Universidad Nacional: viene una semana clave para el futuro de la rectoría

Independientemente de su renuncia, Múnera tiene el mérito de haber develado los negocios de la ancestral camarilla de Wasserman-Mantilla-Montoya (exrectores), su aliado Ismael Peña y su adláter Diego Torres (Rep. Profesoral) que expoliaron la UNAL mediante su Corporación ROTORR-UNAL, manejada por los Profesores Villabona (ex Director DIAN) y Bonilla (ex MINHACIENDA). De ese tamaño es la cola de Ismael Peña.

La tal Mesa Constituyente Universitaria es un chiste. Un masacote de jóvenes gritones y un manojo de docentes mediocres amigos del rector "bien salido". Para este último lo académico es secundario; no sorprende su cerrada oposición a la conformación de un senado profesoral que le quitaría al burócrata-rector de turno sus poderes jerárquicos y abusivos. Francamente entre los dos burócratas en disputa ( "lo mismo un burro que un gran profesor") que entre el diablo y escoja.

La gente que sigue a Peña no cree en la autonomía universitaria, porque no hacer cambios: desestiman la necesidad de que esta universidad del siglo 19, con profesores del siglo 20 se ajuste a las condiciones de estudiantes del siglo 21. El cuerpo docente que respalda a Peña en su mayoría, esconden en su 'argumentos políticos' verdades a medias para esconderse sur verdaderos intereses económicos: quieren el poder para seguir facturando a su favor, por eso están prendiendo 'rotores'.

Este Gobierno inaugura sedes universitarias a lo largo y ancho de todo el país y la sección de Educación del espectador sigue sufriendo de analfabetismo o quiere parecerse a ña sección judicial. Qué vergüenza señor Cano