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¿Cómo entró al mundo del clown?
En México conocí a unas personas que hacían clown de hospital y me fascinó. Dije: “¿Payasos en el hospital? Explíquenme esto, porque no entiendo nada”. Para mí fue el descubrimiento de algo maravilloso: poder usar el humor y el arte para aliviar el dolor, la angustia y transformar un espacio tan vulnerable como el hospital. Una de esas personas trabajaba con Patch Adams, ese personaje que se volvió famoso gracias a la película que hizo Robin Williams. Él es un ser que promueve una especie de revolución del amor, la idea de que ayudar a otros también te ayuda a ti mismo. Me llamó la atención el clown como herramienta de transformación social.
¿Por qué cree que es una herramienta de transformación social?
Cuando conocí el trabajo de los payasos me di cuenta de que ponerse una nariz roja, aunque es una máscara, no oculta la personalidad, sino que la expone. Solo con tener esa pequeña bola roja en la cara uno capta la atención de inmediato. Eso ya es una herramienta poderosa. Y desde Caliclown y El Anhelo del Salmón la usamos para desnudar esa humanidad imperfecta y bella que todos llevamos dentro, y compartirla con los demás. Como decía un maestro mío, Barnaby King, el clown es lo que sucede entre la mirada de quien lleva la nariz roja y la mirada de quien observa. Y eso que pasa ahí no siempre es risa: a veces es poesía, empatía, comprensión de la frustración, torpeza, inocencia o ruptura de ideas. En ese encuentro se da una comunión que puede ser muy sanadora. Y a eso súmale también que la risa tiene efectos positivos comprobados científicamente, entonces reír no es solo reír: es un acto que mejora la salud física y emocional.
¿Cómo nació “Ópera Bufa Vol. 1”?
“Ópera Bufa” es el resultado de un laboratorio en el que venimos trabajando desde hace varios años con nuestro director y maestro de ceremonias, Camilo Carvajal. El año pasado, con todo el material acumulado, dijimos que esto no podía quedarse solo en el proceso pedagógico. Tuvimos la fortuna de ganar una beca de creación del Ministerio de Cultura y de la Secretaría de Cultura de Cali, y así nació “Ópera Bufa”. En “La purga”, que es el título de esta primera entrega, somos cinco personajes que compartimos nuestras tragicomedias desde la vulnerabilidad. En el fondo, la obra no solamente quiere hacer reír, sino lograr una conmoción, y eso implica pasar por todas las emociones.
¿A usted qué la hace reír?
A mí me hace reír lo absurdo, la inocencia. Soy un público muy fácil: me río con casi todo. Siento que eso viene de mi familia, de esa costumbre de buscar siempre la manera de reírnos de las situaciones. La vida es tan compleja, que a veces no queda más remedio que burlarse de todo lo que pasa, porque resulta inconcebible. A veces pienso: “La guionista de mi vida tiene huevo”. Creo que el humor tiene ese efecto de dar ligereza, de quitarles peso a las situaciones. En mi vida, además de trabajar en Caliclown, tengo otros trabajos que a veces son rarísimos. Si me los tomo demasiado en serio, me estreso, me opaco. En cambio, cuando inyecto ligereza y juego, ahí encuentro el humor.
