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Hace unas semanas el Congreso aprobó el Presupuesto al Sistema General de Regalías (SGR), en el que se definió que el monto que se destinará durante los años 2023 y 2024 será de $31,3 billones, lo que equivale al 2,1 % del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
Hay que recordar que estos dineros pertenecen a los colombianos, pues provienen de las prácticas extractivistas de los recursos naturales no renovables que se encuentran en el subsuelo colombiano. Dentro de los principales bienes figuran el oro y el petróleo.
En Colombia, la producción de hidrocarburos continúa siendo la principal fuente de ingresos corrientes en el país. El Observatorio Fiscal de la Universidad Javriana informa que entre el 2012 y 2022, el 75% de las regalías, en promedio, ha provenido de esta actividad económica y el 25% restante de los minerales.
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“La explotación de estos recursos causa a favor del país una contraprestación económica pagada por las empresas extractivas llamada regalías. Los ingresos fiscales por este concepto son temporales y están sujetos a movimientos volátiles de los mercados”, precisa el observatorio.
De entrada, se explica que los recursos de las regalías se distribuyen entre los departamentos y municipios del país, conforme a los criterios de asignación establecidos en la Constitución y en la Ley. No obstante, hay que señalar que las regalías no hacen parte de los presupuestos de los entes territoriales, sino que su manejo es independiente.
“Los ingresos del SGR se clasifican en ingresos corrientes e ingresos de capital. Los ingresos corrientes corresponden a recaudos por la explotación de recursos naturales no renovables. Por su parte, los recursos de capital son los recursos percibidos por los rendimientos financieros del sistema”, detalla el observatorio.
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Para ponerlo en cifras, hay que decir que los recursos que se destinarán por regalías en los próximos dos años provinieron (en un 96 %) de ingresos corrientes, mientras que el 4 % restante correspondió a ingresos de capital.
¿Cómo serán distribuidas las regalías? esa fue la tarea que asumió el observatorio, el cual compiló en un documento información granulada que permite ver el detalle de las regalías en el país.
En el documento se precisa que de estos más de $31 billones, $29,1 billones corresponden inversión, es decir, el 92,5 %; de igual forma, $0,9 billones se destinarán a funcionamiento (3 %) y los $1,3 billones restantes (4,5 %) servirán para ahorro.
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En cuanto a su distribución, $7,5 billones será en asignaciones directas, $10,1 billones en asignaciones regionales, $0,5 billones en conservación ambiental, $3,4 billones en temas de paz (hasta el año 2037), $3 billones serán para ciencia, tecnología e innovación, $0,9 billones para el funcionamiento, fiscalización, operación, administración, seguimiento, evaluación y control, y 1,4 billones serán para ahorro.
Los datos del observatorio también precisan los municipios que cuentan con mayor asignación de regalías per cápita.El listado lo lidera el municipio de Becerril, en el departamento del Cesar, allí la asignación fue de $270.000 millones que, si se dividen en sus más de 20.600 habitantes, da una asignación per cápita de $13 millones.
En el listado de los diez municipios más favorecidos por las regalías (si se mide por la asignación per cápita) los valores oscilan entre los $2,5 millones y los $13 millones por persona, con un promedio de $6,17 millones.
El informe también muestra las variaciones de asignación de regalías, per cápita, que se dan en los mismos departamentos. Por ejemplo, en el Amazonas la asignación va desde los $70.000 a los $239.000; en Bolívar va desde los $34.000 a los $2,41 millones; y en Cundinamarca va desde los $400 y llega hasta los $468.500.
“Queremos advertir sobre la relativa ligereza con la que se discute cada dos años el proyecto de ley de Presupuesto Bianual del Sistema General de Regalías. Si bien entendemos que en materia legislativa, el Congreso de la República no tiene mucho margen de maniobra para hacer modificaciones al proyecto presentado por el Gobierno, consideramos que este es un proyecto importante que debería exigir la mayor dedicación, estudio y discusión por parte de los miembros del legislativo. El actual proyecto discutido en el presente informe hizo su trámite por las comisiones económicas y plenarias en discusiones muy cortas y con poca difusión por la opinión pública”, es una de las conclusiones que tiene el reporte.
Si desea conocer el documento completo, lo invitamos a consultar el siguiente link.
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