Un estudio de la Universidad de Granada (UGR) y de Bolonia analizó medio millón de resultados de exámenes educativos. Así, se llegó a la conclusión de que, después del medio día, exactamente a la 1:30 p.m., se obtendrían mejores notas por parte de los estudiantes. La investigación, publicada en The Economic Journal (Oxford University Press), afirma que esto es más perceptible en exámenes STEM (Ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas en inglés) (Lea también: Los vacíos de la matrícula cero para personas trans y no binarias en Medellín).
El estudio se llevó a cabo en Gran Bretaña, donde se analizaron 503.358 resultados de pruebas académicas de 51.555 estudiantes entre 2014 y 2010. Los resultados sugieren que las mejores notas pertenecen a los exámenes que se presentan a la 1:30 y 4:30 de la tarde (Lea también: Aumento salarial para el magisterio y otros acuerdos que pactaron Fecode y gobierno).
Mientras, el horario de las 9:00 a.m. resulta el menos conveniente para los estudiantes.
Asimismo, los investigadores escogieron Gran Bretaña dadas sus características educativas, como el hecho de que, por ejemplo, los estudiantes solo puedan tener un examen diario en horas prefijadas: las 9:00 a.m., la 1:30 p.m. y las 4:30 p.m.
La elección entre las tres es tomada por un programa informático que suprime cualquier condición, como el hecho de citar a los estudiantes a primera hora de la mañana para que presenten la prueba más difícil de todas.
Por tanto, el estudio, según sus autores, demuestra que “los estudiantes rinden peor al no ser evaluados en el pico de sus capacidades cognitivas”, o sea al medio día. Los resultados son peores en los exámenes matutinos, o sea las nueve de la mañana, porque es en ese momento cuando los jóvenes pueden llegar con cierta privación del sueño.
Tres factores también podrían influir: la exposición a la luz solar, el tipo de tarea cognitiva y la edad del alumno. Por ejemplo, en el caso de la luz, se percibe un mejor rendimiento en los exámenes que se presentan al medio día durante días menos luminosos.
La mejora de rendimiento fue más evidente en exámenes que exigieron memoria, pensamiento lógico, resolución de problemas y razonamiento abstracto en el caso de los tipos de la tarea cognitiva.
Por último, los jóvenes menores de 20 años son los más sensibles a tener diferente rendimiento según la hora. Es por eso que, a manera de conclusión. Gaggero explica que en los exámenes de invierno para los estudiantes de primeros cursos en ciencias, tener pruebas y exámenes después de medio día ofrecerá una pequeña ventaja natural que podría permitir explorar más su potencial.