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Un indicador de la actividad manufacturera del estado de Nueva York se desplomó y registro la segunda peor caída en datos desde 2001, mientras que fuertes disminuciones en los pedidos y envíos indican una baja abrupta en la demanda.
El índice general de condiciones empresariales de agosto del Banco de la Reserva Federal de Nueva York cayó más de 42 puntos a -31,3, una baja poco menor a la observada en abril de 2020, según un informe publicado este lunes. Una lectura por debajo de cero indica contracción, y la cifra fue mucho más débil que el pronóstico más pesimista en una encuesta de Bloomberg a economistas.
La proporción de fábricas en el estado que informaron condiciones comerciales más débiles casi se duplicó en agosto respecto del mes anterior al 43,6 %. Deterioros similares fueron evidentes para los pedidos y los envíos.
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El informe es el primero de varias cifras regionales de fabricación de bancos de la Fed que se publicarán en las próximas semanas. Si bien las cifras de Nueva York pueden ser volátiles, la magnitud de la desaceleración sigue siendo alarmante y podría presagiar una caída en la fabricación más pronunciada de lo que se pensaba anteriormente.
La encuesta probablemente muestra “que las industrias extrapolaron los pedidos del período del covid y ordenaron demasiadas cosas”, dijo Thomas Costerg, economista senior para Estados Unidos de Pictet Wealth Management. “Lo que estamos viendo y lo que explica la violencia en la tendencia bajista es que parece que los fabricantes están reexaminando seriamente sus pedidos y sospecho que en muchos casos simplemente los están cancelando”.
Las acciones extendieron su declive después del informe, mientras que los rendimientos del Tesoro se mantuvieron a la baja.
Caída de los pedidos
El índice de pedidos colapsó a -29,6 desde 6,2, mientras que el indicador de envíos cayó desde 25,3 a -24,1. Ambas medidas, así como el indicador general de las condiciones comerciales, fueron las más débiles desde mayo de 2020, cuando la economía comenzaba a emerger de los bloqueos iniciales por la pandemia.
De cara al futuro, los fabricantes del estado se mostraron ligeramente optimistas. El índice de perspectiva de seis meses mejoró a 2,1, desde -6,2 en julio.
Mientras tanto, el índice de precios pagados volvió a su nivel más bajo desde principios del año pasado, aunque el indicador de precios recibidos del banco aumentó y se mantuvo elevado.
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