
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) entregó la semana pasada el tan prometido estudio de caracterización del ecosistema de la Troncal de los Andes, una variante que que diseñó para conectar el centro de Chía (Cundinamarca) con la Autopista Norte a la salida de Bogotá.
Le recomendamos: El futuro de la Troncal de los Andes
La comunidad y los ambientalistas llevan años solicitándole a la entidad que declare el cuerpo de agua de aproximadamente dos hectáreas como un humedal. Sin embargo, la entidad encontró, tras varios meses de análisis, que se trata de un área inundable que eventualmente atrajo vida.
Luis Fernando Sanabria, director general de la CAR, y José Miguel Rincón, director de Gestión del Ordenamiento Ambiental y Territorial de la CAR, le concedieron una entrevista a El Espectador para explicar los detalles de la decisión.
El origen de esta denuncia en: Troncal de los Andes: la historia sin fin
¿La CAR hace estudios de caracterización con frecuencia, ya había pasado por una situación similar?
LFS: A este nivel y con esas características es la primera vez que se presenta, nunca habíamos tenido una situación como esta. Un estudio detallado como este donde para pronunciarnos tardamos más de dos meses, para muchos sectores, demasiado tiempo, pero para nosotros era mejor demorarnos por las consecuencias que sabemos que esta respuesta genera, siempre supimos que todo puede pasar y que puede que nos toque socializar la decisión en las cortes o incluso ante organismos internacionales.
¿Cuáles son los recursos que se utilizan para el estudio?
JMR: Para hacer la caracterización se utiliza básicamente cartografía de la misma zona a diferentes escalas con la entidad especializada en el tema que es el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) y es analizada por expertos en el tema. Adicional, se tomaron los estudios realizados antes de suelos, geomorfológicos y geológicos con los cuales se pueden terminar las posiciones de los planos de inundación en esa zona, que es lo más importante para nosotros. También se miran otros estudios que se han publicado a través del tiempo como el que hizo la CAR para la adecuación hidráulica del río Bogotá y para otras actividades de los dueños de los predios, como la construcción de las viviendas, pues ellos hicieron ciertas modificaciones cuando obtuvieron la licencia de construcción, las cuales analizamos y verificamos cuándo se empezaron a hacer.
¿Los estudios recientes que hay sobre la mesa específicamente del ecosistema de la Troncal de los Andes también los tiene en cuenta la CAR?
JMR: Nosotros miramos la información y cuando vemos su calidad la tomamos o no. Tenemos que tener mucho cuidado porque los informes que sacamos son institucionales, deben ser fidedignos, y la evaluación que se realiza con el medio natural, no por periodos, sino viendo a través del tiempo qué sucedió, hay muchas secuencias.
¿Por qué la CAR dice que no es un humedal?
LFS: Esta área merece toda la protección independientemente de que tenga o no el nombre de humedal, pero es un área inundable donde al haberse generado un nicho, haya una tingua o una rana o una serpiente obedece toda nuestra atención, lo que pasa es que no podemos llegar a darle un nombre que no le corresponde. Nuestro deber es estar atentos donde haya fauna y flora, por eso en la resolución se pide que se proteja el sector por las características que tiene.
JMR: Una de las cosas importantes que uno tiene que evaluar es que un humedal generalmente tiene una entrada y una salida de agua, o varias, pero ese humedal, como ustedes lo quieren llamar, artificial, no tiene ni entradas ni salidas. Por el costado norte hay un dique que el propietario construyó en 2006, en el costado sur y el oriental se encuentra el jarillón del río Bogotá que se hizo en 2019 y en el costado occidental está el canal Proleche. La zona quedó totalmente embebida; como es arcilla el agua se tiene que posar, como no hay drenaje natural la única forma de perderla es por evaporación. En estos últimos años hemos tenido periodos en los cuales las lluvias son muy duras y largas en el tiempo, entonces vamos a tener encharcamientos en esa zona que se mantienen. Eso es básicamente lo que sucede.
¿Pero al final no presta el mismo servicio en términos ecosistémicos?
JMR: No. Un humedal tiene varios servicios: de oxigenación, de tratamiento natural de aguas. Este espacio no va a generar eso, por el contrario, va a provocar una eutrofización supremamente rápida por la materia orgánica del sector.
Lea también: ¿Luz al final de la Troncal de los Andes?
Los ambientalistas argumentan que las especies de humedal encontradas en el ecosistema solo colonizan humedales, ¿no era esa una señal valida?
JMR: Estaríamos diciendo que toda actividad antrópica es un humedal, como los bebederos que hacían nuestros antepasados para los animales. Nosotros tenemos plantas de tratamiento de aguas residuales en Chía y cada determinado tiempo se ven animalitos de especies que uno dice, cómo es posible que estén acá; ellos no son de un solo sitio. Cuando se hizo el análisis para la adecuación hidráulica del río Bogotá ya se encontraban animalitos en la zona artificial que creó el mismo condominio porque con las obras de la CAR se modificó el cauce del río que tenía su alimento, así que hubo una dispersión de fauna que buscó las zonas encharcadas a los lados para poder subsistir, incluso ya habíamos detectado la tingua en 2019.
