La lucha contra el impuesto a toallas y tampones

El grupo de ciudadanos que promovió eliminar el gravamen a estos productos de higiene femenina considera insuficiente que la tasa haya bajado de 16 a 5 % a raíz de la última reforma tributaria. Demandarán partes del estatuto ante la Corte Constitucional.

María Alejandra Medina C. / @alejandra_mdn
15 de junio de 2017 - 03:40 a. m.
En el país, hay cerca de 13 millones de mujeres en edad fértil. / Getty Images
En el país, hay cerca de 13 millones de mujeres en edad fértil. / Getty Images
Foto: Getty Images - zoranm

Hasta el año pasado las toallas higiénicas y los tampones en Colombia tenían un gravamen de 16 %. Era un IVA que ya existía. La polémica se encendió a raíz de la última reforma tributaria, aprobada en diciembre y en la que el Gobierno logró aumentar el impuesto al valor agregado en tres puntos porcentuales, hasta el 19 %. En medio del debate, el grupo Género y Justicia Económica, de la Red por la Justicia Tributaria, formó el movimiento “Menstruación libre de impuestos”, y alzó voz de protesta por una tasa que por obvias razones afectaría sólo a las mujeres. (Lea ¿Existe en Colombia el “impuesto rosa”?),

Salieron relativamente victoriosos de la contienda, y el gravamen quedó en 5 %. Es decir, bajó en 11 puntos porcentuales. No obstante, para los promotores del movimiento, ahora es necesaria la “eliminación definitiva de este impuesto sexista y discriminatorio”, y por eso para este jueves anunciaron la presentación de una demanda por inconstitucionalidad frente a los artículos de la reforma tributaria que definieron el IVA a esos productos de higiene femenina. En la Ley 1819 de 2016, según Justicia Tributaria, se violan los artículos 13, 43, 338 y 363 de la Constitución Política, además de tratados internacionales de protección a los derechos humanos que forman parte del bloque de constitucionalidad. (Lea: Lugares donde el “impuesto tampón” y el “impuesto rosa” no pasan de agache).

La organización se refiere al artículo 175 de la reforma, que listó productos que no generan IVA, y por eso lo demandarán por omisión. El otro es el 185, que determinó que “compresas y tampones higiénicos” tendrán un impuesto de 5 %, junto con otros productos, como el chocolate de mesa o los barcos. Según Laura Rangel, vocera del grupo, “cualquier impuesto a la menstruación es sexista, pues se estructura sobre productos de uso específico, esencial y no sustituible de niñas y mujeres, en razón de su sexo. Por ello, es un impuesto que discrimina y contraviene el principio de igualdad”. (Lea: En la reforma tributaria: ¿más impuestos por ser mujer?).

El año pasado, los cálculos arrojaron que el aporte de las mujeres en edad fértil al fisco era cercano a $340.000 millones, por cuenta de los $160.000 anuales destinados por cada una de ellas a la compra de productos higiénicos, aproximadamente una cuarta parte de un salario mínimo mensual de entonces. Ese cálculo se hizo con base en las cerca de 25 toallas higiénicas -a $500 cada una- que, durante cada uno de los 13 ciclos anuales, siguiendo las recomendaciones médicas, puede usar una mujer. Actualmente, según los economistas de Justicia Tributaria, con un IVA del 5 %, las mujeres contribuyen con más de $100.000 millones al recaudo.

El tema, entonces y ahora, para los opositores al impuesto no es de poca monta, teniendo en cuenta asuntos como la brecha salarial que existe entre hombres y mujeres, que ronda el 20 %, como el mismo Ministerio de Trabajo lo ha reconocido. Además, de acuerdo con los últimos datos oficiales del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la tasa de desempleo de los hombres, entre febrero y abril de 2017, fue de 7,3 %, mientras que la de las mujeres se ubicó en 12,8. La cifra para ellos bajó 0,2 puntos, mientras la de ellas subió 0,1 puntos.

En 2016, la propuesta de excluir del IVA en el Estatuto Tributario las toallas y los tampones fue presentada por Ángela María Robledo, representante a la Cámara de la Alianza Verde, y fue negada por esa corporación. En los últimos días del debate de la reforma, en diciembre, la senadora Maritza Martínez, del Partido de la U, propuso disminuir el impuesto del 16 al 5 %, lo que finalmente aceptó el Ministerio de Hacienda. Este diario intentó conocer el concepto de esa cartera respecto a la intención de eliminar el gravamen del todo, pero no fue posible.

“La disminución en el IVA a las toallas higiénicas y tampones constituye un reconocimiento justo frente a la desventaja y discriminación económica que sufren las mujeres, especialmente quienes tienen menores recursos, las madres jefas de hogar y aquellas que no tienen ingresos propios, trabajan en el sector informal o ganan menos que los hombres en trabajos similares”, dijo en su momento la parlamentaria Robledo, aunque agregó que lo ideal hubiera sido una exención total.

Por su parte, Martínez sostuvo: “Debemos atender el clamor de los hogares por el alto costo que ya tiene la canasta familiar y que se incrementaría aún más por cuenta de tributos indirectos y regresivos, como el impuesto a las ventas a productos tan básicos como las toallas higiénicas, tampones y protectores”. Ahora el grupo de Género de Justicia Tributaria señala que “las niñas y mujeres deben soportar una carga económica o barrera de acceso a los productos de higiene menstrual, lo cual las pone en situación de desventaja frente a niños y varones en cuanto al cuidado de su salud y su derecho a la participación social”.

El impuesto a los productos de higiene femenina en el país ha existido desde 1974, salvo en el período 1998-2002. Pero el debate sobre su naturaleza y dimensión se ha dado en muchos países del mundo, como Francia, en donde el Parlamento también votó a favor de una tarifa diferencial. En Reino Unido, de hecho, fue un punto de presión contra el gobierno de David Cameron en vísperas del Brexit. Y como señaló incluso un concepto de constitucionalidad de la Academia Colombiana de Jurisprudencia acerca de la reforma tributaria, países como Irlanda y Canadá han quitado el impuesto.

En definitiva, tumbar el IVA a estos productos impactaría el recaudo en unos $100.000 millones. Pero para los promotores de la iniciativa sería un paso más hacia la justicia económica. Y a pesar de que hay quienes señalan que hay otros métodos de higiene para la menstruación, incluso más baratos y ecológicos, lo cierto es que los más populares y accesibles siguen siendo aquellos en los que recae un 5 % de impuesto.

 

Por María Alejandra Medina C. / @alejandra_mdn

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