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Colombia tiene una cuenta regresiva en marcha. A partir de 2027, el país podría enfrentar desabastecimiento de gas natural, un insumo clave no solo para cocinar en los hogares, sino también para industrias, transporte y generación eléctrica. Ante ese escenario, el Grupo Energía Bogotá (GEB), a través de su filial Transportadora de Gas Internacional (TGI), anunció que tiene lista una propuesta para evitar la crisis.
La iniciativa consiste en conectar la red con el campo Chuchupa, uno de los históricos productores de gas en La Guajira, utilizando la licencia ambiental de una infraestructura ya existente. Según la compañía, esto permitiría arrancar operaciones en menos de un año, un tiempo corto si se compara con otros proyectos energéticos que suelen tardar hasta una década en ver la luz.
El presidente del GEB, Juan Ricardo Ortega, aseguró que la solución no solo es técnica sino también financiera. “Contamos con el barco, el capital y la capacidad técnica para poner en marcha esta solución. Lo que se requiere ahora es voluntad para permitir la conexión con Chuchupa y el uso de la licencia ambiental existente. Sin estas autorizaciones, no hay solución posible”, señaló en un foro sobre el futuro del sector energético organizado por Anif y el CREE.
El argumento central del GEB es que el país puede acceder a gas a precios indexados (es decir, atados a referencias internacionales más bajas), lo que reduciría costos frente a los precios actuales. En términos simples, se trataría de asegurar un combustible más barato y constante para hogares y empresas, evitando un salto en tarifas que golpearía directamente el bolsillo de los consumidores y la competitividad de la industria.
Pero el anuncio no está libre de tensiones. En el sector energético se cruzan intereses de empresas, discusiones regulatorias y preocupaciones ambientales. El GEB hizo un llamado explícito a que las autoridades prioricen el interés nacional sobre disputas particulares. No obstante, la advertencia es que sin una decisión rápida, el país corre el riesgo de entrar en 2027 sin el gas suficiente para sostener su economía.
El déficit tendría una “segunda ronda”
Una investigación de Fedesarrollo revela que la falta de gas natural no solo encarece el servicio para empresas y hogares, sino que puede restarle potencia a la economía colombiana.
El actual déficit provocaría dos impactos según las proyecciones: primero, un golpe de $11,2 billones entre 2025 y 2031, y después, si no hay soluciones estructurales, un choque mayor que elevaría la factura a $28 billones hacia 2033.
Para entender la cifra, ese monto es equivalente a la reforma tributaria de $26,3 billones que ponía sobre la mesa el Gobierno Petro para completar el presupuesto de 2026.
La alerta no es nueva. En abril de 2025, el gremio Naturgás recordó que hace poco más de diez años el país se jactaba de tener reservas probadas para 13 años de consumo. Hoy apenas alcanzan para seis. En 2023, Colombia contaba con 2,3 terapies cúbicos (muy lejos de los 5,7 terapies de 2013), lo que redujo a la mitad la vida útil de sus reservas.
El diagnóstico se agrava por la baja actividad exploratoria: en 2024 se perforaron apenas 27 pozos. En paralelo, el faltante de gas asegurado ya representaba 7,6 % de la demanda nacional, una proporción que se cubre con importaciones crecientes y más costosas.
La falta de nuevas exploraciones, la reducción de reservas probadas y la dependencia creciente de importaciones han puesto a Colombia en un escenario de vulnerabilidad energética.
Lo que está en juego entre 2026 y 2028
De acuerdo con Naturgás, el déficit seguirá aumentando en el corto plazo:
- 2026: 190 millones de pies cúbicos diarios.
- 2027: 286 millones.
- 2028: 405 millones.
Ese hueco obligará a depender cada vez más del gas natural licuado (GNL) importado, un combustible que requiere licuefacción, transporte en barco y regasificación en terminales, lo que encarece las tarifas.
Además, su disponibilidad está expuesta a choques externos: huracanes en el Caribe, guerras o tensiones en los mercados internacionales.
En junio, la Bolsa Mercantil de Colombia confirmó la tendencia. El gestor del mercado del gas reportó que en 2026 la oferta caerá en 91 GBTUD (Giga BTU por día, es decir, mil millones de BTU diarios) frente a lo declarado en 2024.
El faltante proyectado alcanzaría los 206 GBTUD, equivalente a 20 % de la demanda nacional.
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