El colectivo Voces del Río hizo su propio estudio de caracterización y concluyó algo diferente con las mismas fotografías aéreas: que el humedal lleva 80 años ahí. ¿Es una prueba que se presta a interpretaciones, no es fehaciente, pueden sacarse conclusiones distintas?
JMR: No, no es posible. El humedal se mantiene a lo largo del tiempo por sus características propias, aquí apareció “el humedal” en el último periodo por las modificaciones que mencionamos. Te puedo decir con toda tranquilidad que en las fotografías aéreas que nosotros tomamos evidenciamos épocas de sequía y de lluvia; cuando tu encuentras una zona netamente de arcilla generalmente se presentan encharcamientos, pero al cabo de unos meses ya no vas a encontrar nada porque la evaporación es mayor que la precipitación. La capacidad de infiltración que tienen los suelos en esa zona es demasiado baja. Pero cuando tu llegas y empiezas a modificar y creas una piscina, que fue lo sucedido en ese sector donde existen diques, cambia toda la situación.
¿Por qué cuando la ANLA solicitó un pronunciamiento a la CAR sobre la licencia ambiental en 2018 no se hizo la advertencia del ecosistema y las especies?
JMR: Nosotros empezamos a ver fotografías aéreas desde 1939. Hasta el año 2006 no existía absolutamente nada en esa finca que en época normal se utilizaba para ganado, pastos o cultivos y en época invernal se inundaba su llanura. Posteriormente y hasta 2019 los dueños del predio empezaron a hacer modificaciones y a construir una especie de cuerpos de agua artificiales para embellecer la zona como parte de su modelo arquitectónica. Todo eso se puede evidenciar en las fotos. Pero incluso hasta ese momento no existía tanto volumen de agua como después de construido el jarillón del río Bogotá.
LFS: La corporación estuvo varias veces en el sector, yo mismo con otros profesionales, incluso de la oficina de la regional. Diferente es que en unas oportunidades nos hayan visto y en otras no.
¿Cómo se construyó ese jarillón y qué efecto tuvo?
JMR: Con el jarillón el predio, que tenía la misma profundidad, quedó dividido en dos: una parte que compró la CAR al costado del río Bogotá para mantenerla como una zona húmeda que se pudiera inundar en grandes crecientes, y otra que también nos ofreció el propietario porque dijo que ya no iba a construir ahí por Accenorte (concesión a cargo de la obra) y que necesitaba que le compraran, como lo estamos denunciando. En ese momento no existía esa fauna que ya se puede evidenciar. Hoy en día como el río está más bajo el predio de la CAR no se ha inundado, ahí se puede verificar el tipo de suelo que había en su momento.
En el informe, la CAR dice que la zona que compraron era para promover la creación de ecosistemas, pero si uno compara las dos áreas en que está dividido el predio la de la entidad, en la de ustedes no hay nada…
JMR: La idea es crear ahí áreas multifuncionales porque tienen una connotación muy importante. Uno de los problemas graves que tiene el río Bogotá es el oxígeno disuelto, es muy difícil que exista, para crear áreas con especies tipo humedal una de las ventajas que va a tener es que el oxígeno se mejora gradualmente y cuando vuelve a su cauce natural el agua del río es mucho mejor. Los diseños de la adecuación hidráulica del río Bogotá tienen muchas áreas multifuncionales precisamente para mejorar la calidad del agua. No necesariamente deben ser naturales, son espacios que se pueden crear.
En video: El debate ambiental por la Troncal de los Andes
¿Cómo surgió entonces el ecosistema?
JMR: En 2013 tomamos una fotografía aérea donde se ve que hubo disposición de material de la zona de inundación y la distribuyeron alrededor de ese predio, ahí está definido cómo se empezaron a generar zonas más profundas que otras, zonas de charcos. Además, se dio porque entramos a pandemia y se volvió una zona que nadie tocó durante un año, el pasto creció y las semillas de los arbustos que llevaron los animales originó nuevas plantas. Como no hubo intervención humana no había complicación para que se creara un ecosistema como este.
¿Técnicamente si una zona es un humedal o no goza de derechos de conservación diferentes?
JMR: Claro que sí. Un humedal por todos los beneficios que presta tiene características muy importantes. Desde el punto de vista jurídico, por ejemplo, tiene una connotación totalmente diferente, nos toca proteger lo que corresponde realmente a un recurso natural y no a un recurso artificial.
¿Eso significa que eventualmente se podría construir ahí?
JMR: Desde 2019, cuando el POMCA determinó que esa zona siempre se iba a inundar se estableció que se debía proteger por esa misma razón. Nosotros seguimos insistiendo en eso.
Lea el estudio completo en:
