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El DANE presentó este miércoles la primera entrega de la Encuesta Nacional de Calidad de Vida para 2021, la cual contiene información sobre la composición de los hogares en Colombia y el bienestar general de los colombianos.
La información de la entidad permite hacer una caracterización general sobre cómo viven los colombianos y cómo han cambiado sus condiciones de vida a raíz de la pandemia.
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Por ejemplo, el DANE reportó que la tenencia de vivienda propia (totalmente pagada) ha visto un importante retroceso desde 2019: mientras que en 2019, casi 42 % de los hogares reportaban tener casa propia, en 2021 este cifra bajó a cerca de 35 %.
En total, se estima que, para 2021, la población del país era de 51,2 millones de habitantes, lo que equivale a casi 17,1 millones de hogares, agrupados en cerca de 17 millones de viviendas.
El impacto de la pandemia en vivienda
En el momento más crítico de la pandemia, en 2020, se registró una especie de reagrupación familiar: como una medida de ahorro, se vio un alza de las personas que dijeron vivir en una casa, con una consecuente baja en el número de quienes dijeron residir en un apartamento.
Para 2021, en contraste, este escenario mostró una corrección, con un incremento del porcentaje de personas que dijeron vivir en un apartamento, cifra que pasó de 36,9 % en 2020 a 38,1 % en 2021.
Así mismo, esta reacomodación de la vivienda afectó la propiedad de vivienda propia, que, como ya se dijo, registró una baja sensible en 2021 cuando se compara con 2019, o sea, antes de la entrada de la pandemia.
A su vez, este escenario ha impulsado el arriendo a nivel nacional, como se ve en el siguiente gráfico:
¿Por qué se ha dado este cambio? De acuerdo con Juan Daniel Oviedo, director del DANE, la baja en la tenencia de vivienda propia puede responder a que algunos hogares salieron de estos bienes como una forma de solventar sus necesidades en el peor momento de la pandemia. “Una buena forma de amortiguar el choque de ingresos se dio con la liquidación de ese activo residencial”.
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¿Cuáles han sido los principales golpes económicos de la pandemia?
Entre los impactos que la pandemia ha tenido en los hogares colombianos, la pérdida de empleo del jefe/a del hogar y el atraso en los arriendos (o cuotas de crédito de vivienda) son los dos que tuvieron crecimiento entre 2020 y 2021, de acuerdo con la Encuesta.
Las respuestas de los hogares a estos problemas de ha dado de varias formas, entre las que se cuentan echarle mano a los ahorros, adquirir deuda o ampliar los plazos de pago de la misma y disminuir el gasto en alimentos.
Este último factor es particularmente importante en el escenario actual, en el que el alza en los precios de los alimentos es el gran motor de la inflación general en el país, que para marzo registró un crecimiento de 8,53 % en su variación anual (comparada con el mismo mes de 2021).
En 2020, el porcentaje de hogares que dijo que había bajado su gasto en alimentos como una forma de enfrentar los impactos económicos de la pandemia se ubicó en 15 %. Para 2021 subió a 34,4 %; o sea, más del doble en tan sólo un año.
Llama la atención el último rubro del gráfico anterior, que hace referencia a las nuevas fuentes de ingresos. Los datos del DANE también permiten ver que 10,6 % de los hogares colombianos reportaron tener actividades económicas al interior de la vivienda.
Esto, según Oviedo, significa que una de cada 10 viviendas reporta actividad económica en la vivienda en el total nacional. Pero esta proporción llega a dos de cada 10 en departamentos como Guaviare, Huila y Vichada.
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La gran mayoría de estas actividades están relacionadas con el agro (42,6 %), seguidas del comercio (34 %). Sin embargo, entre 2020 y 2021 se observó un crecimiento en los negocios en el hogar relacionados con actividades industriales (manufacturas o artesanías, por ejemplo) y los servicios.
Percepciones sobre el bienestar
En general, la percepción de los colombianos sobre la vida en el país ha disminuido frente a los resultados registrados en 2019, según indicó Oviedo: de 8,16 hace tres años pasó a 8,01el año pasado.
Entre los varios aspectos de medición del bienestar subjetivo, los ingresos de los hogares son los que salen peor librados, con una calificación de apenas 6,5.
Entre 2019 y 2021, el porcentaje de los hogares que dicen que sus ingresos alcanzan para cubrir los gastos mínimos pasó de 53,5 % a 50,4 %. En cambio, los hogares que reportaron que no les alcanza para lo mínimo se elevó de 38,2 % a 41,7 %.
Por otra parte, el porcentaje de estudiantes que consideran que la educación empeoró por cuenta de la pandemia se redujo frente a los resultados de 2020, cuando esta cifra se ubicó en 59,2 %; en 2021 fue de 50,9 %. Esto evidencia el impacto del regreso a la presencialidad en los esquemas educativos en buena parte del país.
Sin embargo, estos resultados tienen contrastes regionales muy grandes, pues se registran cifras de 70 % en departamentos como Córdoba (70,8 %) y Nariño (74 %), mientras que en lugares como Bogotá el porcentaje (50,7 %) se mantiene cercano al total nacional.
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