La empresa Rappi informó que desde que comenzó la emergencia sanitaria por COVID-19 hasta hoy ha suspendido a 1.500 repartidores por no cumplir con los protocolos de bioseguridad.
La compañía de entregas a domicilio, deshabilitó de manera permanente a 685 cuentas de ‘rappitenderos’ en marzo y 905 adicionales en abril. Los bloqueos se habrían dado por incumplir con el distanciamiento social, por un uso inadecuado de sus cuentas y por inconsistencias en la información personal registrada.
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Por medio de un comunicado, aseguró que procederá a inhabilitar a los repartidores que incumplan dicha normatividad. “No acatar estrictamente protocolos establecidos no solo pone en grave peligro su salud e integridad, sino la de toda la comunidad de repartidores y también pone en riesgo al personal de los centros de abastecimiento y a la sociedad en general”, indicó.
Alta demanda de domicilios
La demanda de domicilios en Colombia ha crecido considerablemente durante esta cuarentena. En este sector se destacan otras firmas como Domicilios.com, Uber Eats y Mensajeros Urbanos.
Mensajeros Urbanos, por ejemplo, reportó un aumento de la demanda de entre 38 y 40 % en medicamentos y de 20 % en alimentos cuando comenzó el aislamiento preventivo.
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En el caso de Rappi, el número de órdenes se ha duplicado en varias ciudades y, comparado con febrero, las ganancias de los domiciliarios han aumentado en un 14 %. La empresa también estableció un equipo de brigadistas en todas las ciudades que se encargan de evitar aglomeraciones y reportar anormalidades a las autoridades pertinentes.
Las firmas han asegurado que implementan todo tipo de medidas de bioseguridad, como entregar kits de limpieza, tapabocas y guantes a sus domiciliarios.