Luego de tres días de discusión en el foro internacional de la Unesco sobre educación que se desarrolló en Cali, profesores, académicos, expertos internacionales y funcionarios públicos construyeron la hoja de ruta de los próximos 10 años para cumplir con los objetivos de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible. Se trata del “Compromiso de Cali sobre equidad e inclusión en Educación”, un documento que suscribieron los más de 500 participantes del evento y en el que la consigna fue garantizar el acceso al aprendizaje de todos los niños, niñas y jóvenes.
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“Reafirmamos nuestro compromiso con la agenda internacional de derechos humanos consignada en las metas de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas y el Marco de Acción de Educación 2030, los cuales reconocen la necesidad y la urgencia de proveer educación inclusiva y de calidad para todos y todas las estudiantes desde los primeros años hasta la escolarización obligatoria, educación técnico-profesional, la educación superior y el aprendizaje a lo largo de toda la vida”, se lee en el “Compromiso de Cali sobre equidad e inclusión en Educación”.
Ministros y representantes de todo el mundo debatieron sobre la necesidad de reconocer la educación como un derecho fundamental que sea protegido efectivamente y se reconozca y ejerza sin discriminación. Asimismo, de garantizar el acceso a partir de marcos normativos y políticas públicas que sienten las bases de una educación inclusiva y equitativa. Desde problemas de migración y discriminación por género, raza, etnia, enfermedades o discapacidades, hasta temas de violencia y acoso escolar, financiación y métodos de aprendizaje hicieron parte de la discusión.
La inclusión fue uno de los principales aspectos que definen la hoja de ruta, al establecer que el acceso a las oportunidades de aprendizaje debe respetar y valorar la diversidad, bajo un esfuerzo por eliminar todas las formas de discriminación. En el encuentro en Cali se respaldó el compromiso que se adquirió hace 25 años con la Declaración de Salamanca (España), en el que se hizo un llamado por transformar los sistemas convencionales de educación
La Unesco hizo nuevamente instó a los gobiernos a acelerar los esfuerzos de construir sobre los logros pactados desde la conferencia de Salamanca. “La planificación legislativa y los marcos de la política deben adoptar un enfoque intersectorial, bajo el principio de los derechos humanos y que garantice que todos y todas tengan acceso a oportunidades de aprendizaje”, señala el documento. Además, insiste en que se debe tener el apoyo del sector público y privado, y tener sistemas de recolección de información efectivos para hacer un monitoreo efectivo y evidencia robusta a la hora de tomar decisiones.
“Los entornos de aprendizaje que son seguros, acogedores y libres de toda forma de violencia deben estar estructurados de manera que permitan el acceso de todos y todas al conocimiento. Asimismo, las decisiones pedagógicas deben asegurar que todos están motivados, asuman altos niveles de compromiso y logren buenos resultados de aprendizaje. Los currículos inclusivos deben ser amplios, incluyendo la cultura, las artes y el deporte, y las prácticas pedagógicas deben ser sensible culturalmente e incorporar la diversidad lingüística”, se lee en el Compromiso de Cali de la Unesco.
Una de las frases constantes a lo largo del encuentro de la Unesco fue que la sociedad civil, las familias y las comunidades son un eje transversal para lograr la inclusión efectiva en la educación, pues las escuelas no son las únicas responsables: “Las organizaciones de la sociedad civil tienen un rol fundamental en la lucha por los derechos y la participación plena en la sociedad, resaltando problemas de discriminación sistémica, encabezando campañas para desafiar esta situación”.
Para la Unesco, en los próximos 10 años es necesario involucrar a grupos marginados en asociación con actores del desarrollo y formuladores de política pública para promover la inclusión como movimiento social para la transformación en y para la educación. “Esto depende de la capacidad de escuchar las voces de las personas tradicionalmente excluidas o silenciadas, para encontrar nuevos caminos hacia la equidad en la sociedad”, es la conclusión del Compromiso de Cali sobre equidad e inclusión en Educación.