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Todo inicia con una llamada automatizada en la que una voz robótica informa: “Su hoja de vida ha sido seleccionada para una oferta laboral. Comuníquese con nosotros para acceder a esta oportunidad.” En otros casos, el contacto se hace directamente por WhatsApp o a través de redes sociales, donde los estafadores envían mensajes personalizados.
La propuesta es siempre la misma: ganar dinero fácilmente desde casa dando “me gusta” y siguiendo cuentas en redes sociales.
A la víctima le informan que el mensaje proviene del departamento de Recursos Humanos de TikTok. Le aseguran que su perfil ha resultado “altamente atractivo” para la plataforma y le ofrecen una supuesta oportunidad para generar ingresos adicionales desde casa. La promesa es tentadora: entre $100.000 y $500.000 diarios por realizar tareas simples como dar likes y seguir cuentas. Nada mal, ¿cierto? Ese es el gancho del engaño.
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“TikTok está contratando anunciantes y profesionales del marketing. Solo tienes que darle me gusta a los videos y seguir las cuentas que te pasemos. Luego nos envías las capturas de pantalla que demuestren estas acciones y así podrás recibir tu primer pago”.
Cuando la víctima hace esto le piden su cuenta bancaria. Al proporcionar efectivamente le hacen una transferencia, que usualmente no pasa los $10.000. Luego le dicen que para seguir vinculada tiene que unirse a un grupo de Télegram, pues allí le enviarán las tareas o misiones que tendrá que hacer para ganar más dinero.
Al ver que con esa tarea tan sencilla ya le pagaron lo que se haría en una hora de trabajo, la persona se ve tentada a ir por más, así que accede a las indicaciones de los estafadores.
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Al ingresar al grupo de Telegram, la víctima se encuentra con una larga lista de supuestos participantes que afirman estar ganando sumas considerables gracias a este “trabajo”. Los mensajes están llenos de agradecimientos, capturas de pantalla y testimonios que parecen reales. Sin embargo, todo es falso: se trata de una estrategia bien elaborada para generar confianza, mantener el engaño y seguir atrapando a nuevas víctimas.
A la víctima se le informa que tiene que seguir una lista de tareas, y que cada vez que las haga debe mandar captura de pantalla. La diferencia aquí es que ya no le pagan de forma instantánea, sino que tiene que completar varias para acceder al monto mínimo de desembolso, que suelen ser $100.000.
El problema es que en la medida en que la persona va avanzando en esas tareas se va dilatando el llegar a la meta, pues el pago por las mismas se va reduciendo. Es allí cuando se efectúa la segunda parte de la estafa.
Para motivar a la víctima a avanzar más rápido hacia la supuesta meta y acceder a mayores “ganancias”, se le propone hacer una inversión. Puede ser comprando una determinada criptomoneda o realizando una transferencia a una cuenta bancaria específica. A cambio, le prometen un reembolso inmediato en el que su dinero será triplicado o incluso cuadruplicado.
Si la persona accede, pueden pasar dos cosas. Una es que sea bloqueado. Aquí los estafadores recuperan la “inversión” que hicieron para engancharlo y se quedan con una ganancia. La otra es que, una vez más, apuesten a seguir enredando a la víctima, devolviéndole el dinero multiplicado, tal y como lo prometieron.
Esta segunda etapa es la más peligrosa, y ha llevado a personas en todo el mundo a perder grandes sumas de dinero. Una vez que los estafadores han ganado la confianza de la víctima —convenciéndola de que una inversión inicial genera ganancias reales—, comienzan a ofrecer nuevas oportunidades “aún más rentables”. La víctima, motivada por la ambición o la ilusión de duplicar lo ya ganado, termina invirtiendo sumas cada vez mayores, arriesgándolo todo y… perdiéndolo todo.
El Espectador pudo confirmar con TikTok que, desde la plataforma, no se realizan ofertas de trabajo contactando directamente a las personas y que, mucho menos ofreciendo pagar dinero por dar likes o seguir cuentas.
También pudimos corroborar que esta es una forma de estafa ampliamente difundida en el mundo, sus principales víctimas se encuentran en países como China y México.
La recomendaciones son:
- No responda mensajes que provengan de números desconocidos
- Desconfíe de propuestas que suenan demasiado buenas para ser verdad
- No acceda a enlaces que le lleguen de fuentes desconocidas
- No envíe dinero ni brinde información personal como nombre, números de contacto, dirección, correo electrónico o afiliación a entidades bancarias
- Reembolsos
- Reducción de comisión
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