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¿Se acerca el fin de la guerra de aranceles entre EE.UU. y Europa?

La administración del presidente Joe Biden habría presentado una primera oferta para resolver un conflicto comercial que cobija a las exportaciones de acero y aluminio de la Unión Europea a EE.UU. La dispuesta es uno de los legados del expresidente Trump.

11 de septiembre de 2021 - 03:02 p. m.
Imagen de referencia.
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Foto: Pixabay

Estados Unidos presentó una oferta inicial a la Unión Europea para resolver una disputa de tres años sobre el acero importado desde el bloque, allanando el camino para una solución antes de que se cumpla el plazo a fin de año.

La propuesta, que los funcionarios estadounidenses estaban sopesando la semana pasada, implica un sistema de cuotas arancelarias, según una persona familiarizada con la situación que pidió no ser identificada porque las discusiones son privadas. Se están llevando a cabo intensas conversaciones, según funcionarios europeos que declinaron ser identificados.

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Las partes debatirán el tema en la reunión inaugural del Consejo de Comercio y Tecnología entre la UE y EE.UU. el 29 de septiembre en Pittsburgh, en donde el secretario de Estado, Antony Blinken, la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, y la representante comercial de EE:UU., Katherine Tai, recibirán a los vicepresidentes ejecutivos de la Comisión Europea, Margrethe Vestager, y, Valdis Dombrovskis, según otra fuente.

Las cuotas arancelarias permiten a los países exportar cantidades específicas de un producto a otras naciones con tasas más bajas, pero someten los envíos que superan un umbral predeterminado a un arancel más alto.

El entonces presidente Donald Trump aplicó en 2018 un arancel del 25% a las importaciones de acero y del 10% a los envíos entrantes de aluminio de productores que incluyen a la UE, utilizando la sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962. Esta ley permite imponer gravámenes sin necesidad de que el Congreso vote si las importaciones se consideran una amenaza para la seguridad nacional. El expresidente dijo que los aranceles eran necesarios para evitar el colapso de la industria nacional.

¿El principio del fin de la guerra de aranceles?

La Comisión Europea ha confirmado con sus homólogos estadounidenses que quiere encontrar una solución antes del 1 de diciembre, dijo un portavoz de la comisión por correo electrónico, que se negó a proporcionar más detalles porque las conversaciones están en curso.

Las partes acordaron avanzar en el restablecimiento de los flujos comerciales históricos y disponer de un sistema que cumpla con las normas comerciales de la Organización Mundial del Comercio, dijo el portavoz.

A principios de este año, EE.UU. enfatizó en conversaciones con sus homólogos de la UE que considera que el problema subyacente del exceso de capacidad siderúrgica mundial es compartido, en gran medida causado por China, y que EE.UU. y la UE deben trabajar juntos.

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En mayo, la UE y EE.UU. acordaron frenar la escalada de su disputa sobre los aranceles, evitando que productos emblemáticos como el whisky bourbon y las motocicletas Harley-Davidson se vieran afectados por la duplicación de los derechos recíprocos de la UE. La medida pretendía crear un espacio para intentar resolver la disputa sobre el acero y el aluminio a finales de año, mientras ambas partes intentan reconstruir su alianza económica.

Si bien el presidente Joe Biden ha mantenido los aranceles, y Raimondo los ha defendido, algunos fabricantes estadounidenses han dicho que han perjudicado su negocio.

Los problemas entre EE.UU. y Europa

La batalla comenzó en junio de 2018 cuando el gobierno de Trump impuso aranceles del 25 % al acero y del 10 % al aluminio de Europa, Asia y América Latina.

La Unión Europea respondió con aranceles compensatorios sobre productos estadounidenses por valor de 2.800 millones de euros, incluidos el whisky, los jeans, el jugo de naranja y las motocicletas Harley-Davidson.

A esto se suma una disputa subyacente entre los gigantes aeronáuticos Airbus y Boeing, que tienen una larga lista de agravios mutuos que no han podido ser solucionados, de fondo, durante cerca de dos décadas.

Este conflicto arrancó en 2004 en medio de acusaciones cruzadas de beneficiarse de importantes subsidios. La batalla de titanes no ha dado tregua en ese período, y cada parte obtuvo autorizaciones para sancionar a la otra por valor de miles de millones de dólares en aranceles, en una espiral sin fin a la vista.

En marzo de este año las partes suspendieron la aplicación de nuevas sanciones hasta el 11 de julio, y durante la cumbre con Biden (a mediados de año) anunciaron un acuerdo para extender la tregua por un plazo de cinco años, tiempo para buscar una solución definitiva.

A este conflicto también hay que sumarle las tensiones por el escrutinio regulatorio en contra de las empresas de tecnología, como Facebook y Google, que están siendo investigadas en Europa (y en otras jurisdicciones) por problemas de privacidad, impuestos y competencia, principalmente.

Estados Unidos, de su lado, no esconde su enorme irritación con la decisión europea de combatir los mecanismos que los gigantes tecnológicos utilizan para evadir impuestos. El denominado grupo GAFA (Google, Amazon, Facebook y Apple) está en el centro de la ira de países europeos -especialmente Francia y España- que buscan forzar a esas empresas a pagar los impuestos debidos.

Durante su gestión, Trump reaccionó airadamente a la postura europea, y ante la inminencia de una nueva tempestad de cruzados aranceles punitivos, la cuestión quedó en manos de la OCDE. La postura europea, sin embargo, se fortaleció con la posición adoptada por el G7 y G20 sobre un impuesto mundial mínimo sobre las grandes multinacionales.

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