Este martes 28 de enero, más de 200 niños afectados por el conflicto en el Catatumbo comenzaron su calendario escolar. Los menores se encuentran junto a sus familias en la ciudad de Cúcuta, Norte de Santander, en casas de conocidos, hoteles y albergues destinados por la gobernación de ese departamento, que también habilitó y adecuó un espacio para la educación de los menores, nombrado Colegio Temporal para la Paz. Allí, anteriormente, funcionaba una Sociedad de Artesanos.
La institución educativa contará con 28 aulas donde se dictarán clases desde grado cero hasta once. Los docentes que prestarán sus servicios eran, también, profesores en los municipios afectados por el recrudecimiento del conflicto, y que tuvieron que desplazarse a la capital nortesantandereana.
Durante el primer día de clases, el Ministerio de Educación hizo acompañamiento para garantizar el transporte escolar mientras la entidad logra gestionar la contratación del mismo, así como la gestión de los útiles escolares necesarios para la formación de los menores. Al respecto, la viceministra de Educación Preescolar, Básica y Media, Gloria Carrasco, afirmó que “ante la situación de conflicto que hay en este territorio, nos articulamos con la Gobernación y la Secretaría de Educación Departamental para brindar a niños, niñas y jóvenes la garantía del derecho a la educación”.
El rector designado del Colegio Temporal para la Paz, Octavio Contreras, afirmó que la apertura de puertas de la institución pretende no solo acoger a los menores para su proceso académico, “sino también para brindarles acompañamiento socioemocional y psicológico que les permita mitigar el impacto por la situación que viven”, dijo Contreras en un comunicado emitido este martes 28 de enero.
Por su parte, Carrasco hizo un llamado para “mantener los entornos escolares por fuera del conflicto armado; que la escuela debe ser un centro protector y que los niños, niñas, adolescentes y jóvenes nunca deben verse afectados por situaciones bélicas o de violencia. Que la educación se siga consolidando como esa poderosa herramienta para la construcción de paz y desarrollo social”.
Desde el 15 de enero, se recrudecieron los enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y disidencias de las FARC. Como lo contamos en su momento en estas páginas, El Espectador tuvo acceso a un informe presentado por el Ministerio del Interior ante el Congreso de la República por los decretos de conmoción interior en el Catatumbo. En las 12 páginas del texto, se detalla la magnitud de la crisis, que, hasta la fecha, ha ocasionado el desplazamiento forzado de 48.004 personas, y 38 homicidios confirmados, entre ellos 5 firmantes del Acuerdo de Paz, “sin que sea posible descartar la existencia de un número mayor de víctimas mortales ante las extremas dificultades que enfrentan las autoridades para la recolección e identificación de cuerpos”, se lee en el documento.
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