El pasado domingo 8 de junio se sintió un fuerte sismo que, según informó el Servicio Geológico Colombiano, fue de magnitud de 6,5 y tuvo como epicentro el municipio de Paratebueno, en Cundinamarca. Entre las afectaciones registradas se reportaron un deslizamiento que obstruyó parcialmente el cauce de un río y provocó represamientos de agua, así como graves grietas en la infraestructura de los centros educativos.
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Para garantizar un retorno seguro a clases, el Ministerio de Educación y la Secretaría de Educación de Cundinamarca diseñaron una serie de estrategias para los municipios de Paratebueno y Medina. Como parte de estas medidas, se modificó el calendario escolar y los estudiantes y docentes estarán en vacaciones hasta el 30 de junio. Las clases se reanudarán el próximo 1 de julio.
Entre las afectaciones informadas por el Ministerio de Educación se encuentra la de la sede principal de la IED Rural Santa Cecilia, donde se presentó un colapso estructural del 80 %, lo que la dejó completamente inhabilitada para su uso.
Otras sedes rurales adscritas a la misma institución, como El Amparo y El Japón, también reportaron daños severos, afectando en total a 280 estudiantes. Con el objetivo de identificar otras posibles afectaciones, el Fondo de Financiamiento de la Infraestructura Educativa (FFIE), realizará visitas técnicas a los planteles para adelantar los estudios pertinentes.
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En Medina el panorama es mucho más desolador. Allí varias sedes rurales deberán ser demolidas por completo. Como respuesta inmediata, la Secretaría de Educación anunció la implementación de aulas móviles con baterías sanitarias, la reubicación temporal de estudiantes a otras sedes y, en algunos casos específicos, la adopción de la modalidad educación en casa.
Ambas entidades también informaron que realizarán el acompañamiento técnico y logístico, así como el aseguramiento de servicios fundamentales como el Programa de Alimentación Escolar (PAE).
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La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), por su parte, explicó en un comunicado que a partir de este sábado 28 de junio activará cuatro mesas técnicas que funcionarán en paralelo para avanzar en el proceso de reconstrucción.
“Se prioriza la reconstrucción de viviendas, colegios y sistemas de agua potable y saneamiento básico, con enfoque territorial y cultural”, añadió la entidad. Por el momento, el Instituto de Caminos y Construcciones de Cundinamarca (ICCU) ha identificado un total de 310 viviendas habitables, 191 con daños y 204 no habitables en estos municipios.
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