“Hoy ganas más al equivocarte intentando que paralizarte pensando. La tecnología se convierte en el medio más fuerte para acercarnos, cuando pensamos que nos estaba alejando… Unámonos en esta transformación consciente para vivir esta nueva realidad”, se leía en el manifiesto de Colombiamoda que acompañó el anuncio de que la feria, al igual que tantos otros eventos, se realizaría en versión digital.
Poco a poco se conocieron los detalles y las novedades. Por mencionar algunos: los desfiles pasaron a llamarse “puestas en escena de moda”, cualquier persona, desde cualquier lugar, iba a poder participar en los conversatorios del Pabellón del Conocimiento junto a la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB) y habilitarían una tienda virtual para el consumidor al detal.
Colombiamoda 2020 pasará a la historia no solo porque se realizó en medio de una pandemia (la idea de llevarla a cabo durante la emergencia sanitaria era impulsar y promover la industria textil nacional afectada por los cierres y las cuarentenas), sino porque asumió los retos que conlleva la virtualidad, y se puede considerar la edición más democrática de la semana más importante de la industria de la moda colombiana.
“El reto principal fue adaptar la propuesta de valor de la feria a un entorno digital y lograr que marcas y patrocinadores quisieran apoyar la transformación. Habla muy bien de la visión de Inexmoda que tantas marcas y empresas decidieran hacer parte de una edición histórica de la feria porque hay realmente una visión compartida de lo que todos quieren que pase. Especialmente, la idea de salir adelante juntos”, cuenta Diana Gómez, creadora de “El pódcast de moda” y comunicadora de moda.
El evento se vivió a través de las pantallas. Inexmoda, los organizadores de la feria, crearon una página web para los tres ejes que articularon el evento: negocios, conocimiento y moda. En el primero participaron más de 400 oferentes que ofrecieron sus productos a más de 3 mil compradores nacionales e internacionales. De acuerdo con Carlos Eduardo Botero, presidente de Inexmoda, “en materia de negocios hemos tenido alrededor de 4 mil encuentros. Vale la pena resaltar que participaron más de 60 empresas ofreciendo materias primas y productos terminados para bioseguridad. Ahí hay una oportunidad muy valiosa para exportar y para mercado interno. Por eso decidimos incluirlo en esta edición, dada la situación del COVID-19”.
Las empresas, por su parte, tuvieron la oportunidad de experimentar cómo se hacen negocios a través del canal digital y buscar la manera de conectar sus productos con el consumidor final a través de la mediación de una pantalla. Para ello, Inexmoda en alianza con Mercado Libre habilitaron un marketplace, en el que participaron más de 70 marcas.
“Trabajamos de la mano con Colombiamoda y vendedores de cada marca, buscando tener siempre el control de volumen de productos disponibles y la capacidad de cada una de las tiendas para suplir la demanda de los usuarios. En ese orden, buscamos saber el volumen de ventas y productos”, explica Juan Camilo Pachón, head de Marketplace para Mercado Libre.
Entre enero y julio de este año, la categoría moda ha incrementado un 68 % frente al mismo período de 2019 en Mercado Libre. Según Pachón, la alianza permitirá un aumento en el volumen de ventas y la posibilidad de atraer nuevos clientes. La tienda virtual funcionará hasta el 9 de agosto. Sin embargo, algunas de las más de 70 marcas seguirán funcionando en la plataforma de compra y venta en línea.
Tras la acogida, Inexmoda anunció este viernes que extendería el eje de negocios al por mayor hasta el 6 de agosto y el marketplace hasta el 9.
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En cuanto a la parte académica, conocida como el Pabellón del Conocimiento Inexmoda-UPB, se realizaron 30 charlas con expertos de la industria nacional e internacional, en las que se abordaron temas como sostenibilidad, el futuro de la industria, la tecnología y el comercio electrónico.
Diana Gómez, comunicadora de moda, explica que uno de los aciertos de esta edición fue ofrecer una parrilla de programación diversa y democrática, pues si bien las charlas han sido gratuitas en todas las ediciones, no siempre podían ingresar todos los interesados. A la edición virtual se conectaron más de 70 mil personas para ver los conversatorios.
Por ejemplo, el diseñador Jorge Duque mencionó en su charla que la moda fue sometida a un ejercicio de reinterpretación y de pensar qué estamos haciendo: ¿cómo nos volvemos a vincular con nuestros usuarios?, ¿cómo sostenemos nuestras empresas, industrias y emprendimientos?”.
Por su parte, Anne Marie Commandeur, directora de Stijlinstituut Amsterdam, reconoció que hablar de tendencias en estos momentos puede ser algo superficial, pero es necesario para la economía.
