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La inflación anualizada en Estados Unidos registró en marzo su nivel más alto en más de 40 años, debido principalmente a los precios de la gasolina, que se dispararon especialmente con la guerra en Ucrania.
Los precios subieron 8,5% en 12 meses, frente a 7,9% en febrero, según el Índice de precios al consumo (CPI) publicado el martes por el Departamento del Trabajo.
El informe es el primero que abarca el impacto provocado por la invasión rusa de Ucrania y las consecuentes sanciones occidentales contra Moscú, que ha hecho que trepen los precios de la energía y los alimentos en todo el mundo.
Sigue a El Espectador en WhatsAppEn un mes, los precios subieron 1,2%, frente al 0,8% en febrero. Solo el precio de la gasolina en Estados Unidos se disparó 18,3% con respecto al mes anterior, y representó cerca de la mitad de la inflación, precisó el departamento.
Estas son malas noticias, en general, pues ponen una presión extra sobre la Reserva Federal para que incremente sus tasas de interés y, por esta vía, los aumentos en los precios en Estados Unidos pueden terminar por elevar la cotización del dólar en Colombia.
¿Qué pasará con el precio del dólar?
La lectura del IPC de marzo parece representar el techo del actual período inflacionario, ya que recoge el impacto del aumento de los precios de los alimentos y la energía tras la invasión rusa a Ucrania.
Sin embargo, a pesar de que la Reserva Federal está adoptando una política más dura, no es probable que la inflación retroceda hasta el objetivo de 2 % del banco central de EE.UU. en el corto plazo, por cuenta de la guerra en Rusia y las restricciones para contener el covid-19 en lugares clave, como Shanghái.
“El incremento en la inflación llevará a que poco a poco se vaya cerrando el diferencial de tasas de interés entre EE.UU. y los países emergentes ya que está presionando a la Fed a elevar tasas. De esta forma el dólar se podría fortalecer respecto a aquellos países cuyas tasas de interés de referencia sean más bajas”, opina Juan David Ballén, líder de investigación de la firma Casa de Bolsa.
Visto desde este escenario, un aumento en las tasas de interés por parte de la Fed bien podría significar un aumento casi que inmediato de la cotización del dólar.
Pero en temas de dólar, la cotización de la divisa depende de varios otros factores, no sólo del diferencial de tasas, como lo advierte Ballén. El analista agrega: “Los países productores de commodities, como el nuestro, se han visto favorecidos por los elevados niveles en que se encuentran éstos. Es decir, el cierre del diferencial de tasas de interés que debiese debilitar divisa está siendo compensado con un mayor ingreso por mayores precios de commodities”.
El punto acá también es que el petróleo lleva mostrando una cierta tendencia a la baja desde finales de marzo. Aunque registra subidas (y bajadas), pareciera que los precios podrían estar estabilizándose hacia abajo luego de que países como EE.UU. liberaran reservas de crudo para compensar la salida de barriles rusos, por un lado; por el otro, la demanda global de petróleo pareciera estar desacelerando.
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Este martes, la OPEP revisó a la baja su previsión de crecimiento de la demanda para 2022: de 4,29 % a 3,79 %. Esto se da en medio la incertidumbre por la invasión rusa a Ucrania y las sanciones occidentales impuestas contra Rusia como respuesta a la guerra.
¿Cómo entender las subidas del dólar en Colombia?
De fondo, el valor del dólar está atado, de una forma u otra, a una serie de factores macroeconómicos nacionales e internacionales, que van desde el efecto de la inflación en Colombia en los bonos de deuda, pasando por las tasas de interés del Banco de la República y la Reserva Federal, hasta los precios del petróleo o el desempeño de la pandemia, con la aparición de nuevas variantes o mejoras en las respuestas de la ciencia frente al COVID-19 (mejores vacunas, píldoras para combatir la enfermedad y así).
En asuntos del dólar, y en varios temas de macroeconomía, resulta útil ver el panorama como una partida de billar, si se quiere: pegarle a una bola lleva a que esta mueva otra más y así.
En este caso, la tendencia al alza de la inflación en Colombia ha llevado a que el Banco de la República ajuste sus tasas de interés en cinco ocasiones desde septiembre de 2021; actualmente se encuentran en 5 %.
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En la jugada de billar, entonces, la bola de la inflación mueve la de las tasas. Y esta última impacta la de los bonos de deuda, más conocidos como TES.
Con mayores tasas de interés, el crédito se vuelve más caro, de cierta forma, lo que no es buena noticia para quienes tienen bonos de deuda colombianos, los llamados TES. Se estima que un 25 % de los bonos están en manos de inversionistas extranjeros. Esto quiere decir que el dólar es especialmente sensible al mercado de deuda.
Y cuando hay momentos de incertidumbre, los inversionistas suelen sacan sus dólares del país, y eso eleva la tasa de cambio. En resumidas cuentas, así es que se ve la partida de billar del dólar en Colombia.
Pero a estos factores nacionales, hay que sumarle las varias incertidumbres internacionales que también han presionado hacia arriba el dólar y al peso en la dirección contraria. Entre tras contamos acá cosas como: la crisis de los contenedores, que ha representado problemas de producción, transporte y ventas en todo el mundo; las variaciones en el precio del petróleo y el desarrollo de la pandemia, con la posibilidad de nuevos picos; la duración y crudeza de la guerra en Ucrania y su letanía de impactos en la economía global, además de las atrocidades en términos de derechos humanos y pérdida de vidas, claro.
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