avianca Holdings calcula que aproximadamente entre 4.000 y 5.000 personas que compraron tiquetes a Brasil a través del grupo resultarán afectadas los próximos meses, según la compañía dichos clientes ya están en protección y se garantizará que la reacomodación se haga dentro del rango de fechas que tenían previsto.
“Era claro que la Copa América sería un periodo sensible, una temporada alta, para atenderlo aumentamos con anticipación la capacidad de la oferta en rutas internacionales desde Bogotá y Lima en 118 % (2.616 sillas adicionales) previendo un flujo mayo de pasajeros al cambiar aeronaves 319, de 120 pasajeros, a 330, que pueden llevar hasta 300 pasajeros”, contó Jabiles.
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Cabe recordar que Avianca Brasil se acogió a la ley de quiebras en diciembre pasado para hacer frente a las deudas por más de 1.000 millones de reales (unos 250 millones de dólares), que le acarrearon varias demandas en los tribunales.
Por Redacción Economía.