Salvador Barrena, líder de transformación digital en el Centric Software, habló de la tecnología digital en la industria de la moda y mencionó que, "algunas tecnologías digitales ligadas a procesos de mejora o de innovación que pueden utilizarse para iniciar la transformación digital en las empresas de moda puntualmente". En cuanto al diseño enfocado en el cliente mencionó el uso de diseños digitales en 2D y 3 D, en la parte interna de las empresas de automatización, realidad aumentada e internet de las cosas, así como de ciberseguridad.
La compañía Control Unión Colombia ofreció una charla sobre la certificación, el siguiente paso en la sostenibilidad. “El consumidor y las empresas tienen más consciencia que hace unas décadas”, dijo Coen Esser, gerente general de la empresa. Las redes sociales permiten que los nuevos consumidores exijan buenas prácticas ambientales, sociales y económicas.
La empresa Lafayette dio un conversatorio llamado “Mentalidades del consumidor 2022: pensamientos y sensibilidades”, en el que explicó cómo las variables del entorno, la economía, la tecnología, entre otros, permiten predecir tendencias y entender cómo estas afectan la forma como piensan los consumidores y “cómo esto luego se decanta en sensibilidades que representan esas formas de pensar y, finalmente, cuál debería ser la respuesta desde el diseño para atender estas nuevas sensibilidades y pensamientos”, dice el equipo de diseño de Lafayette-Nextlab Institute.
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Las constantes investigaciones le permiten entender al consumidor y responder a las necesidades, por ejemplo, telas especiales para la moda de protección. “Como consumidores estaremos tan obsesionados con la higiene como cuando la humanidad descubrió las bacterias. Tendremos una moda más orientada a la protección no solo de agentes bacterianos o virales, sino también a estímulos ambientales nocivos para la salud, como la polución del aire o los rayos UV”.
A pesar de los aciertos en la programación, hay retos en la virtualidad, como un mejor uso de los formatos en tiempo real para permitir la interacción con los espectadores e implementar más apoyos visuales para los ponentes.
Finalmente, el eje de moda era uno de los más esperados por sus cambios. La creatividad era fundamental para el resultado final. Botero asegura que valora cómo en tan poco tiempo los diseñadores y las marcas se atrevieron a presentar sus colecciones en digital. Sin embargo, el camino apenas comienza para las empresas y su relación con lo virtual. Los expertos recomiendan crear equipos interdisciplinarios entre industrias para mejorar las propuestas audiovisuales, pues el sector moda hasta ahora se está subiendo al bus digital.
“La tecnología y la creatividad están cumpliendo un papel importante en la industria de la moda, pues el distanciamiento nos plantea retos que solo se pueden afrontar con esta, pues nos ofrece soluciones innovadoras y eficaces que democratizan su acceso. Ahora las pasarelas son virtuales y estamos sentados en primera fila para vivir las experiencias”, dice el fotógrafo Mauricio González, quien les dio un taller a los estudiantes de La Colegiatura, en Medellín.
Para ello se puede emplear la realidad aumentada, juegos e interacción con el consumidor para lograr su atención. “La creatividad también desempeña un papel importante a la hora de crear y comercializar nuestros productos en internet”, agrega González.
Diana Gómez señala que la tecnología también permite democratizar la moda, llevar conocimientos de esta industria a regiones apartadas, traer talentos de esas zonas y mostrar las historias detrás de las prendas. “Esas historias valiosas permiten que la moda nacional tenga un valor agregado y diferenciado del resto del mundo”.
La tecnología brinda la posibilidad de que los creadores de moda se pongan en contacto con otros y establecer alianzas comerciales. “El desarrollo económico del país es permitir que los diseñadores sigan facturando y que otros tengan oportunidades valiosas para que su trabajo reciba un pago justo”, agrega.
El comercio electrónico también se ha convertido en el canal principal para comprar productos durante la cuarentena. Por eso los expertos recomiendan mejorar la experiencia del cliente, pues no solo deberían ser páginas con carrito de compra. Por otro lado, en las transformaciones digitales debe participar toda la empresa, especialmente quienes toman las decisiones.
“Esta edición nos deja enseñanzas para el futuro del negocio. Seguiremos evolucionando y fortaleciendo el canal web. Conversando con el consumidor para entender sus nuevas necesidades y formas de comprar. Como dijo Camilo Herrera, de la firma Raddar, ‘pasamos 23 horas vestidos, las oportunidades seguirán, pero tenemos que adaptarnos’”, puntualiza Botero.
